El próximo 17 de diciembre Pedro Sánchez se reunirá con su homólogo marroquí, Saad-Eddine El Othmani, para tratar temas candentes como la inmigración o el conflicto del Sáhara Occidental.

España-Marruecos, perspectivas para el encuentro entre dos naciones amigas 

AFP/FADEL SENNA- - El Primer Ministro de Marruecos, Saad Eddine el-Othmani, y el presidente español Pedro Sánchez

Rabat acogerá la XII Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos el próximo 17 de diciembre. La última reunión de tal calibre se realizó en 2015 en la capital española y dio fe del interés mutuo en mantener unas buenas relaciones de vecindad.  

Marruecos es el segundo cliente de España fuera de la Unión Europea (UE), tras Estados Unidos. La cercanía geográfica le ha convertido en su primer socio comercial de las regiones de África del Norte (un 60% de las exportaciones totales españolas a la región fueron a Marruecos), y hasta un 45% de las exportaciones totales a África tienen como destino el reino alauí.  

AP/JAVIER FERGO -Migrantes se encuentran en el puerto de Arguineguin después de su rescate en la costa suroeste de la isla de Gran Canaria. 

España no es menos para Marruecos. Es su primer cliente mundial, muy seguido de cerca por Francia. Europa constituye un polo importante para la economía marroquí y viceversa. Así, disfruta de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, desde el año 2000, y de un Estatuto Avanzado desde 2008, el primer país en disfrutar de este marco privilegiado de relaciones políticas, económicas y sociales. 

Dada la relevancia recíproca a ambos lados del estrecho de Gibraltar, nuevos y a la vez viejos conflictos o roces rodearán el XII encuentro entre reinos. El océano Atlántico se alzará como el principal eje de la agenda a tratar: migraciones y Sáhara Occidental, fundamentalmente. 

Control de fronteras 

Sin duda, los movimientos migratorios desde el África atlántica hacia Canarias es uno de los temas que más preocupan a España. Así ha podido apreciarse tras el amplio despliegue de ministros entre Canarias, Marruecos y Senegal.  

AP/JAVIER FERGO -Migrantes sentados en el puerto de Arguineguin después de su rescate en la isla de Gran Canaria. 

Ya van cerca de 20.000 personas que este año han llegado a las costas canarias a través de la vía atlántica de entrada a Europa. Con origen en las costas marroquí, saharaui, mauritana, senegalesa o gambiana, la afluencia de la ruta ha aumentado en más del 1.000% respecto a las mismas fechas del año pasado.  

Los objetivos del Gobierno español han sido dos fundamentalmente: deportaciones a países de origen y refuerzo de seguridad de fronteras en dichas naciones. El primer objetivo se ha visto truncado por el cierre de fronteras que se mantiene debido a la pandemia actual de COVID-19. El segundo, ya se ha activado, con la visita del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a Marruecos y de la titular de Exteriores, Arancha González Laya, a Senegal, el pasado 20 de noviembre. 

Desde el año 2006 existe una cooperación en este sentido entre la Unión Europea y países del África occidental, con cierta cercanía a Canarias, y con fondos dedicados fundamentalmente a las guardias costeras para que frenen la afluencia migratoria.  

AP/JAVIER BAULUZ -Embarcación de madera utilizada por los migrantes de Marruecos en la costa de la isla de Canarias  

Actualmente, España dedica un total de 45,9 millones de euros para este fin, que durante el mandato de Fernando Grande-Marlaska se ha triplicado, según informa El País. La Guardia Civil, por ejemplo, cuenta con varios centros de coordinación en territorio extranjero, como en Mauritania y Senegal. 

Cerca de la mitad de migrantes llegados a costas canarias son jóvenes marroquís, según información que han difundido los medios –ya que Interior no ha aportado datos–, que se han visto afectados económicamente por la pandemia.  

Tras el encuentro entre Marlaska y su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, el pasado 20 de noviembre, nada claro ha quedado más allá de la relevancia del reino alauí en el freno de los flujos migratorios irregulares.  

Sáhara Occidental, punto caliente 

Tras saltar a la agenda mediática internacional por el bloqueo del paso de El Guerguerat, en la frontera del Sáhara Occidental y Mauritania, el Frente Polisario dio por terminado el alto el fuego acordado en 1991 con Marruecos. No solo esto es lo que hace del Sáhara un tema sensible para España sino también los intereses marroquís recogidos en el nuevo puerto de Dajla o los montes submarinos de Canarias, junto con la relevancia del banco saharaui en la pesca europea. 

En primer lugar, España siempre ha defendido una posición de apoyo a las resoluciones de la ONU respecto a la independencia del Sáhara Occidental. Sin embargo, el silencio de las administraciones españolas respecto a las responsabilidades que todavía se le atribuyen sobre el territorio –la ONU mantiene a España como potencia administradora– y la revelación de cables diplomáticos en 2007 entre España, Francia, Marruecos y Estados Unidos para promover una autonomía saharaui dentro del reino de Marruecos, hacen que la posición española sea más compleja que la simple aceptación de las resoluciones de las Naciones Unidas, que desde hace cinco años ya no abogan por un referéndum de autodeterminación, sino por una solución política pacífica y negociada entre las partes.  

Además, las relaciones entre reinos a ambos lados del Estrecho podrían verse salpicadas por la posición final respecto al Sáhara por parte de España y la Unión Europea. Y es que como ya se dijo anteriormente, la inmigración es un tema sensible del que Marruecos, como país de salida, tiene la llave. 

REUTERS/BORJA SUÁREZ -Embarcaciones utilizadas por los migrantes para llegar a las costas de las Islas Canarias.

Por otra parte, tanto España como la UE tienen fuertes intereses en la pesca que realizan en las costas saharauis y mauritanas. El banco saharaui es de especial relevancia para la UE pues es al que más recursos destina en materia de pesca. Así, ha acordado el pago de 61 millones de euros anuales a Mauritania y 50 millones a Marruecos, a cambio de que los buques europeos faenen en sus costas.  

España es una de las principales flotas pesqueras europeas, tanto en número de buques (8.000) como de capacidad (332.000). Y de ellas, las autorizadas para faenar, capturan el 90% del pescado en aguas saharauis. Territorio no autónomo, ocupado, como considera la ONU y Gran Región del Sur, como recoge el reino de Marruecos en su organización territorial.  

AFP/FADEL SENNA -Barcos de pesca atracados en el puerto de la principal ciudad del Laâyoune 

Tanto la migración como la pesca suponen fuertes intereses para los países europeos. No obstante, no son los únicos. Especialmente para España son sensibles la construcción del nuevo puerto de Dajla, Dakhla Atlantique, a 400 kilómetros de los puertos canarios de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, con una capacidad similar a la de este último y que supondría una competencia en el tráfico de contenedores de la zona.  

También, las riquezas minerales del monte submarino Tropic, a algo más de 250 millas náuticas de la isla de El Hierro, y por el que España ha solicitado a la ONU su ampliación a 350 millas náuticas. Pero también solicitada por Marruecos, tomando como propia la plataforma submarina del Sáhara Occidental.  

En cualquier caso, diversos puntos en los que tanto Marruecos como España están inmersos y que requieren de negociaciones entre reinos. Marruecos tiene la llave de las migraciones y de grandes recursos pesqueros que interesan a la UE y especialmente, por su cercanía, a España. La moneda de cambio han sido grandes cantidades de dinero, pero la reactivación del conflicto en el Sáhara puede alterar las relaciones con el reino alauí, dependiendo de la posición que tome España.