Opinión

Efecto copycat y los mass media

photo_camera Copycat

Como seres humanos que somos, podemos aprender a través de otros modelos y reproducir sus conductas. Lo mismo puede ocurrir con la delincuencia, y esto puede verse afectado por los medios de comunicación. En este artículo analizaremos el efecto copycat, imitación o efecto contagio relacionado con la delincuencia y hasta qué punto pueden influir los mass media en la comisión de actos delictivos. 

Concepto y teorías

Desde que somos pequeños actuamos conforme a conductas que vemos en las personas de nuestro alrededor, en la televisión, etc. Recientemente, con la emisión de la serie “El juego del calamar”, hemos podido ver cómo han surgido varias noticias alarmando sobre la representación de esta serie en diversos colegios. Y es que, en esto consiste el efecto copycat o efecto contagio, en la imitación de actos de otras personas. Dicho efecto se traslada también al ámbito criminal, surgiendo así los copycat killers, copycat mass shotter, etc. 

Para poder explicar este efecto nos centraremos tanto en las leyes de la imitación de Gabriel Tarde, como en la teoría del aprendizaje vicario o social de Albert Bandura. 

Según Tarde, los sujetos que acababan cometiendo actos delictivos han aprendido esto en el ámbito social en el que se han desarrollado, puesto que este le predispone a la delincuencia. En 1890 este autor elaboró las leyes de la imitación, que eran tres:

  1. En las grandes ciudades se produce más este efecto debido a que la alta población provoca la imitación de forma más rápida. 
  2. Los sujetos que se sienten inferiores imitan a aquellos que consideran superiores. 
  3. Con el paso del tiempo la sociedad evoluciona y, con ello, también los hábitos delictivos como ocurre, por ejemplo, con la cibercriminalidad. 

Por otra parte, tenemos una teoría de la psicología del aprendizaje, formulada por Albert Bandura en 1977 que es la teoría del aprendizaje vicario o social. Esta teoría se centra en el modelado, es decir, en como los niños aprenden a hacer o no hacer algo que observan en sus modelos reales o simbólicos, como pueden ser sus padres, profesores, hermanos, etc. Lo importante es que esta teoría no solo puede aplicarse a los niños, sino también a los adultos y, como vemos, incluso en el ámbito concreto de la delincuencia. 

Parece razonable entender por qué los niños imitan conductas que observan en otros y que son reforzadas, sin embargo, ¿por qué un sujeto quiere cometer un acto delictivo sabiendo el castigo que ha producido en el modelo de referencia?

Copycat killers

A lo largo del tiempo, los asesinos en serie además de generar una gran alarma social, en muchas ocasiones han generado cierta admiración. Admiración que incluso puede traducirse en casos de imitación o copycat killers. 

Debemos tener en cuenta que el asesino imitador debe reunir un gran número de características que realmente se identifiquen con el asesino imitado. Es por esto por lo que realmente son pocos los casos verdaderos de copycat killers, ya que en muchos casos lo que ocurre es que simplemente ha inspirado al sujeto o lo ha influenciado. 

Por ejemplo, una de las características fundamentales es que el copycat killer debe tener la intención voluntaria y consciente de estar imitando a otro asesino, ya sea real o ficticio, pues también pueden imitar personajes de películas o libros. Habitualmente suelen imitar asesinos muy mediáticos, de tal forma que buscan y analizan su modus operandi para imitarlo e intentar evitar los errores que este cometió en su momento. Sin embargo, pese a intentar evitar estos errores, cometen otros que finalmente hacen que sean capturados. 

Dentro de las motivaciones que llevan a los copycat killers a imitar a los asesinos seriales tendríamos:

  • Búsqueda de la fama y notoriedad que tuvieron en su momento los asesinos a los que intentan imitar. Así, estos sujetos consideran que la atención mediática que obtuvieron los asesinos en su momento fue una recompensa a los actos criminales cometidos y quieren lo mismo. Además de esto, el propio hecho de imitar a un asesino en serie anterior ya puede ser considerado por el sujeto una fantasía en sí misma. 
  • Despersonalización del sujeto al imitar a otros asesinos, siendo esta la forma de adoptar una personalidad que justifique su comportamiento. Así, puede ocurrir que asumir la identidad de otro sujeto facilite la comisión de hechos violentos que de otra forma no realizarían.
  • Venganza, sobre todo en el caso de los copycat mass shotter, y en este caso la motivación coincidiría con la del asesino imitado. Habitualmente los asesinos en masa lo que quieren es devolver a la sociedad todo el dolor que considera que esta le ha hecho sufrir. 

