El comercio entre China y América Latina y el Caribe alcanzó un récord de 495.000 millones de dólares en 2022

América Latina sigue siendo un área clave de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda de China

REUTERS/Kim Kyung-Hoon - El presidente de China, Xi Jinping, durante la ceremonia de apertura de la primera reunión ministerial del Foro China-CELAC en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, el 8 de enero de 2015
photo_camera REUTERS/Kim Kyung-Hoon - El presidente de China, Xi Jinping, durante la ceremonia de apertura de la primera reunión ministerial del Foro China-CELAC en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, el 8 de enero de 2015

Como parte de los esfuerzos para construir cadenas de suministro globales más resilientes, la inversión china en América Latina y el Caribe, dentro de los ya diez años de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda (BRI, por sus siglas en inglés), continúa impulsando importantes proyectos de infraestructura y fomentando el comercio.

Desde su inicio en 2013, la BRI ha desempeñado un papel importante en impulsar el crecimiento económico mundial, con mercados emergentes exportando materias primas al país e importando productos refinados a cambio.

Sin embargo, la transición del país de una economía basada en la manufactura a una orientada a los servicios está reconfigurando los patrones comerciales con diversos mercados emergentes en el sudeste asiático. Al mismo tiempo, la competencia con Occidente hizo que la inversión china en Europa cayera un 22% el año pasado, ya que los países europeos bloquearon 10 de 16 acuerdos en tecnología e infraestructura.

En este contexto, la inversión de China en América Latina y el Caribe revela continuidad en su estrategia de la BRI en la región, así como una creciente determinación de competir.

Infraestructura y cadenas de suministro

Las bajas tasas de interés y la próspera economía china permitieron casi 1 billón de dólares en inversiones de la BRI en mercados emergentes alrededor del mundo entre 2013 y 2022. Sin embargo, la inversión anual se ha desacelerado de un máximo de 125.000 millones de dólares en 2015 a 67.800 millones de dólares en 2022, según el Centro de Finanzas Verdes y Desarrollo.

Esto ha abierto espacios para que otras naciones busquen capitalizarlos. En junio pasado, los líderes del G7 se comprometieron a recaudar 600.000 millones de dólares en cinco años para financiar infraestructura en países en desarrollo y contrarrestar la influencia de la BRI.
Sin embargo, siendo Sudamérica el centro de competencia global en cadenas de suministro de litio, alimentos y otras materias primas, China ha continuado expandiendo su presencia en la región.

En 2021, América Latina y el Caribe recibieron entre 7.000 y 10.000 millones de dólares de inversión china, con Brasil captando 5.900 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED), un aumento considerable sobre los 1.900 millones de dólares captados en 2020.  Argentina, Chile y Perú también recibieron flujos significativos.

Nicaragua y Argentina se unieron a la BRI en 2022, inyectando un nuevo ímpetu a la cooperación económica sino-latinoamericana y elevando el número de países en la región que han firmado documentos de cooperación a un total de 21 en el marco de la BRI; Brasil, México y Colombia son los principales países que aún no participan en la iniciativa.

Argentina actualmente está negociando una serie de proyectos de construcción no especificados con China para profundizar la cooperación. En enero, completó un intercambio de divisas con China por valor de 7.200 millones de dólares, y en abril, ambos países acordaron abandonar el uso del dólar estadounidense en su comercio bilateral.

En Perú, en mayo pasado, la empresa estatal china COSCO Shipping Ports anunció un compromiso de inversión de 3,600 millones de dólares para construir el megapuerto Chancay, después de adquirir el 60% del grupo minero peruano y subsidiaria de Glencore, Volcan Compañía Minera, en 2019. Se espera que el proyecto comience a operar en el cuarto trimestre de 2024.

Desde que se unió a la BRI en 2018, Chile se ha beneficiado de una serie de proyectos, incluyendo casi 8.000 millones de dólares en inversión en 2021, según la agencia gubernamental InvestChile.

