Libia endurece las reglas de entrada y salida de divisas

Por Mohamed Sahli
Foto: El Banco Central de Libia decide poner límite a la entrada y salida de divisas para hacer frente a la crisis.
El Banco Central de Libia (BCL) decidió poner un límite a la entrada y salida de divisas en el país magrebí. En el caso de la moneda local, el tope es de 200 dinares (unos 250 dólares), y para las divisas extranjeras, de 10.000 dólares. “Ningún viajero podrá salir del territorio libio con más de 200 dinares, una cantidad de dinero que le permitirá hacer algunos gastos en dinares”, indicó el BCL en un comunicado. Los 10.000 dólares o su equivalente en otras divisas extranjeras es también el tope por persona que fija la entidad bancaria. En el caso de los extranjeros que entren en Libia, si disponen de una cantidad de dinero igual o inferior a 10.000 dólares o su equivalente en otras divisas, no tendrán que declararlo en la aduana. El BCL señala, sin embargo, que “los clientes y viajeros pueden recurrir a los bancos e instituciones de transferencia de fondos para transferencias que superen el límite establecido”. Estas disposiciones se toman en un contexto de grave crisis económica y de disminución de los ingresos del Estado desde que las exportaciones de hidrocarburos, que son el principal recurso económico del país, cayeron en picado. Esta situación, según los expertos, ha provocado una caída notable de la entrada de divisas y la depreciación del dinar libio, sobre todo en el mercado paralelo. El BCL asegura que Libia tiene suficientes reservas en divisas para hacer frente a las necesidades del país, pero algunos economistas ponen en duda la versión oficial de las autoridades.
Mercados internacionales
La crisis económica, pero también política y social, en Libia ha provocado en los últimos tres años serias incertidumbres en los mercados internacionales, teniendo como protagonista a la subida incontrolada del barril de crudo. Hay que tener en cuenta que Libia es el octavo productor de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y actualmente buena parte de su producción está paralizada o funciona a un menor ritmo debido a la violencia e inestabilidad internas. Hace tres años, el país norteafricano suministraba más de un millón y medio de barriles de crudo al día a los mercados europeos. El pasado mes de junio, el enviado especial de la Unión Europea (UE) en Libia, el español Bernardino León, admitió la “responsabilidad” de Bruselas con ese país del norte de África para que salga de la crisis política y económica, y pidió hacer lo posible por no dejar que la situación se estanque. “Europa tiene una responsabilidad con Libia”, declaró el diplomático en una conferencia organizada por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Señaló que “lo que pase en Libia tendrá muy fuertes repercusiones en Europa” por la proximidad de ese país a la frontera sur de la UE.