Pueden diferenciarse dos tipologías de imitadores, pudiendo atender a su motivación (encontrándose admiración y notoriedad, imitar a un asesino para exculparlo o venganza) o la persona a la que imita (incluyendo personaje ficticio, otro asesino famoso, una pareja sentimental o de un igual).

Efectos de los mass media

En la actualidad, a través de los mass media podemos estar informados de todo lo que ocurre en el mundo, y eso incluye también la delincuencia, siendo uno de los ámbitos que más interés pueden llegar a suscitar. El crimen existe y existirá siempre, pero lo cierto es que los medios de comunicación que llegan cada vez a más personas o por más vías, pueden hacer que ciertos delitos lleguen a influir o inspirar a otros sujetos. 

Durante muchos años se ha hablado de un efecto contagio con respecto a los suicidios, los tiroteos masivos y la violencia de género, y esto podría encontrarse en aumento debido al gran impacto que tienen los medios digitales y, sobre todo, las redes sociales. 

El efecto contagio en el suicidio, también denominado efecto Werther, fue estudiado por varios sociólogos en 1970, concluyendo que la tasa de suicidios aumenta según el nivel de cobertura mediática que se le da al suicidio de una persona famosa. 

Actualmente, se estudia el efecto contrario, llamado efecto Papageno, que es cuando los mass media cubren de manera correcta un suicidio, de forma responsable. Lo que ocurre en estos casos es que tiene un efecto preventivo. 

Con respecto a la violencia de género, según algunos estudios, la probabilidad de que se cometan delitos de este tipo aumenta en gran medida tras haberse producido uno y haberse trasmitido por diversos medios de comunicación. Concretamente, Isabel Marzabal, tras realizar un estudio en el año 2015, concluyó que la probabilidad de que se cometa un feminicidio es 24 veces mayor cuando en los 10 días anteriores han aparecido en los medios de comunicación casos de violencia de género. 

Conclusiones

La realidad es que se han realizado pocos estudios sobre el efecto copycat en crímenes y, además, los que hay demuestran que son escasos los sujetos que realmente han querido imitar conscientemente a cierto criminal. Lo que sucede normalmente es que únicamente se han visto influenciados. Esto es debido a que habitualmente, los asesinos, concretamente, lo que quieren realmente es diferenciarse del resto debido a su narcisismo.

Sin embargo, en varias ocasiones ocurre que los medios de comunicación etiquetan de imitaciones algunos casos que realmente no lo son, ya sea por sensacionalismo o por desconocimiento.

Algunos imitadores que se pueden destacar son, por ejemplo, Heriberto Seda, que imitó al Asesino del Zodiaco de San Francisco, llegando a conseguir incluso el mismo apodo, pero de una ciudad diferente, Nueva York. 

Por otra parte, tenemos otro no tan conocido, como es Steven Miles, que imitó a Dexter, protagonista de una serie de televisión, apuñalando a su novia, descuartizándola y metiéndola en bolsas de plástico. 

En un estudio llevado a cabo por Ray Surette en el año 2002 en una población penitenciaria de jóvenes, encontró que el 26% de ellos habían realizado un delito similar a alguno que habían visto en medios de comunicación, pero realmente lo más común era copiar las técnicas de los delitos más mediáticos. 

Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, podemos concluir que los medios de comunicación pueden tener un gran efecto en los espectadores, pero lo cierto es que es un factor más que va a interactuar con muchos otros, como por ejemplo su motivación previa, su predisposición individual o el contexto social en el que se desarrollan. 

Ángela Martín García, psicóloga especializada en análisis de la conducta criminal Sec2Crime

BIBLIOGRAFÍA:

Bort L. & Ballester, M. (2017). Criminología Psicológica. Copycat: imitando al asesino. Archivos de Criminología, Criminalística y Seguridad Privada, 19, 69-82.

Helfgott, J. B. (2015). Criminal behavior and the copycat effect: Literature review and theoretical framework for empirical investigation. Aggression and violent behavior, 22, 46-64.

Surette, R. (2002). Self-reported copycat crime among a population of serious and violent juvenile offenders. Crime & Delinquency, 48(1), 46-69.

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Velasco, P. (2021). “Monkey see, monkey do”: ¿influyen los mass media en el efecto imitación? En Homo Criminalis. El crimen a un clic: los nuevos riesgos de la sociedad actual. (pp 93-112). Ariel