Perú ganará apoyando el Plan de Autonomía de Marruecos para el Sáhara

Bandera marroquí en la ciudad de Dajla - PHOTO/ARCHIVO
Bandera marroquí en la ciudad de Dajla - PHOTO/ARCHIVO
Al correr como la pólvora, recientemente, la noticia del decidido apoyo del Reino Unido al Plan de Autonomía del Reino de Marruecos para el Sáhara Occidental, la porción más austral del territorio marroquí, la primera conclusión que salta a la vista es el incuestionable empoderamiento que ha logrado dicha propuesta de autoría del rey Mohamed VI, presentada a Naciones Unidas en 2007

Al cabo de 18 años de ser formulada de manera comprehensiva y ecuménica –por eso fue presentada a la ONU, el mayor foro político del planeta–, el plan ha merecido una respuesta altamente positiva de la comunidad internacional, al ser valorada en esencia por su extraordinaria dimensión pacífica e inclusiva –jamás sería impuesta por Rabat–, siendo ampliamente reconocida como una propuesta unilateral realista, seria y creíble, y cuya solución será la consecuencia de una negociación política mutuamente aceptable como bien lo ha subrayado Marruecos. 

Esa es la magia, a mi juicio, que explica las adhesiones o respaldos unilaterales a la propuesta de autonomía marroquí, la misma que ha venido siguiendo un decurso de imparables apoyos que podríamos calificar, sucesivamente, de ser progresivos, crecientes y abrumadores, por parte de los Estados miembros de la ONU, y que yo diría que son como una avalancha de manifestaciones soberanas de cierra filas con una iniciativa del reino marroquí que, por su propia naturaleza constitutiva, otorga gobierno administrativo para las poblaciones saharauis, dejando en manos del Reino, como corresponde, la soberanía sobre el Sáhara Occidental, que es el único escenario posible para conservar impoluta la integridad territorial de Marruecos. 

Nuestra diplomacia sabe de memoria qué significa políticamente para el Perú, mirando su vida internacional el referido empoderamiento de la propuesta de autonomía marroquí, por lo que, no puede darse el lujo de dejar pasar a las circunstancias de coyuntura y a la oportunidad, como perfectas premisas para una ecuación de proyección internacional peruana exitosa, el hecho de que el Reino Unido se haya sumado a Estados Unidos de América y a Francia, países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, de respaldar a Marruecos en su iniciativa y en el reconocimiento de su soberanía sobre el Sáhara como ha pasado con Washington y París. 

Perú ha dado el primer paso al suspender sus relaciones con la inexistente autoproclamada “República Árabe Saharaui Democrática” y esta sola medida califica sobradamente para que nuestro país siga los pasos de tres potencias mundiales, pero también para que no pierda el compás de Brasil, Ecuador, Panamá, Costa Rica, República Dominicana, etc., también plegados a la propuesta de autonomía. 

Si el ministro Schialer ha anunciado que Perú defenderá la tesis de las 200 millas de soberanía y jurisdicción –ojo no es mar territorial de 200 millas– en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, en Niza, poniendo al país a tono con la abrumadora adhesión a la Convemar, entonces, del mismo modo, calzará como anillo al dedo que Perú lo haga sumándose al mayoritario apoyo mundial a la iniciativa de autonomía sobre el Sáhara marroquí. ¡Ganaremos mucho, internacionalmente!

Miguel Ángel Rodríguez Mackay, excanciller de Perú e internacionalista

Artículo publicado en el Diario Expreso