Infraestructuras, industria y capital humano, las claves de la modernización de Marruecos en los últimos 25 años

Un cuarto de siglo después de la llegada al trono de Mohamed VI, Marruecos ha registrado una modernización a todos los niveles que le he permitido elevar su nivel de vida; ahora, el reto es dar un nuevo salto adelante 
El rey Mohamed VI preside una sesión de trabajo sobre el sector de la vivienda y el urbanismo en el Palacio Real de Rabat - PHOTO/MAP
El rey Mohamed VI preside una sesión de trabajo sobre el sector de la vivienda y el urbanismo en el Palacio Real de Rabat - PHOTO/MAP 
  1. Mejora de sus cifras 
  2. Informe Centro Carnegie 
  3. Infraestructuras de clase mundial 
  4. Plan de Aceleración Industrial 
  5. Energías renovables y sostenibilidad 
  6. Gestión del agua 

El reinado de Mohamed VI en Marruecos se ha caracterizado hasta ahora por un notable impulso hacia la modernización del país, con nuevas infraestructuras, un impulso a la industria, una apuesta por la sostenibilidad y reformas para hacer frente a los desafíos sociales y económicos. 

El resultado es un país que ha avanzado notablemente en sus cifras desde entonces, convirtiéndose en una potencia económica en la región y situándose como un actor clave en las relaciones comerciales entre África y Europa. 

Mejora de sus cifras 

En 1999, año en que llegó al trono el actual monarca, el Índice de Desarrollo Humano (un indicador establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, compuesto por la esperanza de vida, la educación e ingresos per cápita) de Marruecos era de 0,511 puntos, lo que situaba al país en un discreto 112º puesto. La esperanza de vida era de 66,41 años; la tasa de mortalidad, del 6,5 por 1.000; y la renta per cápita, 1.514 euros. 

Un cuarto de siglo después, el IDH de Marruecos había subido hasta los 0,698 puntos. La esperanza de vida se había incrementado hasta los 75 años, mientras que la renta per cápita ya era de 7.216 euros (más del doble, descontando la inflación). Los años esperados de escolaridad se duplicaron y la tasa de pobreza absoluta cayó del 15,3 % a menos de 1,7 %. 

La mejora ha sido especialmente significativa en la población rural, que en 1999 representaba casi la mitad del total y en la actualidad asciende a un tercio. La electricidad y el agua potable han llegado ya a toda la población rural, mientras que en el año 2000 apenas alcanzaban a la mitad. 

Tren de alta velocidad marroquí Al Boraq- PHOTO/ATALAYAR
Tren de alta velocidad marroquí Al Boraq - PHOTO/ATALAYAR

Informe Centro Carnegie 

Un reciente informe publicado por el Centro Carnegie y firmado por el investigador de asuntos económicos Alexander Kateb señala que Marruecos ha logrado pasar de una economía de bajos ingresos a una de ingresos medios. 

Según el informe, el siguiente paso que debe dar el país es afrontar la transformación estructural, para lo que será necesario invertir en capital humano e innovación, fomentar un entorno empresarial más competitivo, asignar recursos financieros adicionales y participar un panorama geopolítico cada vez más cambiante. 

Autopistas en Marruecos - PHOTO/ARCHIVO
Autopistas en Marruecos - PHOTO/ARCHIVO

Infraestructuras de clase mundial 

El plan de modernización que ha puesto en marcha el rey Mohammed VI desde su llegada al trono y que ha sido desarrollado por los sucesivos gobiernos, ha contado con el establecimiento de nuevas infraestructuras de clase mundial como una de las claves. 

La construcción de instalaciones como el puerto de Tánger Med le ha permitido a Marruecos dar el salto adelante y participar en las cadenas de valor globales, atrayendo inversión extranjera y convirtiéndose en un agente comercial de gran importancia por su ubicación estratégica en la puerta del Mediterráneo y como punto de paso entre Europa y África. 

Desde principios de la década de 2000, el país ha desarrollado su hasta entonces limitada red de autopistas hasta los 1.800 kilómetros. Actualmente se están desarrollando nuevos proyectos que permitirán ampliar esta red hasta los 3.000 kilómetros en 2030. 

Por otro lado, la construcción de las distintas fases del puerto de Tánger Med, desde el año 2007, ha permitido situar a Marruecos como un actor imprescindible en el comercio de la región. Tánger Med ya es el primer puerto del Mediterráneo en tránsito de contenedores y es un catalizador para la economía del país. 

Marruecos también ha sido pionero en la construcción de líneas de ferrocarril, con el primer tren de alta velocidad del continente africano, que va a ampliarse para unir las principales ciudades, y también ha apostado por el transporte aéreo, con la construcción de nuevos aeropuertos y la ampliación de los ya existentes. 

