Crece el volumen comercial entre Francia y Marruecos pese a las tensiones políticas

El comercio bilateral entre Francia y Marruecos marcha por buen camino a pesar de las tensiones políticas que han distanciado sus agendas en los últimos meses. Y es que, en comparación con el año anterior, el volumen comercial que une sus economías aumentó en 2022 un 24% hasta alcanzar los 13.400 millones de euros, de acuerdo los datos publicados por la Embajada francesa en Rabat.
El informe recoge que las exportaciones francesas a Marruecos se dispararon un 40%, ascendiendo hasta los 6.500 millones de euros, siguiendo la estela de las exportaciones marroquíes a Francia, que hicieron lo propio un 12% hasta rozar los 7.000 millones de euros. La delegación diplomática francesa en Rabat, que encabeza desde diciembre Christophe Lecourtier, describió los datos como una señal que “confirma una vez más la solidez de la asociación”.
El Ministerio de Exteriores galo subraya que París sigue siendo un importante socio económico de Rabat, a pesar de la creciente competencia en las áreas de comercio e inversión. Francia es, además, el primer inversor extranjero en Marruecos, por delante de España. Aunque el nuevo protocolo comercial suscrito por los Gobiernos español y marroquí en el marco de la duodécima Reunión de Alto Nivel, celebrada la semana pasada en Rabat, amenaza su posición.

El primer receptor de fondos de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) es también Marruecos, como quedó rubricado en diciembre de 2019, durante la última Reunión de Alto Nivel que mantuvieron los Ejecutivos francés y marroquí.
Pero las fluidas relaciones económicas no han sido suficientes para impulsar el reacercamiento diplomático. La decisión del Elíseo de reducir drásticamente la concesión de visados a ciudadanos nacionales de Argelia, Túnez y Marruecos, adoptada en forma de represalia por la falta de voluntad de sus autoridades consulares para readmitir a sus migrantes en situación irregular, agrietó sus relaciones.
“Desde su llegada a finales de diciembre de 2022 a Rabat, el embajador de Francia en Marruecos ha estado trabajando para aclarar el tema candente de los visados emitidos a ciudadanos marroquíes”, recoge Africa Intelligence. La ministra de Exteriores gala, Catherine Colonna, dijo haber tomado medidas con sus socios marroquíes “para restablecer una relación consular normal” en una rueda de prensa conjunta con su homólogo Nasser Bourita.

Colonna, que viajó hasta Rabat para preparar la inminente visita del presidente Emmanuel Macron, prevista en principio para inicios de 2023, transmitió a Bourita en su último encuentro en diciembre la intención de Francia de “estar en una relación de asociación ejemplar con Marruecos, una asociación excepcional, fraterna y moderna”.
Al tema de los visados se suma el expediente del Sáhara Occidental, sobre el que Francia ha mostrado una ambigüedad calculada. El Ministerio de Exteriores ha definido la propuesta de autonomía bajo soberanía marroquí presentada por Rabat en 2007 como una base para negociar, pero ha evitado cerrar filas con el Reino alauí de forma explícita como sí han hecho Estados Unidos, Alemania o España.
El plan de reconciliación histórico de Macron con Argelia levanta ampollas en Marruecos, un actor con quien compite por la hegemonía en el Magreb. Uno de los objetivos de su segundo quinquenio es relanzar sus relaciones con Argel, en un contexto marcado por las necesidades energéticas de Europa. Del avance diplomático en Argelia dependerá el rumbo que puedan tomar sus relaciones con Marruecos.