
Volodímir Zelenski es el rey de la comunicación: ya ganó la guerra de contenido, de imágenes y de posicionamiento exterior dejando al descubierto las atrocidades cometidas por las tropas rusas en distintas zonas de Ucrania que prácticamente han barrido con ciudades enteras, en varias dejando además un reguero de cadáveres.
El presidente de Ucrania sigue dando la cara al Kremlin, no solo ha resistido casi dos meses de intensos bombardeos con artillería pesada, sobre todo misiles, sino que además condecora soldados ucranios y desde la trinchera de Kiev elabora sendos discursos para tocar la fibra más sensible de Occidente a través de mensajes telemáticos a los Parlamentos de un grupo de países.
El pasado 5 de abril habló en el Congreso de España –ante una audiencia abarrotada en el hemiciclo– con el Gobierno en pleno, legisladores, embajadores e invitados especiales y, por supuesto, prensa. Más de 650 personas escuchando in situ a Zelenski a través de varias pantallas distribuidas al interior del inmueble.
“Imaginen que las madres anotan en la espalda de sus hijos datos de contacto de familiares por si llegan a morir en un bombardeo; imaginen que la gente en Europa vive más de un mes dentro de un sótano… estamos en abril de 2022 pero parece que estamos en abril de 1937 cuando todo el mundo se enteró de la devastación en una de vuestras ciudades, en Guernica”, señaló el presidente ucranio en su discurso.

Sabedor de lo importante que son los medios de comunicación y de lo potente que es el mensaje a través de ellos y de las redes sociales, Zelenski ha participado en doce Parlamentos a los que ha llevado un mensaje sensible, casi siempre, cargado de un simbolismo propio de cada país.
Ante el Bundestag pidió a los legisladores evitar un nuevo muro con piedras que buscan derrotar a la democracia; en Westminster apeló al espíritu de Churchill que debió dirigir a la nación británica en la Segunda Guerra Mundial y ante el Congreso de Estados Unidos el líder ucranio dijo que él también tenía un sueño.
Prácticamente a todos les ha solicitado más sanciones contra Rusia para frenar los bombardeos y llevarlo a un cese al fuego y no ha cejado en pedir más armamento militar.
En particular ha buscado el cobijo de Israel –Zelenski es de origen judío– conminando a una condena contra Rusia por las atrocidades que están realizando en pleno 2022 con crímenes de guerra y de lesa humanidad; a la Knéset le demandó sanciones, al primer ministro Naftali Bennett le pidió prestada la Cúpula de Hierro y a las empresas de Defensa que le vendan el sistema espía Pegasus. Israel ha decidido no participar con nada.
Tampoco ha condenado las imágenes de cadáveres de civiles atados de las manos y tiroteados, ni otros civiles con el tiro en la nuca, ni las fotos de calles con civiles yaciendo en el suelo al lado de sus bicicletas o vehículos destruidos deliberadamente por la metralla.

La retirada de las tropas rusas de Kiev y de sus alrededores, para concentrarse en el este y en el sur de Ucrania, en la parte colindante a la frontera con Bielorrusia y Rusia y en la zona costera con salida al mar de Azov y al mar Negro, ha posibilitado el ingreso de la ayuda humanitaria, de los soldados ucranios y de oenegés para auxiliar a la población que llevaba semanas escondida sin comida, sin agua, sin luz y sin calefacción.
Lo que se han encontrado al entrar en muchas localidades alrededor de la capital son amasijos, edificios derruidos, zonas borradas a base de bombas, gente escondida en sótanos y cientos de cadáveres.
Zelenski denuncia a grito abierto “los mayores crímenes de guerra desde la Segunda Guerra Mundial” que deben ser investigados y castigados con determinación por las cortes correspondientes.
La ciudad de Bucha a 71 kilómetros de Kiev ha cimbrado con sus imágenes de civiles asesinados, torturados y muertos a quemarropa. En una fosa hallaron 340 cadáveres.
En su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, también el mismo 5 de abril, previo a su enlace con España, el mandatario ucraniano volvió a pedir unidad y una respuesta más vigorosa para detener a Rusia que ignora tanto a la ONU como a los acuerdos, tratados internacionales y a la propia Convención de Ginebra.
"Si esto continúa, los países confiarán únicamente en el poder de sus propias fuerzas para asegurar su seguridad y no en la ley o las instituciones internacionales”, aseveró enérgico Zelenski por videoconferencia ante la ONU.
Aprovechó su intervención para plantear una reforma que permita superar los vetos desde el Kremlin. El Consejo de Seguridad de la ONU está formado por 15 miembros, cinco son permanentes: China, Estados Unidos, Federación de Rusia, Francia y Reino Unido; y 10 miembros son electos cada dos años por la Asamblea General.
Tanto Ucrania, como Estados Unidos y otros países europeos, plantearon la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU; una propuesta que finalmente fue consumada y que nada tiene que ver con ser expulsado del seno del Consejo de Seguridad como algunos medios de comunicación han ventilado de forma confusa.

