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Las Bolsas internacionales han vivido un lunes negro debido al temor a una recesión global y una crisis bancaria. La recaída de los precios del petróleo, la parálisis de Grecia y las dudas sobre la salud de algunos bancos europeos hundieron los mercados bursátiles y dispararon las primas de riesgo de los países de la periferia de la zona euro.
El Ibex se desplomó un 4,44%, su mayor caída en una jornada desde agosto, y se sitúa en niveles de julio de 2013. Ayer cerró en 8.122,10 puntos. En el año acumula pérdidas del 14,9%, con 15 de 26 jornadas en números rojos. En Europa, sólo fue superada en pérdidas por la Bolsa de Milán, que cayó un 4,69%. El DAX alemán perdió un 3,30%, el CAC de París un 3,20% y el FTSE de Londres un 2,71%.
En Wall Street, el Dow Jones frenó las pérdidas en la recta final de la jornada y cerró con una caída del 1,10% (177,92 puntos, tras llegar a caer más de 400 puntos durante la sesión), en 16.027,05 puntos. El selectivo S&P perdió un 1,42%, hasta los 1.853,44 puntos y el índice compuesto del mercado Nasdaq un 1,82%, hasta los 4.283,75 puntos. En Japón, el índice Nikkei cerró con una caída del 5,40%, en 16.085,44 puntos.
En Europa, las primas de riesgo de los países periféricos se dispararon tras el desplome del bono alemán un 26,4%, debido a la aversión al riesgo de los inversores, que se refugiaron en el bund germano como valor seguro. Así, el bono español marcó una rentabilidad del 1,75% y el diferencial con el bono alemán se incrementó en 18,5 puntos, un 12%, elevando la prima de riesgo hasta los 153 puntos básicos, a nivel de julio del año pasado. La prima de riesgo de Italia subió 21 puntos, hasta los 146, con una rentabilidad del bono a 10 años del 1,67%. La de Portugal subió 34 puntos, hasta los 317 puntos y una rentabilidad del bono del 3,38%.
La prima de riesgo de Grecia se disparó 70 puntos, hasta los 996 puntos, debido al temor a nuevas elecciones ante las protestas contra el Gobierno y al estancamiento de las negociaciones del programa de rescate, que provocó la huida masiva de los inversores. El bono a 10 años marcó una rentabilidad del 10,17%. En cuanto al petróleo, el crudo Brent cayó un 3,55% y cerró en 32,85 dólares. El petróleo Intermedio de Texas cedió un 3,88% y quedó en 29,69 dólares.