Iberdrola denuncia un intento de hacerse con la segunda eléctrica del mundo, desestabilizando la compañía española a través de un infructuoso intento de desacreditar a Ignacio Sánchez Galán.
Según fuentes de Iberdrola, “no permitiremos que quieran desestabilizar con mentiras, por el simple hecho de que la quieran quitar a los accionistas. Una empresa bandera española, que tiene 400.000 puestos de trabajo directos e indirectos, que acaba de lograr un contrato de 22.500 millones de euros en el Reino Unido y que es un ejemplo para todo el mundo”.
Ignacio Sánchez Galán ha logrado, por fin, ser recibido por el juez Manuel García-Castellón, tras pedirlo desde hace meses y con el fin de poder defenderse de las calumnias de las que se le acusa y denunciar que fue Iberdrola la espiada por una tercera persona cuyas intenciones es hacerse con la compañía propiedad de sus casi cuatrocientos mil accionistas.
En las grabaciones de Villarejo aparece un consejero de una empresa interesada en adquirir la eléctrica española de referencia. Y en la agenda de Villarejo éste anota “espionajes a Galán”. Para mayor abundamiento, Villarejo en su agenda añade que la Agencia Kroll le ha indicado que puede encontrar información sobre Galán en las valijas internas dado que no están protegidas. Villarejo también anota los movimientos de Galán tras espiarle de cerca en Zamora.
Probado que fue Galán el espiado, el Juzgado debe investigar quién era el cliente que contrató el probado espionaje de Villarejo a Galán. Villarejo anota sobre la obsesión que tiene su cliente con Ignacio Sánchez Galán. Deberían hacerse públicas las conversaciones grabadas, en poder de la Audiencia Nacional, que constatan la verdad.
Ignacio Galán condena los hechos contundentemente, tanto del espionaje que ha sufrido, como en cualquier caso cualquier línea delictiva en ese sentido.
Iberdrola contrató con una empresa legalmente constituida, con sede en Torre Picasso, y 30 empleados. En esa compañía trabajaba Villarejo. Es una más de los 18.000 proveedores de la eléctrica
José Antonio del Olmo, controller de Iberdrola, fue el que mantuvo una relación con Villarejo. Hizo un documento falso en connivencia con el notario Luis Ramallo y el excomisario Marcos Peña. Robó documentos de Iberdrola para dárselos a un medio de comunicación.
José Antonio del Olmo presentó una prueba que se ha acreditado que es falsa y está condenado. Falsificaciones y hurtos por los que ha sido condenado. Recientemente un medio de comunicación ha probado que tiene 42 inmuebles sin poder justificar su incremento patrimonial.
En las grabaciones no permitidas de Villarejo al jefe de Seguridad de Iberdrola, Asenjo, Villarejo se ofrece a éste con objeto de espiar a otro empresario y el señor Asenjo se niega a realizar tal acto delictivo.
El intento de desacreditar a Galán para desestabilizar Iberdrola y hacerse con ella ha ido demasiado lejos tratando de insistir en un acto que además está prescrito.
Ninguna. Es imposible que conociera con ese detalle facturas y, mucho menos, documentos que falsificaba José Antonio del Olmo, falsificador probado de presuntas pruebas y ladrón condenado.
Como hemos dicho, se ha acabado demostrando que la espiada fue… Iberdrola… con el fin de apropiarse y desacreditar a una de las empresas españolas más grandes internacionalmente
En las grabaciones de Villarejo aparece un consejero de una empresa interesada. Y en la agenda de Villarejo éste anota “espionajes a Galán”.
Villarejo en su agenda añade que la Agencia Kroll le ha indicado que puede encontrar información sobre Galán en las valijas internas dado que no están protegidas. Villarejo también anota los movimientos de Galán tras espiarle de cerca en Zamora. Y Villarejo también anota la obsesión de uno de sus clientes con Ignacio Sánchez Galán.