
Ramón Moreno Castilla
Así como en Egipto las esfinges nos muestran el pasado milenario y cultural de este país; ese mismo arraigo es lo que en la práctica representa el Reino de Marruecos como país para el resto de los países africanos en general y para el mundo árabe en particular. Un país, que bajo la égida del rey Mohamed VI está siendo todo un referente a nivel regional y mundial, no solo por las profundas reformas de todo tipo que ha acometido el Monarca marroquí que ha transformado a Marruecos en todos los órdenes: político, económico y social; sino además, porque a los ojos del mundo esta potencia del Magreb -junto con Argelia- y quinta potencia de África, es un país monolítico con un destino inequívocamente africano, y con una política exterior firme y dialogante, que hace lo que tiene que hacer en todo momento en defensa de sus legítimos intereses, y como abanderado de una política de cooperación dirigida hacia los países hermanos del continente africano, que proporcione seguridad, estabilidad, desarrollo y bienestar a los diferentes pueblos de África.
Así lo ha reconocido expresamente el ex presidente francés Nicolás Sarkozy que ha declarado recientemente que cuando los países árabes atraviesan por diversos problemas de orden político, con diferentes conflictos, que afectan a la seguridad en la zona, y continúa la estrategia de Argelia de crear fisuras en la integridad territorial del Reino, emerge firme y rocosa la posición de Marruecos, como garante de seguridad y estabilidad impulsando políticas integradoras y dialogantes encaminadas a no poner obstáculos para solucionar el llamado conflicto del Sahara. En este contexto se ha manifestado el presidente del Instituto Marroquí de Relaciones Internacionales (IMRI), Jawad Kerdoudi, que ha denunciado las declaraciones del primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, sobre la integridad territorial de Marruecos, que traducen la postura constante del poder argelino que apela al apoyo de las Fuerzas Armadas argelinas interesadas en perpetuar el problema del Sahara e impedir dar una respuesta definitiva a esta conflicto artificial.
Es importante resaltar, que en estos momentos de gran incertidumbre en Argelia el “aparato” se apresta a sustituir al presidente Abdelaziz Buteflika, aquejado de una irreversible enfermedad terminal, y Sellal, que ha sido designado secretario general del Frente de Liberación Nacional (FLN) y candidato a las elecciones presidenciales de 2019, está recabando ayuda de los militares que son los que verdaderamente gobiernan el país. Para ello vuelve a esgrimirse el recurrente asunto del Sahara y el apoyo de las FF.AA, interesadas en la confrontación y en la lucha armada, esgrimiendo la “amenaza marroquí contra Argelia”, que representa un Marruecos fuerte y cohesionado. Aunque en todo este asunto, subyace el contencioso histórico argelino-marroquí como telón de fondo. Ver al respecto, los artículos del autor: “Marruecos, Argelia, los referentes del Magreb”, y “Argel-Rabat, el eterno desencuentro”, ATALAYAR, 13 y 28 de agosto de 2014 respectivamente.
Aunque la realidad es, que en el asunto del Sahara se sigue “mareando la perdiz” por parte de las Naciones Unidas. Ahora resulta que el Secretario General de la ONU desea impulsar de nuevo las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario que, recuérdese, no es el único ni el legítimo representante del pueblo saharaui. Para ello, Ban Ki-moon ha enviado a la jefa de su Gabinete a los campamentos de Tinduf, lo que en principio estaba reservado solo y exclusivamente a su enviado especial. Pero esta vulneración de la norma parece estar relacionada por la “pérdida” de confianza del Polisario en Christopher Ross después de una supuesta “luna de miel” que han prefabricado y alimentado convenientemente los medios argelinos y el lobby anti marroquí en general.
El secretario general de la ONU, cuando le queda poco tiempo de mandato, parece jugar una nueva carta, probablemente la última, para encontrar una solución al artificial conflicto del Sahara. Ban Ki-moon envió, efectivamente el pasado domingo a su Jefa de Gabinete Susana Malacorra a los campamentos de Tinduf donde se reunió con algunos miembros de la cúpula del Polisario, especialmente con los miembros de la Delegación negociadora e incluso con el vitalicio “presidente” de la fantasmagórica RASD, Mohamed Abdelaziz, que ha vuelto a la escena después de un mes desaparecido de los campamentos, lo que ha alimentado el rumor de que el “padrino” argelino le habría ordenado mantenerse al margen del asunto, alegando “problemas de salud”, prohibiéndole incluso viajar al extranjero.