António Guterres, titular de la ONU, ha sido duramente criticado en diversos circuitos porque en el actual conflicto, anunciado desde el 4 de diciembre en el Washington Post, ha carecido de iniciativas para frenarlo. Ni siquiera en las mesas de negociación propuestas por Turquía en suelo turco, entre las delegaciones rusas y ucranias, la ONU ha estado presente fuese Guterres o Martin Griffiths recién nombrado por él para el papel de mediador de paz entre Rusia y Ucrania. Un cargo gestionado más de un mes después de iniciada la invasión.
Zelenski recuerda a la ONU que, si no muestra una mayor capacidad contra Rusia, el precedente será muy malo porque cualquier otro país podría seguir su ejemplo.
Además, denunció un genocidio en su país que va saliendo a la luz en la medida que los soldados rusos se repliegan para concentrar sus batallas en la región del Donbás y en ese corredor de la muerte Mariúpol agoniza porque no entra ningún tipo de ayuda humanitaria, ni alimentos, ni medicinas. Los soldados rusos han cercado la ciudad y aplican un cierre al estilo de Leningrado tratando de vencer la moral de la población y de los soldados ucranios.
Hay un horror, señala Olena Kurenkova, atrapada en Ucrania –junto con su familia–, ha ido huyendo de los bombardeos de las tropas, primero dejó Kiev para refugiarse en la casa familiar en Irpin a 50 kilómetros de la capital; luego el asedio fue mortal con bombardeos cada 15 minutos que obligaron a miles a huir hacia Polonia.
La periodista ucrania me comenta su odisea para sobrevivir ella y su familia: “Tras los intensos bombardeos en Irpin yo, mi mamá y mi abuela y la mascota, nos fuimos a Cherkasy para refugiarnos en casa de una amiga; mi papá, mi abuelo y mi hermano permanecieron en Iripin en nuestra casa materna. A mi hermano lo hirieron cuando intentaba moverse en su coche, él fue trasladado a un hospital en Kiev y a los pocos días una bomba destruyó nuestra casa”.
Kurenkova agradece que, tras varios días sin comunicación con los miembros de su familia, nuevamente están reunidos en Cherkasy a la espera de que su hermano salga del hospital.
“No es solo Bucha que estuvo un mes ocupada por los rusos, también es Irpin lo es Mariúpol, Járkov, Mykolaiv… son muchas ciudades y pueblos devastados por los rusos con un daño enorme a la vida humana. No logro comprender la razón por la que las tropas rusas se han ensañado tanto con nosotros, con la gente, con los civiles. Si en Bucha son centenares de cadáveres en Mariúpol son miles los muertos”, comenta consternada.
Mientras Zelenski se ha desplazado hasta Bucha para hablar con los supervivientes de la artillería rusa y habla de genocidio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reitera su posición al calificar al dictador ruso, Vladimir Putin, de llevar a cabo crímenes de guerra.

"Este hombre es brutal y lo que ha pasado en Bucha es indignante… todos lo hemos visto. Putin es responsable por lo sucedido y debe, por tanto, responder por esos crímenes”, apuntó.
El propio Josep Borrell, alto representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), dijo que Mariúpol es el Alepo de Europa y la Guernica de Ucrania destruida por crímenes de guerra y de lesa humanidad.
La ONU ha creado una comisión para investigar los posibles crímenes de guerra y otros abusos cometidos por los soldados rusos en territorio ucranio contra la población civil.
“La comisión debe recopilar, resumir y analizar pruebas de violaciones y abusos, incluido el género, así como registrar y almacenar sistemáticamente toda la información, documentación y pruebas, incluidas entrevistas, testimonios de testigos y pruebas forenses, de conformidad con los estándares del Derecho Internacional", explicó Federico Villegas, presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Hace unos días, España se unió a 40 países para interponer una denuncia contra Putin ante la Corte Penal Internacional como autor de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Se trata más bien de una condena moral y de un señalamiento mundial contra él, dado que Rusia no forma parte ni reconoce las atribuciones de dicha Corte con sede en La Haya, Suiza. Tampoco forman parte ni Estados Unidos, China, India, Pakistán, Turquía e Israel.
No obstante, de prosperar esta iniciativa múltiple, la Corte Penal Internacional podría ordenar que se le impida a Putin ingresar a los 123 países que lo conforman.
La Inteligencia militar de Estados Unidos cree que el presente y el futuro de las tropas estadounidenses pasa por mantener en el flanco este de la OTAN una serie de fuerzas rotativas en bases permanentes. Esto será anunciado en la reunión de la OTAN, en Madrid, en el mes de junio.
El propio Mark. A. Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, manifestó en comparecencia ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara que la presencia real de Estados Unidos en Europa “es un buen elemento de disuasión” ante las amenazas presentes.
La Unión Americana ya tiene unidades rotativas en las Repúblicas Bálticas y en Polonia. Desde el pasado 24 de febrero que arrancó la invasión rusa a Ucrania, las tropas estadunidenses han reforzado su flanco en el Báltico así como en Polonia, Rumania, Hungría y Eslovaquia. Hasta el momento tiene 100.000 soldados norteamericanos en suelo europeo.

