Madrid albergó el evento Africa-Spain Cooperation Summit en el que se puso de manifiesto el gran potencial inversor que ofrece África para Europa y España.
En esta línea, Atalayar habló con Rosa Cañadas, presidenta de la Fundación Tanja, para analizar las oportunidades que ofrece el continente africano, en concreto Marruecos, para Europa y también en concreto para España.
Rosa, respecto a este tipo de conferencias, la Africa-Spain Cooperation Summit, ¿qué podemos esperar? ¿Cuál es el objetivo principal bajo su punto de vista?
Bueno, espero que esto lo que permita hacer es dar a conocer un poco mejor todas las oportunidades que hay en África y, sobre todo, quitar este miedo tan grande que tienen los empresarios de invertir en África, que es un poco absurdo porque África tiene actualmente la misma situación que tenía Sudamérica en los años 80 y 90, cuando las empresas españolas empezaron a invertir en masa. Y, a pesar de que había riesgo, evidentemente, lo que encontraron fueron oportunidades. Y esto lo podemos ver en la evolución que ha habido de las inversiones en América Latina. Yo espero que todos estos encuentros lo que permitan sea esto, dar esta otra visión de lo que es África en realidad, porque tenemos una visión que es muy sesgada.

Hay que actualizar la comunicación, tenemos un compromiso, una obligación, de contar lo que realmente es África ahora mismo.
Exactamente, pero también creo que hay una obligación por parte del país que mejor conozco, Marruecos, de los empresarios marroquíes, de venir más a hacer entrevistas y explicar lo que está pasando, porque es realmente una evolución increíble lo que está habiendo. Es decir, una transformación del país, una modernización, y que aquí no llega, no llega esa imagen. La imagen que nos llega es siempre una imagen como muy negativa, son percepciones siempre que son de inmigración, que son de pobreza, y que no es la realidad del país. Puede que sea una parte pequeñita de lo que pasa en el país.
Sobre todo, porque en África hay 54 países y no podemos meter a todos en el mismo saco, igual que en Europa alemanes, italianos, franceses o españoles, no somos lo mismo, con lo cual habría que diferenciar cada país.
Exactamente, y en África aún más, porque creo que hay distintas zonas, la zona que más conocemos por cercanía es el Mediterráneo sur, pero, evidentemente, como dices, son 54 países que no tienen absolutamente nada que ver y con situaciones muy distintas. Por lo tanto, evidentemente, esto nos va a llevar más tiempo, porque hay que ir conociéndolos poco a poco, pero creo que lo que tenemos que hacer es hacer es que estos países estén más presentes en nuestro día a día.
Hay países y zonas que están modernizándose, progresando. Un ejemplo de eso es Tánger. ¿Cuál es la labor que realiza la Fundación Tanja?
La Fundación, que en realidad es un “think tank”, lo que hace es intentar crear complicidad entre la sociedad civil de los dos países, a través de reuniones de muy alto nivel, donde damos a conocer a empresarios de sectores cercanos o de los mismos sectores, para que pueda haber una complicidad que permita llevar a más las relaciones comerciales que pueda haber. Este es uno de los objetivos de la Fundación. Y luego siempre cambiar esta imagen, yo he nacido en Marruecos, he nacido en Tánger, precisamente, soy española, conozco muy bien los dos países, y la realidad que yo he vivido, la realidad que yo vivo cuando voy allí, no tiene nada que ver con lo que aparece aquí en prensa. Por lo tanto, creo que esto es algo que tenemos que cambiar.
En Atalayar estamos en esa línea de dar a conocer cómo es el vecino, que es un socio estratégico. Juntos podemos hacer muchas más cosas que no estar siempre enfadados.
Bueno, es que, en las relaciones entre España y Marruecos hay un componente muy pasional, y ya sabes que las relaciones de vecino nunca son fáciles, siempre hay roces, pero yo creo que es evidente que nos necesitamos, y que por lo tanto tenemos que ir juntos, tenemos que ir juntos de la mano, y tenemos que cooperar cada vez más.
Además, porque ahí hay riesgos, por ejemplo, grupos terroristas en el Sahel, unidades de mercenarios rusos también, actuando por ahí de una manera un tanto “sui generis”, por no decir otra cosa. Tiene importancia la estabilidad en el norte de África, incluyendo Argelia, a la que habría que animar a que cogiera la mano tendida del rey Mohamed VI para así recuperar las relaciones. Esa estabilidad es fundamental también para España y para Europa.
Está claro, y yo creo que lo hemos visto con la maniobra de Estados Unidos, ¿no? ¿A qué país de África ha escogido? A Marruecos. ¿Por qué? Porque piensa que es un país que ha sido muy estable todos esos últimos años, y que tiene una muy buena penetración y relaciones con todos los países africanos, y, por lo tanto, le pueda ayudar un poco a centrar lo que está pasando, el tema de seguridad, el tema de cooperación…
Se conocieron las declaraciones del señor Feijóo, que dice que, si gana las elecciones, el primer país al que hará su visita exterior será Marruecos. Creo que eso da una continuidad que es muy importante en la relación entre los dos países.
Bueno, esto es un tema de Estado, ya no es un tema de Gobierno, ni de cualquier color que sea, es un tema de Estado, creo. Por lo tanto, me parece acertado que el señor Feijóo diga esto.
¿Alguna conclusión sobre la Africa-Spain Cooperation Summit?
Lo que diría es que ha funcionado y que efectivamente es positivo. Espero que empiecen a conocerse las oportunidades que hay, porque, como siempre digo, África es una necesidad para Europa, y, por lo tanto, tenemos que empezar a darnos cuenta de ello.