El acuerdo se produjo apenas un día después de que Teherán cortase el suministro a Bagdad por el enorme monto de deuda acumulada

Irán reanuda la provisión de energía a Irak

photo_camera PHOTO/REUTERS - Una vista del caos de cables de la distribución de electricidad de un generador en Najaf, Irak

El ministro de Energía iraní, Reza Ardakanian, encabezó una delegación de alto nivel que visitó este martes a su vecino Irak, país que acumula miles de millones de dólares en facturas de gas impagadas a Teherán, que durante años ha expresado sus quejas al respecto.

El lunes Teherán cortó el suministro de energía a Bagdad por los atrasos lo que puso en alerta al Gobierno iraquí ante el miedo de que aumentara la presión ciudadana debido a los cortes de electricidad. 

La Compañía Nacional de Gas de Irán (CNGI) dijo en un comunicado que la deuda actual es de más de 6.000 millones de dólares por lo que reducirá su suministro gasístico de cinco a tres millones de metros cúbicos. 3.000 millones de dólares han sido bloqueados en el Banco de Comercio de Irak, la principal entidad financiera pública, y el monto restante aún no han sido pagados en su totalidad por el Ministerio de Energía iraquí.

El impago supuso el incumplimiento del acuerdo energético firmado por ambos países en junio de este año y que nació con la intención de extenderse lo que quedaba de 2020 y todo el año 2021, el acuerdo de mayor duración firmado hasta la fecha. 

A pesar del gran monto de deuda acumulada, la visita tuvo como fin llegar a un acuerdo que permitiera reanudar el suministro de gas de Irán a Irak, lo que finalmente sucedió, aunque no se ha especificado cómo Bagdad hará frente a la deuda y la reducción anunciada por la CNGI pone en serios aprietos a Irak.

El ministro iraní se reunió con su homólogo iraquí, Majid Hantoch, el primer ministro Mustafá al-Kazemi y el gobernador del Banco Central iraquí, Mustafá Mekhif, ya que en teoría Irán recuperaría su dinero a través de las instituciones bancarias públicas para evitar las sanciones estadounidenses. 

Durante década los iraquíes han sufrido cortes de energía de hasta 20 horas en algunas áreas del país. El precio de la electricidad se ha disparado paulatinamente a la par que una de sus peores crisis económicas avanzaba y se devaluaba la moneda nacional. Con sus propios recursos naturales, Irak solo produce 16.000 MW, una muy lejana a la demanda estimada de 24.000 MW que en verano alcanza los 30.000 MW. 

A su débil situación fiscal se le suma el costo de los 12.000 millones de dólares anuales de subsidios a la electricidad, que suponen un gasto astronómico para el Gobierno iraquí.

Además de la escasez energética el país tiene que hacer frente a grandes desafíos como el terrorismo, la corrupción, la falta de alimentos básicos. Problemas algunos de los cuales han sido agravados por la pandemia. 

El ministro iraní también aprovechó su visita para anunciar que la Alta Comisión Conjunta de Cooperación Económica y Comercial entre Irán e Irak se llevará a cabo en las próximas semanas en Teherán tras una pausa de 6 años. 

El ministro de Energía de Irán, Reza Ardakanian
Los recelos de Washington

La cooperación energética entre los dos países de Oriente Medio no es del agrado de Estados Unidos, que tiene en Irán su mayor rival regional y a cuyo sector energético impuso sanciones en 2018.

A pesar de su oposición a la firma del acuerdo de junio, en reiteradas ocasiones Washington ha permitido a Irak la importación de energía iraní mediante la exención de sanciones por periodos de 90 a 120 días. Sin embargo, la última exención, otorgada en noviembre, solo concedió 45 días. 

En mayo de este año el ministro de Finanzas iraquí expresó que la intención del Gobierno era cumplir con las sanciones de EEUU a Irán y dejar de importar electricidad y gas del país persa. No obstante, no especificó a partir de cuando dejarían de hacerlo y tanto el acuerdo de junio como el del martes pone en tela de juicio sus palabras. 

Irak es un país sumamente dependiente de Irán no solo en electricidad sino también en la importación de alimentos. Para reducir esa dependencia en mayo de este año selló un acuerdo energético con Arabia Saudí, pero aun así, por el momento, tendrá que seguir manteniendo una buena relación con Teherán.

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