Implicaciones para Marruecos y ajustes políticos necesarios

El Mecanismo de Ajuste de las Fronteras del Carbono de la UE

El Mecanismo de Ajuste de las Fronteras de Carbono (CBAM) previsto por la UE, que fue acordado por la UE en diciembre de 2022, presenta uno de los componentes de un complejo marco de políticas y medidas destinadas a alcanzar el objetivo europeo de neutralidad de carbono para 2050. La política propuesta por la UE es un intento de mitigar la fuga de carbono mediante la imposición de un impuesto sobre el carbono a las importaciones de bienes procedentes de países con políticas climáticas menos estrictas que las de la UE. Al gravar los bienes importados en función de sus emisiones de carbono incorporadas, se supone que la medida igualará las condiciones para las empresas de la UE y disuadirá a los productores extracomunitarios de exportar a la UE, con una ventaja "competitiva", bienes intensivos en carbono. 
 
Aunque aún se están debatiendo muchos detalles relativos a la CBAM, su aplicación está prevista en dos fases, comenzando en octubre de 2023 con una fase piloto en la que una CBAM simplificada sólo exigiría obligaciones de información, seguida de una aplicación plena a partir de 2026, cuando entrará en vigor la obligación de adquirir certificados de emisiones de carbono. Inicialmente, la CBAM se aplicará a las importaciones de hierro y acero, aluminio, electricidad, determinados fertilizantes, cemento e hidrógeno. La decisión sobre la posible ampliación del mecanismo a otros productos, como los productos químicos orgánicos y los polímeros, está pendiente y se espera que se adopte antes de su plena aplicación en 2026.
 
Este documento se basa en los debates mantenidos durante un taller organizado conjuntamente por el Programa Regional de Seguridad Energética y Cambio Climático para Oriente Medio y Norte de África de la Fundación Konrad Adenauer (KAS-REMENA) y el Grupo Istiqlal en la Segunda Cámara del Parlamento marroquí el 7 de febrero de 2023.

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Impactos previstos de la CBAM en Marruecos
 
Los expertos coinciden en que la aplicación de la CBAM tendrá amplias repercusiones en la economía de Marruecos. La UE es el principal socio comercial de Marruecos, ya que representa más de la mitad de su comercio total y el 65% de sus exportaciones. Marruecos exporta principalmente a la UE productos agrícolas, automóviles, textiles, piezas aeronáuticas, pesca y fosfatos. Entre los efectos esperados de la CBAM se incluyen impactos potencialmente negativos sobre la competitividad y el volumen de las exportaciones marroquíes a la UE, particularmente en los sectores directamente cubiertos por la CBAM (especialmente fertilizantes en una fase inicial). Al mismo tiempo, la CBAM también podría ofrecer un incentivo para que Marruecos acelere su transición energética y medioambiental fomentando la inversión en energías renovables, apoyando la transición hacia el uso de energías basadas en renovables en la industria y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
 
Entre los retos que plantea a la economía marroquí la aplicación de la CBAM está el aumento de los costes de exportación de mercancías a la UE. El cambio a las energías renovables en los fosfatos y la industria requerirá inversiones que harán que se disparen los costes de producción y, por tanto, reducirán la competitividad de las exportaciones marroquíes. El Gobierno podría desviar parte de esos costes mediante ayudas directas a los bienes exportados. 
 
Es probable que la CBAM afecte a varios sectores clave de Marruecos. La industria de los fosfatos, especialmente la de los fertilizantes y la filial química -una de las principales fuentes de exportación de Marruecos- será una de las más afectadas debido a sus elevadas emisiones de carbono. El ambicioso plan actual de la OCP ("Office chérifien des phosphates", la empresa pública marroquí que supervisa la producción, transformación y exportación de fosfatos) de invertir 13.000 millones de dólares estadounidenses para alcanzar el 100% de neutralidad de carbono en 2040 sin duda hará que los productos derivados de los fosfatos sean más competitivos a largo plazo, pero mientras tanto, es probable que las exportaciones de Marruecos a la UE se vean afectadas negativamente, lo que repercutirá negativamente en su balanza de pagos y en la producción económica general. 
 
