Argelia entra en la lista negra para las inversiones de la Unión Europea
Argelia ahora forma parte de la lista de los países de “alto riesgo” por motivos de blanqueo de capitales y financiación al terrorismo. Como respuesta, los medios de comunicación argelinos afirmaron que el organismo europeo sigue una campaña de desprestigio en contra de su nación, acrecentada por sus tensiones con Francia y por su acercamiento con China, Rusia y Turquía.
Este posicionamiento tendrá consecuencias destacadas en sus relaciones comerciales, con sus mayores socios y con los Estados miembros de la Unión Europea, estas últimas cada vez más tensas y confusas en los últimos tiempos. No obstante, Argelia afirma haber aumentado y desarrollado sus esfuerzos en la lucha contra las actividades delictivas sobre el blanqueamiento de capitales y el financiamiento a grupos terroristas, y cómo estas acciones no son tomadas en cuenta por la Unión.
Igualmente, el periódico nacional Al-Khobar resaltó que, pese a que se trate de una medida técnica de Bruselas para proteger el sistema financiero europeo, ignora los numerosos esfuerzos en el campo práctico realizados por el país norteafricano, especialmente comentando cómo desde el año 2020 se han llevado a cabo reformas legales para mejorar la transparencia y batallar con las actividades ilegales que tiene su historial. Concretamente, se enmarcan la Ley sobre la Prevención del Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo del año 2021, mediante la cual se amplificaron los poderes de los órganos de información financiera y se fortalecieron los seguimientos de fondos. Otra iniciativa fue la de 2022 de crear un organismo nacional independiente para supervisar las finanzas y cómo luego en 2023 se mejoró el monitoreo de los movimientos de capital para evitar las evasiones.
Los efectos fundamentales que se han generado principalmente por esta inclusión son ocho: el primero es el incremento de las auditorías financieras a las transacciones, donde las instituciones europeas tendrán un rol más participativo. El segundo es que los procedimientos serán más estrictos y además podrían demorar y complicar las transacciones. El tercero se relaciona con cómo Argelia perderá atractivo para las inversiones extranjeras, provenientes tanto de Europa como del resto de países por el aumento de riesgos que representará el país para los capitales. El cuarto trata sobre el asunto de la financiación donde, a causa del aumento de los riesgos, se hará más complicado acceder a préstamos, financiaciones internacionales y negocios con bancos. El quinto aspecto gira en torno a las transacciones bancarias internacionales y a la falta de confianza y generación de vulnerabilidad en los bancos argelinos, obstáculos que pueden dificultar el comercio internacional a gran escala. El sexto aspecto se dirige al impacto que este anuncio tiene en la reputación global de Argelia como socio comercial y financiero confiable, así como la operatividad de sus relaciones económicas y diplomáticas. El séptimo aspecto explica cómo la inclusión en esta lista tiene como objetivo crear la necesidad de que los países optimicen sus marcos regulatorios y cumplan las normas, principios y leyes internacionales, así como combatir las problemáticas que surjan. El octavo y último tema trata sobre los nuevos desafíos que presentará el sector bancario argelino, donde tendrá que agilizar sus bases de datos y reforzar la cooperación con los organismos internacionales.
Se trata de un anuncio que viene después del periodo en el que Argelia se encontraba en la llamada lista gris del Grupo de Trabajo de Acción Financiera en octubre del año pasado por la falta de progresos de sus sistemas. Asimismo, se cree que hay dimensiones políticas involucradas en estas decisiones, tomando en cuenta los esfuerzos legales que el sector argelino ha tomado en los últimos años.
De manera general esta clasificación generará un incremento de los requisitos financieros y elevará el tiempo en las transacciones, lo que tendrá amplios efectos económicos y políticos en Argelia, a lo que el Gobierno argelino tendrá que responder con reformas y actitudes efectivas. Aunque se cuestionan los motivos geopolíticos y económicos de esta decisión, pudiéndose considerar como un instrumento para frenar las ambiciones regionales argelinas en África y en el Mediterráneo. Solo queda por observar cómo continuarán los diálogos y las alianzas tras este comunicado.
