La coexistencia entre electrificación y combustibles renovables, clave para alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050

La Universidad Nebrija en Madrid acogió el I Encuentro Energía y Movilidad Sostenible, organizado por AEESCAM y Madrid Foro Empresarial, para poner en valor los combustibles y energías renovables de cara a la movilidad sostenible.
Atalayar pudo conversar con la experta Inés Cardenal Gortázar, representante de la Plataforma de Combustibles Renovables, para analizar este encuentro y las opciones existentes en el sector.
Inés, ¿le damos realmente la importancia que tiene? Entiendo desde mi punto de vista que es un asunto de seguridad nacional todo el tema de la energía, tal y como se está haciendo la transición o como se está organizando, se valora lo suficiente.
Desde la Plataforma para los Combustibles Renovables nosotros efectivamente creemos que uno de los grandes objetivos que debe tener Europa en esta transición es mantener nuestra seguridad de suministro.
Hemos visto después de la invasión de Ucrania lo dependiente que es Europa del exterior energéticamente y las consecuencias que eso tiene. Por tanto, esta seguridad de suministro debería ser muy tenida en cuenta en cómo se diseña la transición. Lo primero que hay que decir es que estamos absolutamente comprometidos con los objetivos de alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050 pero ese objetivo se puede llegar a él desde distintos caminos.
Por tanto, creemos que, combinando todas las tecnologías a nuestro alcance, una de ellas los combustibles renovables, conviviendo con la electrificación, estaremos más cerca de conseguir ese objetivo porque los combustibles renovables se van a fabricar fundamentalmente con residuos y, por tanto, estaremos aumentando nuestra independencia energética utilizando recursos autóctonos.
Además, para usar combustibles renovables no es necesario fabricar un coche nuevo.
Efectivamente, es la gran ventaja que tienen los combustibles renovables que son compatibles con toda la infraestructura que tenemos de fabricación en España con el sistema de refino más flexible y competitivo de Europa, pero además con la logística, con la distribución y con el parque automovilístico actual. Por tanto, podemos empezar a reducir emisiones ya de manera inmediata y progresiva para llegar a ese objetivo que, como digo, es la neutralidad de emisiones en 2050 que es un objetivo en el que todas las tecnologías tienen que jugar un papel.
Quizá hay demasiada ideología cuando serían los expertos los que tendrían que pesar más su opinión a la hora de tomar decisiones.
Se ha confundido el objetivo. El objetivo es la neutralidad de emisiones en 2050 y no la electrificación. Se está queriendo electrificar todo aquello que sea electrificable y se están dejando estas alternativas como los combustibles renovables exclusivamente para los usos no electrificables y cuanto más utilicemos todas las tecnologías a nuestro alcance como decías, cuanto más dejemos a la tecnología competir entre sí porque no sabemos además donde nos va a llevar la innovación y el desarrollo, pues más fácil será cumplir el objetivo y, sobre todo, estaremos cumpliendo las necesidades de todos los consumidores y de todos los sectores porque otro de los objetivos de la transición es que tiene que ser eficiente, justa e inclusiva.
Y luego para un nivel adquisitivo que sea de consumo general para la ciudadanía porque ahora mismo un coche eléctrico o un coche de hidrógeno es muy caro aparte de que debes tener una plaza de garaje en tu casa para recargarlo, etc. En ese sentido se ha centrado mucho en las subvenciones a un solo sector cuando si hubiera hecho un reparto más equitativo entre todos a la hora de hacer un mix hubiera sido mucho más viable. Entiendo, es una opinión, una pregunta.
Sí, nosotros creemos desde la plataforma en cualquier caso que no se tiene que plantear la transición como una guerra entre tecnologías. Esta plataforma no es una plataforma en contra del coche eléctrico. El coche eléctrico va a tener su uso, va a tener su hueco, pero efectivamente no es una solución para todos los consumidores como decías y algunos que ahora no pueden comprarse un coche eléctrico y con los combustibles renovables pueden reducir emisiones, pero sin necesidad de cambiar de coche.
En este sentido hay que tomar medidas también en el ámbito de la fiscalidad porque hoy por hoy la electricidad con la que recargas el vehículo eléctrico no paga los mismos impuestos que el combustible renovable. Ya no te digo el gas ni el gasóleo que lógicamente tienen que pagar impuestos, pero ahora mismo se está comercializando combustible 100% renovable que paga el mismo impuesto que si fuese 100% fósil. No tiene ningún sentido.

Ha mencionado usted la situación en Europa, la invasión rusa de Ucrania, la dependencia del gas, la dependencia del petróleo. En ese caso, producir electricidad nos ocasionará gastos o utilización de energías, de otras energías como los fósiles que pueden generar contaminación.
El sector eléctrico también está inmerso en su propia transición y sustituyendo fuentes de origen fósil por fuentes renovables. Ya no hay sectores energéticos estancos. El mundo va a ser multienergético y por tanto tenemos que ir apostando por que todas esas energías sean cada vez más sostenibles y ese es el proceso en el que estamos inmersos.
En su intervención en este primer encuentro de energía y movilidad sostenible ha hablado usted de los problemas de regulación para los combustibles.
Europa y España han optado por la electrificación como la vía prioritaria para descarbonizar. Eso está mandando una señal regulatoria incorrecta. ¿Para qué? Para desarrollar todas otras alternativas como pueden ser los combustibles renovables cuyo desarrollo evidentemente exige inversiones milmillonarias para transformar las industrias.
Inversiones que ya han empezado porque el compromiso por ejemplo del sector al que yo represento más allá de la plataforma que es la industria del refino en España esa transformación ya se ha iniciado, pero la regulación no está acompañando esa transformación. Están apostando por la electrificación y eso puede generar un problema en el medio o largo plazo de dependencia del exterior porque otro de los grandes retos de la electrificación es, por ejemplo, todos los minerales críticos para fabricar baterías concentrados en pocos países cuyo principal refinador de estos minerales críticos es China porque no diversificamos nuestros suministros, sino que al revés estamos haciéndonos más dependientes del exterior.
Si usted tuviera que dirigirse a los consumidores ¿se atrevería a hacerles una recomendación? ¿Qué coche se compraría?
Es muy difícil. Cada consumidor tiene unas necesidades y tiene unas circunstancias. Es que no es lo mismo vivir en el centro de una gran ciudad que vivir en un pueblo de la España vaciada. No es lo mismo un transportista de mercancías de larga distancia que un transportista de corta distancia. Precisamente nuestra propuesta es inclusiva porque lo que promueve es defender las necesidades de todos los consumidores y nosotros vamos a estar como industria refinera en la solución eléctrica porque tenemos la red de estación y servicio que vertebra todo el territorio nacional donde va a ser clave la instalación de puntos de recarga que ya se ha iniciado. Por tanto, dependerá mucho de las circunstancias de cada consumidor.