Mauritania, confianza internacional y amplias perspectivas de inversión

Con la llegada del presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani al poder en Mauritania, el país africano y árabe de vasta geografía y ubicación estratégica entre el África subsahariana y la región magrebí, quedó claro que el presidente Ghazouani, proveniente de un ascenso gradual en cargos militares y de seguridad —Dirección de Seguridad, Estado Mayor, Ministerio de Defensa—, situó entre sus prioridades el enfoque en crear una situación de estabilidad interna, paralelamente a mantener relaciones exteriores equilibradas y controladas con los distintos países vecinos y socios internacionales en diversos ámbitos.
En un entorno inflamado en la región del Sahel, caracterizado por golpes de Estado, disturbios sociales y enfrentamientos con movimientos yihadistas armados, que ha llevado a una casi disolución del Grupo de los Cinco del Sahel, Mauritania ha logrado, con discreción, gracias a un enfoque basado en fortalecer la cohesión interna y reforzar y desarrollar sus relaciones exteriores, posicionarse como “el único superviviente” de la serie de convulsiones que han sacudido a los países del Sahel, con las consecuentes olas de violencia, migración irregular y fuertes crisis sociales.
El presidente mauritano Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, durante su primer y segundo mandato, ha centrado su acción en la doble vía de la calma interna y la mejora de las relaciones exteriores, transmitiendo mensajes tranquilizadores a todos, basados en la voluntad de establecer alianzas equilibradas, alejadas del lenguaje del enfrentamiento y la confrontación.
De este modo, Nuakchot ha logrado salir airosa de la trampa de su geografía —caracterizada por la naturaleza desértica y un vecindario convulso— para trazar las líneas de un enfoque de desarrollo y trabajar en abrir perspectivas económicas que refuercen la confianza de sus socios y la fe en el futuro, a través de la implementación de reformas estructurales en el marco de lo que el presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani ha denominado la “Estrategia de Crecimiento Acelerado y Prosperidad Compartida”, una estrategia nacional integral que busca alcanzar un desarrollo económico sostenible, justicia social y una gestión racional de los recursos, con especial atención a los jóvenes, las mujeres y los colectivos vulnerables, así como una gestión sostenible de los recursos naturales.

Mauritania ha ampliado además su apuesta por las energías renovables, especialmente la solar y eólica, al mismo tiempo que ha impulsado proyectos agrícolas e hídricos respetuosos con el medio ambiente, y ha intensificado las inversiones en sectores productivos, particularmente la energía, la agricultura, la pesca y la digitalización.
Esto ha derivado en diversos resultados, entre ellos la mejora del clima de negocios y el control de los equilibrios económicos, según informes positivos de socios internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional.
Todo ello ha generado una situación de estabilidad interna y ha conquistado la confianza de socios e inversores, lo que ha convertido a Mauritania, en los últimos años, en un invitado casi permanente y solicitado en los foros económicos mundiales.
Asimismo, las relaciones diplomáticas tranquilas y equilibradas con todos han hecho de Mauritania el país más propicio para la cooperación y el diálogo, manteniendo, pese al ambiente caldeado en el Sahel y las tensiones en el entorno magrebí, un espacio de cordialidad y primacía del lenguaje del diálogo, sin implicarse en las disputas entre los países de la región, aplicando una política de neutralidad positiva en la mayoría de las rivalidades entre sus vecinos.
Mauritania ha continuado aplicando políticas de manos tendidas para cooperar con socios internacionales, desde Estados Unidos hasta Rusia y China, pasando por los países de la Unión Europea, con los que Nuakchot ha reforzado sus relaciones económicas y de seguridad a través de la puerta española, el país europeo más cercano geográficamente a Mauritania, dado que comparte frontera marítima con las Islas Canarias, lo que implica retos en materia de migración irregular, contrabando y delincuencia transfronteriza, con sus repercusiones sobre la seguridad común mauritana, española y europea.
El presidente mauritano Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani subrayó en un encuentro que mantuvo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que el enfoque en la región no debe ser exclusivamente de seguridad, sino también de desarrollo, mediante el apoyo a las economías de los países africanos y la contribución a la creación de oportunidades de inversión, empleo, educación y salud.

El presidente mauritano tiene previsto un encuentro con el presidente del Gobierno de España y la presidenta de la Comisión Europea en la Cumbre de Sevilla sobre Desarrollo, lo que constituye una nueva oportunidad para reiterar el enfoque de seguridad y desarrollo que adopta Mauritania, el cual le ha permitido salir de las turbulencias de la región para reforzar la confianza internacional y abrir perspectivas de inversión.
Mohamed Lemine Khattary, periodista mauritano