‘Siempre Tánger’ y Charles Bukowski

José María Bartol Espinosa

Existe un excelente colectivo con más de nueve mil miembros hermanados por un “Al manar” común: su amor a Tánger. Se llaman “Siempre Tánger”. En el foro de Facebook exhiben más de 60.000 fotos diferentes de la ciudad sus alrededores y en general todo el norte de Marruecos.  Rincones desconocidos de Tánger, artesanía, productos típicos del Maghreb, usos y costumbres, cancioneros, la Medina y Kasbah, iglesias y mezquitas, barrios y gentes, playas y muelles. Proponen ideas para mejoras del foro, participar directamente en tertulias de cafés que pasan a ser un chat colectivo, links y enlaces a otras webs con total libertad de expresión, (aunque de esto último tengo mis reservas).

    El Colectivo “Siempre Tánger” es un muestrario de apellidos y nombres españoles junto con árabes marroquíes, una continuación de nuestra común historia (Tarik-mustarag). Mayormente son personas que nacieron en Tánger durante los años cuarenta hijos de padres republicanos que huyeron de la España Nacional al terminar la guerra civil.

    En el foro de “Siempre Tánger” pude conocer la historia del Boulevard Pasteur, ese corazón y arteria principal de la ciudad, fue allá por 1870 cuando toda la zona del actual Boulevar y sus alrededores eran huertas conocidas como “la Huerta del Señor Frasquito el Sevillano” . Antes de eso, en 1805 tras la derrota de Trafalgar, recaló en la bahía un marinero en barca de remos, a él se debe la construcción de la primera residencia extramuros de la ciudad en 1811 cosa que pocos tangerinos conocen, se trataba de un pabellón de una sola planta de estilo europeo situado debajo de lo que hoy día es el mirador del Boulevard y cuya fachada, que da sobre el patio lateral del Teatro Cervantes, se llamó “Villa Rosario”; por entonces los terrenos carecían de valor, el marinero se llamaba Antonio Núñez Reina y fue tío de Doña Esperanza Orellana propietaria del Teatro Cervantes, el precio que pagó el Sr. Núñez por estas tierras fueron 125 pts. Se dedicó al cultivo de frutales y legumbres que le aportaron buenos beneficios. Más tarde la familia Toledano adquirió las mejores parcelas de la explanada sin imaginar que se convertiría en la arteria principal de la futura ciudad moderna, fue en la tercera década del S-XX cuando empezaron a levantarse modernos edificios de tres y cuatro plantas con vistas al mar y la bahía; con los años las arenas doradas de caminos que descendían a la playa fueron trocándose en ríos de oscuro asfalto, así pasó con las calles principales de Estatutos, Fez, Bélgica,Viñas,Velazquez, De la Croix, Goya, etc… Lo que fue Kent, era un inmenso garaje de unos ingleses y frente a él, Saccone & Speed , y a su izquierda la casa de préstamos “Sasportes” a la derecha una joyería y el “Palais du Mobilier” y a continuación la Sinagoga judía haciendo esquina con la calle De la Croix….en la esquina de la c/ Velázquez se instaló el Correo Ingles que luego fue Estudio de France , se abrió la cafetería Paname y así poco a poco el Boulevar tomaba los aires de una gran ciudad, pronto el Saccone & Speed dio lugar a Galerías Preciados, y junto a Kent la perfumería Eva y el Palacio Indio de artículos variados y Madani en la otra esquina…. Y así toda la encantadora historia de ésta avenida a lo largo de los años treinta, cuarenta y cincuenta cuando Tánger era el refugio de escritores y poetas, novelistas, cuentistas y artistas de cine, músicos y directores arrebujados con agentes secretos, periodistas y espías. Todo un elenco de autores clásicos modernos del movimiento Beat entre los cuales cabe destacar a Burroughs que cuando bebía de más, siempre, disparaba a una manzana sobre la cabeza de su mujer, cosa que hizo hasta que la mato. El guaperas de Kerouac y el realismo sucio e indecente de Bukowski, que a pesar de ser el más irreverente de todos cuantos vivieron en Tánger, nos dejó un decálogo de principios propios del mejor humanista.

    Decía Bukowski: no seas conformista; ámate a ti mismo; vive la vida al máximo; no temas el dolor, sin él, no serias capaz de experimentar la felicidad; se tu propio yo único y exprésalo descaradamente en cada cosa que hagas; eres más fuerte de lo que crees; no temas a la muerte; ten confianza en ti mismo; hay cosas peores que la soledad; la vida pasa, no te la tomes tan en serio…..  Un mal de amores me había llevado a leer a Bukowski cuando tenía poco más de 20 años, acababa de publicar un libro titulado “la máquina de follar” (s.c.). Ignoraba su estancia tangerina y sobre todo no podía imaginar que uno de mis autores malditos preferido compartió conmigo plazas y calles, rincones y cafeterías del Tánger actual;  nadie como él supo hablar de los inadaptados y desesperados por el sufrimiento de la miseria y la ausencia de ilusiones. Los políticos de hoy día jamás lo entenderían, ellos solo conocen la miseria por las estadísticas, no saben llorar ante las cifras, una sonrisa de Charles Bukowski daba más resplandor que una lámpara y costaba mucho menos. Cuando el poder era ciego y los genios mudos, él luchaba por juntar ambos, los que podían con los que sabían. Murió casi con el siglo, de leucemia, apenas sin inmutarse. En el foro de Facebook de “Siempre Taáger”, se me ocurrió un día escribir aquella ridícula noticia según la cual, el Comité Moral de la Federación de Futbol Iraní consideraba que vestir unos pantalones amarillos con dibujos de Bob Esponja (¡Dios mío! Uno de los teleñecos favorito de mis nietos), era inmoral y por ello había sancionado a Sosha Makani portero del Persépolis de Teherán con 6 meses sin poder jugar(¿?)… luego supe que Makani, por lo visto, no era la primera vez que era sancionado por publicar fotos suyas consideradas “inmorales” en su país. Con todo ello se confirmaban dos cosas: primera qué ,  las autoridades iraníes están locas de atar y segunda qué, el portero Makani es un imbécil por creerse que vive en Francia o EEUU.

    No sé cómo ni porqué pero aquel comentario desapareció del foro en pocos minutos… El colectivo “Siempre Tánger” en su reglamento de grupo exigen para ser miembro, no sacar temas políticos ni deportivos para evitar discusiones internas (dicen). Cierto día colgaron –en plan recordatorio nostálgico-la fotografía de un cartel anunciador de un evento en el Tánger de los años 50 donde al lado de varias banderas europeas y norteafricanas, aparecía la bandera de la Republica representando a España(¿?);  escribí indicando que la retirasen de inmediato, que aquella bandera no era la de España pero no me hicieron ni puñetero caso. Resultó más cómodo y digno retirarme yo del Foro.

    Hasta hoy. Pero estoy convencido de una cosa, aunque hace 45 años que dejé de leer a Bukowski, no hay duda: la gente de “Siempre Tánger”, son buenas gentes, el raro soy yo.