El viaje de Malacorra, cuanto menos inhabitual e inesperado que irrumpe en el contencioso saharaui abre un nuevo paréntesis en las relaciones entre la ONU y Argelia, y detrás de ella elPolisario, despuésdeque Ross pidiera a ambos “explorar” soluciones alternativas a la opción de independencia. Al término de su entrevista con el jefe vitalicio del Frente, la jefa de Gabinete de Gabinete de Ban ki-moon anunció una próxima visita del propio Secretario General al Sahara occidental marroquí para “intentar impulsar el proceso negociador” bloqueado desde hace años. A un año del fin de su segundo y definitivo mandato frente al organismo mundial, el Ban Ki-moon parece querer hacerlo, por lo menos, mejor que sus antecesores, lo que está por ver. En todo caso, y a la vista de lo que está pasando en la zona, sobre todo la creciente inseguridad, la única y verdadera solución al diferendo del Sahara es la propuesta por el Rey Mohamed VI de dotar al territorio de una amplia autonomía bajo soberanía marroquí. Fórmula que no solo ha sido considerada “seria y creíble” por el presidente de Estados Unidos, Barak Obama; sino hasta los propios saharauis la ven con buenos ojos, y una posibilidad efectiva de seguridad, de desarrollo y prosperidad para las Provincias del Sur.
Pero, para valorar el prestigio de Marruecos y su predicamento en la escena internacional tenemos que referirnos inexcusablemente a una trascendental decisión que ha tenido lugar en el seno de la ONU. En efecto, el representante de Marruecos en las Naciones Unidas, Omar Hilale ha sido elegido por unanimidad presidente de la III Comisión de la Asamblea General de la ONU, que entiende de los Derechos Humanos, Sociales y Humanitarios. La designación de este experimentado y prestigioso diplomático marroquí, que estaba destinado en Ginebra al frente de la Comisión de DD.HH de la ONU, consolida la dinámica nacional de Marruecos en favor de la Democracia, el Estado de Derecho y la defensa a ultranza de los DD.HH. Y pone de relieve asimismo, el fuerte anclaje del Reino de Marruecos sobre los pilares de los valores universales, de igualdad de sexos, pluralismo político, tolerancia, modernización, y en la coexistencia pacífica y el diálogo de civilizaciones. Ello evidencia también, la enorme y unánime apreciación de los países miembros de Naciones Unidas del inequívoco papel que juega Marruecos en el ámbito internacional en materia de Derechos Humanos.
Este nombramiento, pues, no ha sido una casualidad o un hecho aislado; sino el reconocimiento expreso de la defensa a ultranza que Marruecos hace del respeto absoluto de los Derechos Humanos. Ya lo decíamos en un artículo anterior (“Marruecos y el CNDH”, ATALAYAR, 28 de septiembre de 2013: “...Marruecos, una consolidada Monarquía Parlamentaria es considerado un país líder en el ámbito de los Derechos Humanos en el Magreb, en el mundo árabe y, por extensión, en toda África. De ahí el papel institucional del Centro Nacional de Derechos Humanos (CNDH), cuya bien ganada reputación viene dada por el buen hacer y el prestigio de sus fundadores y, fundamentalmente, por el empeño de Mohamed VI de dotar a su pueblo de las estructuras democráticas propias de un verdadero y auténtico Estado de derecho, en el que depuren responsabilidades y se esclarezcan hechos comprometidos para el buen nombre del Reino de Marruecos y de la gobernante Monarquía Alauíta...”
Llegados a este punto de transparencia, y en el deseo de Marruecos de reparar cualquier exceso habido en tiempos de guerra, el CNDH ha dejado patente su predisposición a recibir cualquier información veraz que proporcione elementos necesarios para profundizar en el establecimiento de la verdad. Al mismo tiempo este Organismo, independiente en materia de DD.HH, se ha puesto en contacto con familiares de las víctimas saharauis para someter los hechos a la Justicia ordinaria de acuerdo con la Legislación marroquí en esta materia. Recuérdese que auspiciado por Marruecos, precisamente, los días 27 y 28 de noviembre de 2014 se celebró en la ciudad de Marrakech el “Foro Mundial de los Derechos Humanos” (FMDH) al que asistieron numerosas personalidades y expertos de todo el mundo; y que constituyó no solo un hito en las prácticas poco democráticas de muchos países, sino un auténtico aldabonazo en las conciencias de todos los dirigentes de este continente convulso que es África.