Opinión

El humo del vuelo inaugural del Miura 1 no debe cegar los ojos de PLD

PHOTO/PLD Space - El humo que ciega los ojos que recuerda la canción de los Platters ha llegado en forma de elogios, parabienes y aplausos, en algunos casos desmedidos, sobre PLD Space a raíz del vuelo del Miura 1
photo_camera PHOTO/PLD Space - El humo que ciega los ojos que recuerda la canción de los Platters ha llegado en forma de elogios, parabienes y aplausos, en algunos casos desmedidos, sobre PLD Space a raíz del vuelo del Miura 1

Alabanzas, elogios, enhorabuenas y aplausos han llovido a raudales sobre la empresa española PLD Space, su ilusionado y ahora eufórico equipo de profesionales y sus dos fundadores, Raúl Torres y Raúl Verdú, por el resultado del vuelo inaugural del micro lanzador Miura 1. 

Me relaciono desde hace muchos años con los dos Raules, como se les conoce coloquialmente en el sector espacial nacional, he tenido ocasión de hablar personalmente con ambos en numerosas ocasiones. He visitado la sede central de PLD en el Parque Empresarial de Elche ‒a escasos 20 kilómetros de Alicante‒, presenciado de manera directa los comienzos de la fabricación del Miura 1 cuando todavía tenía por nombre Arion 1 y seguido la evolución del programa.  

Me sumo a las felicitaciones por el satisfactorio funcionamiento en el despegue y ascenso del cohete suborbital Miura 1, un trascendental paso que abre el camino para validar gran parte del diseño y la tecnología para el pleno desarrollo del futuro lanzador Miura 5. Ese es el objetivo final de la empresa ilicitana: poner a punto un micro lanzador recuperable de dos etapas de propulsión, ‒con cinco motores en la primera y dos en la segunda‒, con capacidad para colocar en órbita satélites de hasta 300 kilos alrededor de la Tierra. 

PHOTO/JPons - La compañía que fundaron en 2011 Raúl Verdú (izquierda) y Raúl Torres (derecha) acaba de ver cumplida su primera gran meta con el despegue del Miura 1. En el centro, Ezequiel Sánchez, presidente de la compañía
PHOTO/JPons - La compañía que fundaron en 2011 Raúl Verdú (izquierda) y Raúl Torres (derecha) acaba de ver cumplida su primera gran meta con el despegue del Miura 1. En el centro, Ezequiel Sánchez, presidente de la compañía

El gran mérito de Raúl Torres, Raúl Verdú y su equipo es haber hecho realidad lo que en principio debía ser un cohete sonda totalmente español, haberlo rebautizado lanzador experimental y lograr probarlo con un alto grado de éxito. La clave está en su motor-cohete de propulsión liquida Teprel-B, que es la piedra angular sobre el que han basculado los grandes esfuerzos tecnológicos y económicos de la compañía.

El Miura 1 disparado en la madrugada del sábado, 7 de octubre, desde el campo de tiro de Médano del Loro, anexó al Centro de Experimentación de El Arenosillo ‒en la costa de Huelva‒ del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) es un demostrador tecnológico, cuyo resultado global sería de éxito parcial. Es lo que suele ocurrir con las misiones de calificación de los lanzadores primerizos, y es también la apreciación de varios expertos nacionales consultados y también la mía. 

Pero lo más importante es que el Miura 1 ha superado con creces la grave amenaza que siempre revolotea alrededor de cualquier ensayo de un nuevo vector espacial: evitar que explote en el preciso instante del despegue… o que haga ¡puf! durante su fase de ascenso.

PHOTO/PLD Space - El Miura 1 es el primer lanzador diseñado, desarrollado y fabricado por una empresa privada española, el primero en despegar desde suelo peninsular y el primero en ser propulsado por un motor cohete líquido
PHOTO/PLD Space - El Miura 1 es el primer lanzador diseñado, desarrollado y fabricado por una empresa privada española, el primero en despegar desde suelo peninsular y el primero en ser propulsado por un motor cohete líquido

Un éxito parcial

Uno u otro percance es lo que le ha ocurrido al nuevo cohete japonés H-3 en su primer vuelo ‒7 de marzo pasado‒, al Centaur V norteamericano durante su ensayo el 27 del mismo mes y, en varias ocasiones al potente Starship con el que Elon Musk quiere llegar a la Luna.

También hizo ¡puf! el primer Ariane 5 ‒el potente caballo de batalla de la Agencia Espacial Europea (ESA)‒, cuando despegó el 4 de junio de 1996 desde la Guyana francesa, desastre que presencié en directo. Y eso a pesar de la sobrada experiencia de la ESA en desarrollar grandes lanzadores y operar centenares de ellos.

Las sucesivas mejoras introducidas han permitido que el Ariane 5 haya estado en servicio casi 30 años ‒hasta julio del presente año‒, con sólo dos fracasos y tres decepciones parciales de un total de 117 disparos. No será el caso del Miura 1. PLD inició su andadura empresarial en 2011 partiendo de cero, por lo que el Miura 1 de una sola etapa de propulsión es un paso obligado para afrontar el Miura 5, de dimensiones y empuje mucho mayores que su hermano menor.