Mientras que los efectos directos se dejarán sentir en los sectores que dependen en gran medida de las exportaciones intensivas en carbono, como los fosfatos y el cemento, cabe esperar efectos indirectos para las industrias vinculadas a estos sectores, como el transporte y la logística, debido a los cambios en los precios y la demanda. El alcance del impacto dependerá de una serie de factores, como la intensidad de carbono de los productos exportados, el nivel de competencia en el mercado, la capacidad de las empresas para adaptarse e innovar en respuesta al nuevo entorno normativo y la voluntad del Gobierno de Marruecos de promulgar políticas de apoyo a las inversiones de la industria en los esfuerzos de transición hacia fuentes de energía bajas en carbono. Así pues, también se espera que la aplicación de la CBAM provoque una mayor competencia entre los exportadores marroquíes para acceder al mercado europeo en función de su capacidad para reducir la intensidad de carbono de sus productos. 
 
Además de los retos que plantea, la CBAM también presenta oportunidades para Marruecos. Los expertos ven en la CBAM una oportunidad que puede servir de incentivo para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono. Dado que la política encarecería relativamente los productos con altas emisiones de carbono, induciría un aumento de la demanda de productos con bajas emisiones de carbono. Por lo tanto, la política podría crear oportunidades para que Marruecos desarrolle sus propias industrias de bajas emisiones de carbono y reduzca las emisiones en sectores difíciles de reducir, aumentando el uso de energías renovables y tecnologías energéticamente eficientes. Los planes de transición hacia un modelo de producción con cero emisiones de carbono, como el Programa de Inversiones OCP 2023-2027 y su Visión Carbono Cero 2040, podrían permitir a la industria mantener su ventaja competitiva tras la aplicación de la CBAM. Los planes de transición energética requieren, sin embargo, importantes inversiones e innovación, así como el desarrollo de nuevos sistemas de certificación y supervisión para garantizar el cumplimiento de la normativa de la UE.
 
Marruecos ya ha invertido mucho en el desarrollo de sus capacidades en energías renovables y en la creación de los marcos políticos, legislativos y económicos necesarios. Así pues, cuenta con una base sólida y un marco ambicioso sobre los que construir una transición eficaz hacia una economía baja en carbono; también está bien posicionado para convertirse en exportador de energías renovables y de hidrógeno verde a la UE y a otros mercados, lo que dará al país norteafricano una ventaja sobre otros exportadores a la UE. 
 
Sin embargo, la dependencia de la trayectoria de las estructuras económicas actuales y los recursos relativamente limitados suponen un reto para impulsar esta transición en el plazo necesario. Para tener éxito y aprovechar sus ventajas, los responsables políticos y las empresas marroquíes deben establecer inversiones audaces en infraestructuras y tecnologías de transición energética, así como desarrollar nuevas asociaciones y colaboraciones con empresas y gobiernos de la UE. 
 
En general, es probable que las repercusiones de la CBAM en la economía marroquí sean complejas y polifacéticas, con los consiguientes retos y oportunidades.

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Opciones de respuesta para Marruecos
 
A la luz de los impactos potenciales de la CBAM en la economía de Marruecos, los expertos y ponentes han sugerido varias opciones para responder al nuevo mecanismo. 
 
Una posible respuesta es adoptar políticas climáticas más estrictas para minimizar los efectos de la CBAM sobre los exportadores marroquíes. La idea consiste en aumentar las inversiones en energías renovables y tecnologías energéticamente eficientes para reducir las emisiones de carbono incorporadas en los productos de exportación. Además, merece la pena estudiar la opción de aplicar mecanismos propios de fijación de precios del carbono, utilizando un seguimiento riguroso y objetivo, fácilmente reconocible por los socios de la UE como equivalente, lo que podría ayudar a evitar impuestos adicionales a través de la CBAM.
 
