Turquía: actor polifacético

El 3 de septiembre, el portavoz del partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), el que gobierna Turquía, anunció que no había habido "ningún avance concreto" en su solicitud de unirse a la alianza BRICS, pero que el proceso seguía su curso. "Nuestra petición sobre este tema es clara. Este proceso está en marcha en este marco, pero no hay ningún avance concreto al respecto", dijo Omer Celik, en declaraciones recogidas por Reuters.
Al día siguiente, un alto funcionario del Kremlin, anunció que Turquía, miembro de la OTAN, había solicitado su ingreso en el bloque BRICS de economías en desarrollo, instrumento con el que Rusia y China buscan contrarrestar la influencia global de Occidente. Yuri Ushakov, asesor de asuntos exteriores del presidente Vladimir Putin, dijo a los periodistas que Turquía había presentado una solicitud “para ser miembro pleno” del bloque que Rusia preside este año, y que tal propuesta será considerada.
El nuevo impulso diplomático de Ankara, refleja sus aspiraciones de “cuadrar el círculo”, al cultivar lazos con todas las partes en un mundo multipolar, sin dejar de cumplir con sus obligaciones como miembro clave de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, según declaraciones de portavoces, otro asunto es que dicho cumplimiento sea políticamente posible. Turquía, situada entre Europa y Asia, presentó hace unos meses la solicitud para unirse al BRICS entre otras motivaciones, por la frustración consecuencia de la falta de progreso en su intento, durante décadas, de adhesión a la Unión Europea. La solicitud también es, en parte, resultado de los desacuerdos con aliados de la OTAN después de que Turquía mantuviera estrechos vínculos con Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022 y en la guerra de Gaza amenazase a Israel.
La alianza BRICS fue fundada en 2006, está formada por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Etiopía, Irán, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Arabia Saudita han dicho que está considerando unirse, y Azerbaiyán y Malasia han presentado solicitudes formales Moscú y Pekín, en particular, están interesados en ampliar aún más el grupo en su búsqueda de contrarrestar el dominio económico occidental, y sería un gran golpe diplomático si Turquía, aliado de la OTAN y candidato a la membresía de la UE, se uniera.
Los BRICS se presentan como una alternativa a lo que sus miembros consideran instituciones dominadas por Occidente, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los nuevos miembros podrían potencialmente obtener acceso a financiación a través de su banco de desarrollo, así como ampliar sus relaciones políticas y comerciales.
El Partido AKP, que gobierna Turquía, ha acusado en numerosas ocasiones a los países occidentales de frustrar las aspiraciones turcas de contar con una industria de defensa autosuficiente y una economía fuerte. El presidente Erdoğan ha pedido reiteradamente una reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para ampliar el número de sus cinco miembros permanentes y también ha expresado su interés en unirse a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), creada por Rusia y China como rival de la OTAN. “No tenemos que elegir entre la Unión Europea y la Organización de Cooperación de Shanghái, como afirman algunos”, afirmó Erdoğan. “Por el contrario, tenemos que desarrollar nuestras relaciones con ambas organizaciones y con otras sobre una base de beneficio mutuo”.
Erdoğan ha calificado la creciente proximidad de Ankara a los rivales de la OTAN, en particular Rusia y China, como un activo para la Alianza y una forma de negociar la paz en varias regiones clave. Si bien Turquía y Rusia a menudo se encuentran a menudo en bandos opuestos de los conflictos, como en Ucrania, el Cáucaso, Siria y Libia, Erdoğan ha hecho todo lo posible por mantener una relación cordial con el presidente Vladimir Putin y posicionarse como mediador potencial en conflictos, como Ucrania, el Cáucaso, Siria y Libia, Erdoğan ha hecho todo lo posible por mantener una relación cordial con el presidente Vladimir Putin y posicionarse como un mediador potencial.
Sólo unos días antes de llegar a Washington para la cumbre de la OTAN de julio, Erdoğan estuvo en Kazajstán en la Cumbre de la OCS, lo que indica el deseo de Turquía de ascender a miembro permanente. Al margen de la Cumbre, Erdoğan se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, y con Putin.
La yuxtaposición de las maniobras de Erdoğan en Kazajstán con su comportamiento descarado y provocador en la Cumbre de la OTAN es clara. La acelerada búsqueda de integración de Turquía en estos bloques puede ser, en parte, una reacción emocional a el rechazo a la admisión en la UE, pero también es representativa de la cambiante visión del mundo de Erdoğan, que ha declarado públicamente que el centro de gravedad económico del mundo se está desplazando hacia el Este y ha reprochado la percepción limitada de Occidente de Rusia y China como adversarios. Turquía busca ser un actor importante en un mundo multipolar en lugar de un estado confinado y definido por las demandas políticas y económicas de las potencias occidentales.
La ambición turca es un reto para Occidente. El único país miembro de la OTAN con mayoría musulmana que se extiende a lo largo de Europa y Asia, con costas que abrazan los mares Mediterráneo y Negro y estrechos que conectan ambos. Es una geografía de vital interés estratégico, ya que la guerra de Ucrania se extiende al otro lado del Mar Negro, al norte de Turquía, mientras que la guerra en Gaza amenaza la estabilidad regional en Oriente Medio, al sur de Turquía.
No es la primera vez que Ankara amenaza la seguridad y la interoperabilidad de la OTAN. Entre 2022 y 2023, Ankara bloqueó el consenso de los miembros de la OTAN sobre el ingreso de Finlandia y Suecia. Esta decisión, fue simplemente una cuestión que Erdoğan aprovechó para coaccionar a Estados Unidos a autorizar la venta de aviones de combate F-16 a Turquía.
La discrepancia y el desacuerdo han marcado desde hace tiempo las relaciones de Erdoğan con Occidente, una truculencia que el presidente turco a veces exhibe con orgullo en el escenario internacional.