PHOTO/PLD Space - Las diferencias en dimensiones, capacidad de carga y empuje entre en Miura 1 y el Miura 5 son notables. El Miura 1 solo cuenta con una etapa de propulsión de un motor y el Miura 5 con dos etapas, de 5 y 2 motores, respectivamente
PHOTO/PLD Space - Las diferencias en dimensiones, capacidad de carga y empuje entre en Miura 1 y el Miura 5 son notables. El Miura 1 solo cuenta con una etapa de propulsión de un motor y el Miura 5 con dos etapas, de 5 y 2 motores, respectivamente

¿Qué hitos hay que atribuir al Miura 1 y a PLD? Hagamos un breve repaso. El Miura 1 es el primer lanzador diseñado, desarrollado y fabricado por una empresa privada española. El primero en ser lanzado desde suelo patrio y el primero en ser propulsado por un motor cohete líquido de origen también nacional (Teprel B). Pero no es el primero desde el que cohetes recuperables levantan en vuelo en Europa, por más que lo realce el Ayuntamiento de Huelva. Al menos en Noruega y Suecia hace años que viene ocurriendo. 

PLD y sus técnicos tienen que estar muy satisfechos por el hecho de que el vuelo no haya tenido ningún percance grave y por haber sacado adelante el proyecto con muy ajustadas ayudas oficiales y la financiación de empresas que han confiado en la tenacidad de los Raules. La compañía señala que lo ha conseguido con 65 millones de euros, algo insignificante si tenemos en cuenta las importantes ayudas gubernamentales que reciben empresas europeas con proyectos semejantes.

La misión del Miura 1 no puede calificarse de “redonda”, como suele ser habitual en los primeros ensayos de un nuevo lanzador, ya sea orbital o suborbital. Sin embargo, el comunicado oficial de PLD inmediatamente después del lanzamiento del 7 de octubre califica el vuelo del Miura 1 de “éxito”. Pero no todo ha salido a pedir de boca, a tenor de los datos iniciales del vuelo hechos públicos por PLD.

PHOTO/PLD Space - PLD tiene la intención de informar sobre los detalles de la misión del Miura 1. Sin fecha conocida, entonces se conocerán los motivos por los que el Miura 1 no alcanzó los 80 kilómetros previstos y se quedó en 46
PHOTO/PLD Space - PLD tiene la intención de informar sobre los detalles de la misión del Miura 1. Sin fecha conocida, entonces se conocerán los motivos por los que el Miura 1 no alcanzó los 80 kilómetros previstos y se quedó en 46

Un vuelo suborbital de 46 kilómetros de altura

Algunos importantes parámetros del vuelo del Miura 1 no se corresponden con las previsiones de la misión. PLD confirmaba el día 3 de octubre que Miura 1 tenía que “alcanzar una altura máxima ‒apogeo‒ de 80 kilómetros” y que el vuelo debía tener una duración de 12 minutos, es decir, 720 segundos.

Sin embargo, la información difundida por la compañía muy poco después de finalizar la misión arroja datos por debajo de los objetivos marcados. La altura máxima alcanzada por Miura 1 ha sido de 46 kilómetros y el lanzador ha permanecido en vuelo 306 segundos. En resumen, el Miura 1 ha cubierto el 57,5 por ciento de la altura que debía recorrer y ha permanecido en la atmosfera tan solo el 42,5 por ciento del tiempo programado.

Estoy convencido que ni los Raules ni los implicados en el proyecto se van a dejar encandilar por las alabanzas exageradas que gran parte de los medios de comunicación españoles y algunas autoridades nacionales prodigan. Transmiten la idea de que, de la noche a la mañana, España y PLD se han convertido en los paladines del sector espacial mundial.

Por ejemplo, la felicitación por Twitter del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que no se ajusta a la realidad. Califica el vuelo del Miura 1 como “un hito que posiciona la I+D+i de España a la vanguardia del transporte espacial”. Una afirmación exagerada, altisonante y fuera de lugar. Es evidente que España no se ha posicionado en ninguna vanguardia, y mucho menos del transporte espacial.

Tampoco es razonable afirmar, como recoge el comunicado de PLD del 7 de octubre que, con el lanzamiento del Miura 1, “España se convierte en el décimo país del mundo con capacidad directa al espacio”. Sencillamente, porque el Miura 1 ha cumplido una misión sub-orbital, ha llegado hasta los 46 kilómetros y ha quedado muy lejos de los 100 kilómetros, la línea imaginaría reconocida por la Federación Internacional de Astronáutica donde empieza el espacio ultraterrestre.  

PLD práctica el autobombo cuando asegura que el Miura 1 “afianza la posición de liderazgo de PLD Space en la carrera espacial global”. O cuando afirma que la compañía “genera una capacidad estratégica nacional y europea”. Eso ya se comprobará en el momento en que el futuro Miura 5 sea una realidad y cumpla las expectativas que en él se han depositado.

PHOTO/PLD Space - PLD inició su andadura empresarial en 2011 partiendo de cero. Es la razón de ser del Miura 1, un paso obligado para afrontar el Miura 5, de complejidad tecnológica mucho mayor
PHOTO/PLD Space - PLD inició su andadura empresarial en 2011 partiendo de cero. Es la razón de ser del Miura 1, un paso obligado para afrontar el Miura 5, de complejidad tecnológica mucho mayor

PLD señala que su despegue inaugural “será en 2025, para iniciar la actividad comercial en 2026”. Pero el salto tecnológico del Miura 1 al 5 es tremendo. Tenacidad no les falta a los Raules, ni tampoco un equipo técnico muy comprometido. Pero resulta muy, muy, muy difícil que dentro de poco más de dos años veamos despegar al Miura 5.

A mi modo de ver, hay que evitar a toda costa lo que se desprende de la famosa canción de 1933 que lleva por título original “Smoke gets in your eyes” ‒El humo ciega tus ojos‒, que los Platters hicieron famosa en 1959 y sigue siendo una joya melódica imperecedera ¡Disfrútenla!