Marruecos también podría comunicar a la UE sus preocupaciones sobre aspectos concretos de la CBAM y sugerir adaptaciones que tengan en cuenta los retos para los países del Sur Global. Los expertos hacen hincapié en el concepto de Responsabilidad Común pero Diferenciada (CBDR), un aspecto importante en este contexto que debería abrir la posibilidad de proporcionar apoyo financiero a los países en desarrollo para que inviertan en adaptarse a la CBAM. Países como Marruecos también podrían negociar una exención o un tipo reducido para las exportaciones marroquíes a la UE o, al menos, una adaptación gradual que permitiera disponer de más tiempo del previsto en la CBAM, siempre y cuando dichas adaptaciones no amenacen la compatibilidad de la CBAM con la OMC. Deberían desplegarse esfuerzos diplomáticos para convencer a la UE de que reconozca los esfuerzos avanzados de Marruecos para reducir sus emisiones de carbono y apoyar la transición del país hacia una economía baja en carbono. Además, Marruecos también podría negociar acuerdos bilaterales con la UE para promover el comercio de productos y servicios bajos en carbono.
 
Por otro lado, Marruecos debería avanzar en la diversificación de sus mercados de exportación más allá de la UE mediante el aumento de las exportaciones a otras regiones, como África, América, Oriente Medio y Asia. Una política de diversificación reduciría la dependencia de Marruecos del mercado de la UE y también ofrecería oportunidades para que el país promocione sus productos y servicios bajos en carbono en nuevos mercados. Sin embargo, esta respuesta no debería ir en detrimento de los esfuerzos concertados para reducir la intensidad de carbono de las industrias marroquíes.

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Recomendaciones concretas para la adaptación a la CBAM
 
Más allá de las directrices generales sobre cómo responder a la CBAM - y dada la realidad de que la CBAM entrará en vigor inicialmente en octubre de 2023 - este documento también tiene como objetivo proporcionar recomendaciones políticas concretas para Marruecos sobre cómo prepararse y adaptarse a la CBAM. Dado que la CBAM debe considerarse como un elemento de un paquete más amplio destinado a la descarbonización, los responsables políticos marroquíes deberían reevaluar las estrategias de descarbonización existentes, especialmente en los sectores afectados por la CBAM, pero también más allá. Las estrategias existentes deberían actualizarse y recalibrarse con vistas a los nuevos retos planteados por la CBAM y hacia una aceleración general de los esfuerzos de descarbonización. 
 
Desarrollar y aplicar políticas específicas para apoyar a los sectores que puedan verse afectados por la CBAM: Los responsables políticos de Marruecos deben tener en cuenta el impacto potencial de la CBAM en industrias como las del cemento, el acero y la producción de fertilizantes, que se verán directamente afectadas. Mientras que las industrias relacionadas con los fosfatos pasarán por un proceso de "ecologización", los responsables políticos deberían utilizar el mismo modelo para desarrollar y aplicar políticas específicas de apoyo a los demás sectores, incluidas medidas para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el uso de fuentes de energía renovables. También se deberían establecer y apoyar los sistemas de certificación y supervisión necesarios. 
 
Elaborar una hoja de ruta para la descarbonización de sectores cruciales: Los responsables políticos deben elaborar una hoja de ruta exhaustiva para la descarbonización de sectores cruciales, aunque no estén directamente afectados por la CBAM, como la energía, la agricultura, el transporte, las industrias extractivas y otras. La hoja de ruta debería incluir objetivos claros, calendarios y medidas políticas específicas para alcanzar estas metas.
 
Reforzar el marco regulador para apoyar la descarbonización de los sectores clave: Para permitir un proceso acelerado de descarbonización, los responsables políticos deben revisar y reforzar el marco regulador, con el fin de establecer incentivos y proporcionar seguridad jurídica y visibilidad a las empresas. Deberían considerarse aspectos como la promoción del desarrollo de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la aplicación de prácticas sostenibles de uso del suelo.
 
