El “efecto Negreira” no funciona en Europa. El Barça queda manchado de por vida por los pagos al vicepresidente de los árbitros durante casi 20 años. Nunca sabremos si eso le sirvió para ganar Ligas o Copas.
Mientras alguien del club busca la excusa perfecta que explique ese comportamiento a lo largo de los años y de los presidentes, el club resucita a base de palancas por una lamentable gestión financiera.
Europa no es España. Competir más allá de nuestras fronteras se ha vuelto una empresa mucho más competitiva y 200 millones de euros en fichajes no hacen milagros. El Barça puede necesitar la Superliga para enjuagar su maltrecha economía, pero, hasta que eso llegue necesita dejar de coleccionar fracasos.
Dos años después, el Barça de Xavi ha sido eliminado de la Champions dos veces y de la Europa League otras dos. Hay quien dice que la temporada que viene será la definitiva con su asalto a su verdadera competición, la Conference League.
Fuera de bromas, el nuevo Barcelona de Laporta y Xavi es especialista en encontrar el lado positivo a las derrotas. Desde aquella derrota en la Supercopa ante el Real Madrid que celebraron por su buen juego a caer en Old Trafford ante el Manchester United y asegurar que ya están pensando en el próximo partido ante el Almería.
Ganar la Liga es la cortina de humo y de oro que puede salvar la temporada. Dado el estado económico y social en el que se encuentra el club, que “la pelota entre”, como dirían los doctos del fútbol, es el mejor remedio.
Xavi llegó con bajas a Manchester. Dembélé y Pedri son piezas demasiado importantes y el entrenador no es capaz de adaptar el sistema a los nuevos. Lewandowski marcó un gol tras un penalti a Balde que alguno creyó que había pitado el propio Negreira.
Ten Hag vive una segunda juventud en Old Trafford tras la salida de Cristiano Ronaldo. Se habla de que preparó este partido con Ferguson en una cena días antes. En club inglés quiere volver a la élite y ganar esta Europa League sería el camino indicado ahora que viven instalados en los primeros puestos de la Premier.
Fred anotó el empate nada más volver del descanso. Antony hizo el segundo y revolucionó a su equipo que hizo suya la segunda parte sin dar opción al Barça. Xavi metió a Fati y a Alonso en el tramo final a ver si sonaba la flauta.
El entrenador conseguirá echar a Fati del club con el trato que ha decidido darle. El heredero del 10 de Messi es un jugador a la deriva que no encuentra en el entrenador un guía para volver a ser ese goleador que se intuía y su entorno ya piensa en sacarle de allí.
Se acabó el viaje del Barça por Europa. El club tenía perfectamente presupuestado que no duraría mucho y, según cuentan, apenas será una pérdida de 5 millones de euros esta nueva debacle.
La liga es el gran objetivo, incluso la Copa por lo que supone ganar al Real Madrid las semifinales. Las aspiraciones del Barça han cambiado y puede dar gracias a que lucha por títulos después de todo, otra cosa es si lo hace con una competitividad artificial.
