El agua estrecha todavía más las relaciones entre Marruecos y España

Este crédito reembolsable desligado, con cargo al Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), permitirá que en las poblaciones de Zag, situada en el sur de Marruecos, y Moulay Brahim, a unos 55 kilómetros al sur de Marrakech, más de 21.000 personas pueden tener acceso al agua potable.
El proyecto consiste en la creación y mantenimiento, durante 5 años, de dos plantas de tratamiento por ósmosis inversa, que disminuye las sales minerales del agua para hacerla potable.
Según el comunicado del Ejecutivo español, “el proyecto es de importancia estratégica para España porque supone dar un nuevo paso en las relaciones comerciales con Marruecos, al aceptar financiar un proyecto en desligado, atendiendo sus peticiones reiteradas en este sentido, en un marco de colaboración financiera de hace más de 10 años”.

Este crédito pretende consolidar las relaciones comerciales entre ambos países, que rebrotaron en febrero de 2022, tras la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos en Rabat. En dicho encuentro, ambos países firmaron un protocolo financiero de 800 millones de euros para la ejecución de nuevos proyectos de empresas españolas en los sectores de la energía, el agua, el transporte y la logística, la industria agroalimentaria y la innovación. Marruecos es el principal socio comercial de España en África, ya que es el país de todo el continente al que más exporta. Además, es un país prioritario en la Estrategia Horizonte África, que fomenta la internacionalización de las empresas españolas en África.
El sector del agua es clave en el reino alauí debido al estrés hídrico al que está sometido el país de forma crónica y la dependencia de este bien preciado, tanto para el sector agroalimentario y turístico como para la propia supervivencia. El estrés hídrico se da cuando una región necesita más agua que la que posee. Así, según World Resources Institute, Marruecos llegará a un estrés hídrico altamente extremo antes de 2040.
En 2022, Marruecos experimentó la mayor sequía de los últimos 40 años. Así, el volumen de agua registrado en los embalses a nivel nacional fue el menor jamás registrado. Ello llevó al Ministerio de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural a adoptar medidas drásticas. Impuso restricciones a la irrigación para el año 2022-2023 ante la escasez de precitaciones, pudiéndose regar con el agua de las presas unas 417.000 hectáreas de superficie agrícola, un 74% menos que el año precedente. Ello se debe a que los embalses a finales de 2022, estaban llenos de media solo un 31%, lo que supone un 6% menos que en 2021.

La agricultura es clave en Marruecos ya que genera un 12% del PIB (Banco Mundial, 2021) y genera un tercio de los empleos. Si bien las exportaciones agroalimentarias batieron récords en 2022, superando por primera vez los 80.000 millones de dirhams, el agua es clave para poder seguir aumentando la producción agrícola.
El Ejecutivo marroquí es consciente de la importancia vital del agua en el sector económico. Por ello puso en marcha el Plan Nacional de Agua 2020-2050, con un presupuesto de 380.000 millones de dirhams, dónde está previsto incrementar y mejorar las infraestructuras hidrológicas, explotar capas freáticas y construir plantas desalinizadoras. Así, en 2023, se inaugurará la mayor desalinizadora de agua del mundo cerca de Agadir. Esta planta, que está siendo construida por la empresa española Abengoa, permitirá abastecer a la población local con agua potable y también irrigar las cosechas.
Por su parte, el rey Mohamed VI también está comprometido con esta problemática y, en octubre de 2022, fijó un plan ante el Parlamento de Marruecos para mejorar la crisis hídrica del país. Así, el soberano declaró que la innovación y la tecnología en el ahorro de agua, la explotación racional de las aguas subterráneas y la preservación de las capas freáticas y el fin del malgasto del agua eran prioritarios para poder solventar la escasez de agua en el país.