Puerto de contenedores de Tánger-Med en Ksar Sghir - REUTERS/YOUSSEF BOULLAL
Puerto de contenedores de Tánger-Med en Ksar Sghir - REUTERS/YOUSSEF BOULLAL

Plan de Aceleración Industrial 

Como respuesta a la crisis económica de finales de la primera década del siglo XXI, Marruecos apostó por una estrategia industrial que se basaba en el fomento de las exportaciones. Así, el Plan de Aceleración Industrial 2014-2020, apoyado en el Laboratorio de Crecimiento de la Universidad de Harvard, se basaba en las infraestructuras de reciente creación, como Tánger Med, para impulsar el crecimiento de la economía, especialmente en sectores caracterizados por la tecnología como el del automóvil y el aeroespacial. 

Para ello, se establecieron las llamadas Tánger Med Zones, unos espacios industriales y logísticos en torno al puerto, que convirtieron a la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas en la principal zona franca industrial del continente africano. 

El establecimiento, en esta zona franca, de grandes multinacionales del sector del automóvil como Renault o el grupo PSA, han convertido a Marruecos en el mayor productor y exportador de automóviles del continente, por delante de Sudáfrica, y ha atraído a numerosas empresas internacionales de fabricación de piezas de automóviles, como Valeo, Yazaki y Sumitomo. 

Los beneficios de la industria del automóvil se han reflejado en el desarrollo de la economía de Marruecos: entre 2010 y 2019, la participación del sector manufacturero en la inversión extranjera directa aumentó del 15 al 37 %. 

Complejo industrial de Renault en Tánger, Marruecos - PHOTO/FILE
Complejo industrial de Renault en Tánger, Marruecos - PHOTO/FILE

Energías renovables y sostenibilidad 

Otra importante apuesta de Marruecos durante los últimos años ha sido la adopción de la Estrategia Energética Nacional, con el objetivo de reducir las importaciones de energía y lograr un modelo de crecimiento más sostenible. 

Esta estrategia se basa en tres pilares: aumentar la capacidad de las energías renovables, mejorar la eficiencia energética y mejorar la integración regional. En 2015 se fijó el objetivo de alcanzar el 52 % de energías renovables en el ‘mix’ energético para el año 2030, ampliando el objetivo inicial que era del 42 %. 

De momento, las energías renovables representaron en 2023 el 37 % de la capacidad instalada de generación de electricidad en el país, fundamentalmente la energía eólica y la hidroeléctrica. 

También en el campo de las energías renovables, Marruecos ha construido el complejo de energía solar concentrada de Noor, el más grande del mundo, que ha contado con una financiación público-privada de 3.000 millones de dólares, en la que ha participado, entre otros, el Saudi Aqua Group. 

Por otro lado, la estrategia de transición verde pasa por la descarbonización de las industrias del cemento, el acero y los fertilizantes. Un reto para Marruecos si quiere mantener su competitividad y el acceso al mercado europeo, que va a imponer aranceles a los productos intensivos en carbono, como los fosfatos, de los que el país es uno de los principales productores mundiales. 

Y no hay que olvidar el papel que puede desarrollar el país en la producción de hidrógeno verde y su posterior integración en los procesos industriales. 

Planta de energía solar concentrada (CSP) Noor 1, a unos 20 km (12,5 millas) de la ciudad de Ouarzazate, en el centro de Marruecos - AFP/FADEL SENNA
Planta de energía solar concentrada (CSP) Noor 1, a unos 20 km (12,5 millas) de la ciudad de Ouarzazate, en el centro de Marruecos - AFP/FADEL SENNA

Gestión del agua 

Una de las últimas apuestas de Marruecos, subrayada por el propio rey Mohammed VI en su discurso conmemorativo del 25 aniversario, es la gestión del agua, fundamental en un país que sufre periódicamente de prolongadas sequías. 

Con este objetivo se puso en marcha el Plan Nacional de Gestión del Agua 2020-2050, dotado con más de 40.000 millones de dólares, de los que 13.000 millones están asignados para el periodo 2020-2027. De este montante, Marruecos aportará el 60 %, mientras que el 40 % restante será sufragado por inversores privados. 

Planta desaladora en Marruecos - PHOTO/ARCHIVO
Planta desaladora en Marruecos - PHOTO/ARCHIVO

El plan prevé la construcción de nueve plantas desaladoras hasta 2030, que elevarán el número de estas instalaciones hasta las 20 en el territorio marroquí, con una capacidad total de 1.400 millones de dólares. 

Además, se prevé mejorar la capacidad de almacenamiento de agua dulce acelerando la construcción de presas y estanques y aumentando la proporción de aguas residuales reutilizadas después del tratamiento.