Fez, una de las ciudades más históricas y culturales de Marruecos

Desde que Idris II la fundó en el año 789, la ciudad de Fez ha sido escenario de una amplia amalgama de infraestructuras que recuerdan el legado histórico y cultural del país, y sobre todo, de aquellos que se asentaron por la zona.
Si alguien que no es autóctono hace un recorrido por la urbe, debe obligatoriamente contar con un guía para sumergirse en los estrechos callejones sin pasar por alto ningún detalle. O incluso evitar marearse de tanta vuelta.
Fez alberga espacios y lugares que son de obligada visita y que son muy atractivos para todo aquel que visite esta histórica ciudad marroquí.
A continuación, se describen algunas de las piezas arquitectónicas más pintorescas de Fez:
- Museo de Batha
- Universidad Alqarawiyyeen
- Bab Boujloud
- Dar Al-Magana
- Madrasa Bou Inania
- Zawiya de Moulay Idris II
Museo de Batha
El recorrido por la ciudad de Fez, para Maryam Amzian, guía turística de Culture Insider, comienza por el Museo Batha. Ubicado justo al lado del hotel Batha, abre de martes a domingo, desde las 10:00 hasta las 18:00. Cabe recalcar que actualmente está cerrado.
Según Museum with no Frontiers, en un inicio fue un palacio del sultán Hasan I que servía para invitados. Ya en el siglo XX, sirvió para alojar a la Alta Comisaría del Protectorado Francés. “Después se convirtió en un museo de arte autóctono. En la actualidad es el Museo Batha, un museo etnográfico y centro de actividades culturales”, explica Museum with no Frontiers.

La colección del museo consiste en azulejos, alfombras, instrumentos musicales, cerámica, madera tallada y bordados. Entre estas piezas, algunas tienen una antigüedad que data del siglo XIV.
El atractivo del museo no acaba ahí, sino que también reside en sus jardines andaluces. Tiene dos patios rectangulares que dividen el jardín en cuatro partes, además de dos galerías con flores y una fuente en el centro. Un estanque, unos techos decorados con motivos florales y geométricos y faroles de cobre.
Universidad Alqarawiyyeen
Reconocida por la UNESCO como la universidad más antigua del mundo, el siguiente destino es la Universidad Alqarawiyeen. Fue fundada y construida por Fátima Al-Fihri en el año 859 como una madrasa. Cuenta con una mezquita, varios institutos, una escuela coránica, una biblioteca y Dar Al-Hadith Al-Hassania.
Aunque no se permite la entrada a la mezquita a aquellos que no son musulmanes, los visitantes pueden disfrutar de la arquitectura de sus instalaciones y de los documentos históricos que yacen en la biblioteca.

Bab Boujloud
Para acceder a la parte antigua de Fez, es obligatorio pasar por Bab Boujloud. Según Morocco Tours Agency, otro de los lugares turísticos de obligada visita en la ciudad de Fez.
Construida en 1913 por orden del Protectorado francés, es una gran puerta de arco de herradura algo puntiagudo con una más pequeña a cada lado. Lo más característico de esta edificación es su llamativo color azul que cambia con la luz y el verde de su lado interior. Justo delante de la puerta, lo primero con lo que se topa la gente es la calle Rue Talaa Kebira, un zoco que recorre la antigua ciudad de este a oeste.

Dar Al-Magana
Una vez dentro de Rue Talaa Kebira, justamente en la zona sur de la calle, está situada la casa del reloj, mejor conocida como Dar Al-Magana. El sultán Abu Inan Faris de la dinastía Meriní ordenó edificarla en 1357, y fue el rey Abu Al-Hassan el que supervisó el proceso.
En el interior de la casa yace una clepsidra, es decir, un reloj de agua. Aunque su funcionamiento es un misterio, The Explorers indica que, “a partir de los vestigios aún existentes, de los que aún podemos observar en la fachada las 12 ventanas acabadas en arco, por las que seguramente aparecían autómatas, y las 12 plataformas sobre las que apoyaban 12 cuencos de bronce, parece deducirse que el reloj funcionaba según el sistema de las horas desiguales”.

Madrasa Bou Inania
Pasando por Dar Al-Magana, justo al lado, hay un portal que da la entrada a una madrasa que también ejerce de mezquita los viernes: Madrasa Bou Inania. Es un gran referente de la arquitectura de la dinastía Meriní por sus azulejos, su suelo de mármol o sus tejas verdes. La diversidad de sus materiales y trabajados diseños concluyen en una combinación elegante a la par que maravillosa.
Es una madrasa peculiar porque también hace de mezquita, dos edificios que usualmente están separados. Eso explica en parte por qué solo se puede acceder al patio de esta. La principal razón de por qué no está permitido entrar más allá del patio es porque sigue siendo un centro educativo en el que los estudiantes siguen aprendiendo sobre la religión musulmana y el Corán desde antaño.

Zawiya de Moulay Idris II
Cerca del mismo zoco de la ciudad antigua, entre sus callejones, descansa el fundador de Fez, Idris II en la Zawiya (mausoleo) de Moulay Idris II.
“El mausoleo forma parte de un conjunto urbano que consta de: Dar Al-Qaytun (‘Casa de la tienda’), la primera residencia de Mulay Idris, mentor de la construcción de la ciudad antigua; la mezquita de Al-Ashraf (‘los nobles’), lugar de oración del fundador de la ciudad; la fuente para las abluciones”, detalla Museum with no Frontiers.
En sus inicios fue una mezquita que sufrió distintas reformas y reconstrucciones por parte de distintas dinastías. Los wattasíes contribuyeron al esplendor del mausoleo cuando presuntamente descubrieron los restos de Idris II cinco siglos después, llevando a la gran reforma de Mulay Ismail.

La sala de oración está decorada con alfombras de diferentes colores y es accesible desde la puerta principal. El templo religioso es de los más decorados del país por sus estucos, mosaicos y azulejos. No está permitida la entrada a aquellos que no sean musulmanes, pero no hace falta ir al interior para admirar la belleza de esta mezquita que hace de mausoleo.