"Mi consejo sería crear bases permanentes, pero no estacionarse definitivamente. Esto da el efecto de permanencia al hacer circular las fuerzas de rotación a través de estas bases permanentes. Al hacer eso, el Ejército no incurre en los costos de mudanzas familiares, intercambios postales, escuelas, vivienda”, aconsejó Milley.
En la misma comparecencia habló Lloyd J. Austin III, líder del Pentágono, quien aseveró que Estados Unidos está dispuesto a suministrarle más armamento a Ucrania y además predijo una guerra larga.
"Queremos asegurarnos de satisfacer sus necesidades y proporcionarles las cosas que son más útiles para su lucha. Las capacidades antiblindaje y antiaérea han sido efectivas al igual que el uso de vehículos aéreos no tripulados; una capacidad no anunciada es el uso de radios tácticas seguras que ha permitido a los ucranianos mantener el mando y el control durante las batallas con las fuerzas rusa”, comentó el militar.
Austin cuestionó la eficacia del Ejército ruso que ha mostrado al mundo los puntos débiles de una potencia nuclear: "Los rusos tienen una capacidad mecanizada significativa, pero si miras las técnicas y tácticas, los procedimientos que usaron no fueron muy efectivos. Eso cuestiona el entrenamiento, el liderazgo a nivel de suboficiales y su capacidad logística básica”.
Por su parte, Milley dijo al respecto que Estados Unidos ha entrenado a Ucrania desde 2014, lo mismo sucedió con las tropas afganas, pero cuando vieron la amenaza talibán de frente decidieron no pelear y rendirse. En cambio, los ucranios tienen un fuerte liderazgo.
“Zelenski tiene un gran liderazgo en esta crisis. También hay capacidad a nivel táctico en los capitanes, tenientes y suboficiales, ha sido muy importante esta capacitación en términos de mando tipo misión, de liderazgo de nivel subalterno distribuido y de cuerpo de suboficiales”, destacó Milley.
También los miembros aliados de la OTAN están dispuestos a darle más armas a Ucrania. El pasado jueves 7 de abril, en la sede de la OTAN, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, llegó con una agenda fundamental para pedir “más armas, armas y armas” para repeler a los rusos.
“En las recientes semanas, el Ejército y la nación ucranianos entera han demostrado que sabemos cómo luchar, sabemos cómo ganar, pero sin el suministro sostenible y suficiente de las armas que ha pedido Ucrania, estas victorias irán acompañadas de enormes sacrificios”, dijo en Bruselas y en presencia de Jens Stoltenberg, líder de la Alianza.
Ucrania, refirió Kuleba, requiere urgentemente de aviones, misiles antibuque, vehículos blindados personales y sistemas pesados de defensa aérea y tecnología novedosa militar.
“La mejor manera de ayudar a Ucrania ahora es proveerle con todo lo necesario para contener a Putin y derrotar al Ejército ruso en Ucrania, de tal manera que la guerra no escale a más. Creo que el trato que está ofreciendo Ucrania es justo: nos das armas, sacrificamos nuestras vidas y la guerra se contiene en Ucrania”, afirmó.
Recientemente, Alemania proveyó a Ucrania de armas antitanque, otros aliados de la OTAN han provisto misiles antiaéreos portátiles de corto alcance, radares, misiles antitanque, armas antitanque NLAW, miles de municiones, misiles Stinger y en la nueva entrega irán vehículos blindados, carros de combate, sistemas de defensa costera, sistemas antiaéreos de alcance medio; también carros de combate T-72 y drones porque está es la guerra de los drones, en la era de los drones, dado que han mostrado la eficacia logística primero con los Bayraktar (drones de fabricación turca) que han destruido bastantes carros de combate y tanques rusos.
Ucrania recibirá ahora un centenar de los potentes drones norteamericanos conocidos como “drones asesinos o kamikazes”, los Switchblades tienen tecnología de precisión.
La paz seguirá aguardando en un ‘impasse’ entre las conversaciones de las delegaciones rusas y ucranianas, el Kremlin señala que ha dado muestras de buena voluntad al retirar a sus tropas de Kiev y de sus alrededores y niega los crímenes de guerra en Bucha y en otras ciudades mientras intensifica su ofensiva en Mariúpol, Odesa y otras ciudades del sur y del este. Sigue planeando en el ambiente, entre acusaciones mutuas de Kiev y de Moscú, que alertan del posible uso de armas químicas contra los ucranios. La paz es una quimera.