Sin embargo, en abril, el Gobierno chileno anunció que planea transferir el control de su industria de litio de los gigantes privados SQM y Albemarle a una asociación público-privada de control estatal. Esto podría complicar las cadenas de suministro de China para este vital mineral utilizado en las baterías de vehículos eléctricos, así como los planes del conglomerado manufacturero chino BYD de construir una fábrica de 290 millones de dólares para producir cátodos de fosfato de hierro de litio en el país.

litio

Inversión en las TIC

A nivel mundial, China asignó el año pasado el 52% de los fondos de la BRI a la construcción y el 48% a la inversión, en comparación con el 71% y el 29%, respectivamente, en 2021, lo que sugiere un cambio hacia un desarrollo guiado por la inversión.

Sin embargo, en América Latina y el Caribe, China parece mantener la estrategia tradicional de la BRI de financiar proyectos de infraestructura centrados en materias primas.

En 2022, Sudamérica atrajo el 17,4% del financiamiento total de la BRI destinado a la construcción, superando ampliamente el máximo anterior del 6,9% en 2017. Sin embargo, atrajo el 8,1% del total de la BRI en el rubro de inversión, una marcada disminución comparado con el 19,1% alcanzado en 2020 en ese mismo rubro.

Si bien la inversión extranjera en la región ha estado centrada en materias primas durante mucho tiempo, los gobiernos de muchos países de América Latina y el Caribe están ansiosos por desarrollar otros sectores, incluyendo megaproyectos de transporte que mejoren la conectividad regional e internacional, así como el comercio y las TIC. Las telecomunicaciones y los centros de datos representaron 142.000 millones de dólares de la IED en la región en 2021, un aumento un 41% respecto al año anterior y equivalente al 18% del total.

La inversión en el sector de las TIC en Brasil aumentó un 155% en 2021 y está atrayendo el interés de empresas chinas deseosas de invertir en las florecientes industrias brasileñas de banca digital y tecnología financiera. La histórica visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a China en abril resultó en la firma de 15 acuerdos, incluyendo cooperación en semiconductores, ciberseguridad y comunicaciones móviles 5G.

La Unión Europea también tiene interés en desempeñar un papel central en ayudar a la región a adoptar nuevas tecnologías digitales. En marzo, estableció la Alianza Digital UE-América Latina y el Caribe para expandir la conectividad a través de inversiones, fortalecer la ciberseguridad y proteger los derechos digitales, en un intento de revitalizar su relación con la región y competir con China.

La alianza forma parte de la iniciativa Puerta Global de la UE, que busca fortalecer las conexiones en los sectores digital, energético y de transporte, así como fortalecer los sistemas de salud, educación e investigación en todo el mundo.

Tratados de libre comercio

China, ya es el principal socio comercial de América del Sur y el segundo más grande de América Latina después de Estados Unidos. El comercio de China con la región ha crecido de 12.000 millones de dólares en 2000 a 495.000 millones de dólares en 2022 y se espera que supere los 700.000 millones de dólares para 2035.

Según estadísticas de la Administración General de Aduanas de China, el año pasado China fue el principal socio comercial de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

Sin embargo, el creciente comercio de China con la región oculta discrepancias importantes. Por ejemplo, se espera que Brasil, Chile y Perú destinen más del 40% de sus exportaciones a China para 2035, pero se espera que el comercio entre China y México represente sólo el 15% del flujo comercial total de este último. México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos en el primer trimestre de 2023.

Estas discrepancias se reflejan en la lista de países que se han sumado a la BRI y han firmado tratados de libre comercio con China.

En mayo, China y Ecuador, país signatario de la BRI, firmaron un tratado de libre comercio que se espera impulsará las exportaciones no petroleras de Ecuador en los próximos 10 años entre 3 mil millones y 4 mil millones de dólares, según el Ministerio de Comercio de Ecuador. China ya es el mayor socio comercial no petrolero de Ecuador y el comercio bilateral alcanzó un récord de 13 mil millones de dólares en 2022, un aumento de casi el 20%.

China también tiene acuerdos de libre comercio vigentes con Chile, Costa Rica y Perú, y actualmente está en negociaciones con Uruguay, aunque esto podría molestar a sus principales socios comerciales Argentina y Brasil, y crear desafíos legales dentro de Mercosur, el bloque de libre comercio conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. En comparación, Estados Unidos tiene un mosaico de seis acuerdos de libre comercio existentes que en su conjunto cubre 12 países de América Latina y el Caribe, y la Unión Europea ha pasado 20 años negociando un acuerdo de libre comercio con Mercosur que aún no se ha ratificado.

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