Promover los esfuerzos de capacitación para apoyar la transición a una economía baja en carbono: Los responsables políticos deben promover la creación de capacidades para apoyar la transición a una economía baja en carbono. La formación y la educación de los trabajadores de sectores clave, el fomento de la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y su adaptación a las industrias, así como la mejora de los sistemas de certificación, supervisión y presentación de informes para hacer un seguimiento de los avances son algunas de las iniciativas que podrían adoptarse.
 
Fomentar enfoques innovadores para la descarbonización: Además de las medidas más tradicionales, los responsables políticos marroquíes también deberían explorar ideas innovadoras para la descarbonización, como la cooperación entre industrias y agricultores para secuestrar CO2 y vender créditos de carbono, así como crear los marcos normativos necesarios para estas colaboraciones innovadoras.
 
Aprovechar el sector de las energías renovables: Marruecos tiene una posición fuerte en el sector de las energías renovables, que puede aprovecharse para impulsar las exportaciones del país reduciendo la huella de carbono de la producción industrial. Así pues, los responsables políticos deberían seguir incentivando el desarrollo de las energías renovables, tanto con vistas a su uso interno como con el objetivo de transformar Marruecos de importador de combustibles fósiles a exportador de energías renovables. También deberían tomar las medidas necesarias (legislativas, reglamentarias y técnicas) para permitir que todas las empresas utilicen energías renovables. 
 
Invertir en eficiencia energética: El gobierno marroquí debe redoblar sus esfuerzos para ayudar a las empresas a mejorar su eficiencia energética. Reducir la huella de carbono sin dejar de ser competitivas (el argumento empresarial a favor de la sostenibilidad) y, al mismo tiempo, contribuir a las ambiciones más amplias de Marruecos en materia de eficiencia energética y suministro de energía sostenible es un planteamiento prometedor en este sentido. 
 
Reforzar las asociaciones con la UE para acelerar los esfuerzos de descarbonización: Los responsables políticos de Marruecos deberían colaborar con sus homólogos de la UE para reforzar y profundizar las asociaciones que apoyan la descarbonización de la economía. El compromiso podría incluir el intercambio de conocimientos y buenas prácticas, el desarrollo de proyectos e iniciativas conjuntas, así como el apoyo financiero a las medidas de eficiencia energética. Otra área en la que el apoyo financiero de la UE podría ayudar a Marruecos es la renovación de su infraestructura energética para minimizar las pérdidas de energía y adaptar las redes a la electricidad basada en energías renovables. 
 
Utilizar la CBAM como oportunidad para una comunicación política positiva en torno a la descarbonización: Un esfuerzo holístico de descarbonización en Marruecos requiere la participación de todas las partes interesadas. Por ello, los responsables políticos deberían centrar su comunicación en torno a la CBAM y la descarbonización en destacar el potencial empresarial que presenta la CBAM y cómo puede ayudar a la economía marroquí a acelerar su transición hacia una economía baja en carbono. Los argumentos empresariales a favor de la descarbonización deben apoyarse en argumentos económicos sólidos. Desde un punto de vista más amplio, la adaptación a la CBMA puede considerarse un apoyo a las propias ambiciones climáticas del país y a su reputación internacional, así como a la competitividad de su economía. Dadas estas ventajas potenciales, los avances en la descarbonización deberían presentarse como algo que realmente interesa a Marruecos, para que siga siendo un actor económico y político fuerte en la escena mundial.
 
 
 
Veronika Ertl es Directora del Programa Regional de Seguridad Energética y Cambio Climático para Oriente Medio y el Norte de África de la Konrad-Adenauer-Stiftung.
 
Dr. Lahcen Haddad es Experto en Desarrollo Internacional y Copresidente de la Comisión Parlamentaria Mixta Marruecos-Unión Europea. Es diputado del partido Istiqlal en el Parlamento marroquí. 
 
Ayoub Touati es Director de Proyectos y Comunicación del Programa Regional de Seguridad Energética y Cambio Climático para Oriente Medio y Norte de África de la Konrad-Adenauer-Stiftung.