La crisis económica podría alcanzar cifras históricas si el presidente turco no cambia sus planes sobre la economía

La lira turca alcanza mínimos históricos tras la reelección de Erdogan

REUTERS/Murad Sezer - Oficina de cambio de divisas en Estambul, Turquía
photo_camera REUTERS/Murad Sezer - Oficina de cambio de divisas en Estambul, Turquía

Era el peor escenario para los mercados turcos. La cotización de la lira turca se debilita frente a las principales monedas en la primera jornada de reapertura de los mercados tras la ajustada victoria de Recep Tayyip Erdogan. La moneda ha llegado a cotizar en 20,0559 liras frente al dólar de los 19,9727 del cierre del pasado viernes, y 21,6394 en cuanto al euro frente a las 21,3739 de cotización del viernes. Cifra histórica para el país otomano donde en los últimos 5 años su moneda ha ido perdiendo un 77% de su valor.

Los datos llegan en las peores proyecciones de los economistas tras el trazado poco ortodoxo del presidente turco en sus políticas económicas. Erdogan subió las tasas de interés para contrarrestar la inflación, pero produjo todo lo contrario en un país que ronda ya un 44% de la inflación.

Renovado el mandato con el 52% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales frente al 48% del opositor Kemal Kiliçdaroglu, Erdogan tiene en la crisis económica que ha generado durante su mandato el principal reto político. “Estamos diseñando una economía centrada en la inversión y el empleo, con un equipo de gestión financiera de reputación internacional", afirmó Erdogan en su discurso de una renovada victoria al reconocer que la inflación es su principal problema. Pero las inversiones necesitan algo más que eso.

Erdogan representa, de cara a los mercados financieros, la antítesis de la ortodoxia financiera. Sus experimentos económicos, al margen de disparar la inflación, han conllevado un hundimiento de las reservas de divisa foránea, y el Banco Central turco ha tenido que invertir decenas de miles de millones de dólares para apuntalar la lira, sin que con ello hayan evitado que ésta se desangrase en los últimos dos años”, comenta el analista geopolítico y colaborador de Forbes, Aleix Amorós, en una conversación con este medio.  

“Sin embargo, el mercado sí cree en que cesen esas erráticas políticas macroeconómicas, entre otras cosas porque los recursos internos del país son cada vez menores. Si se perpetúan los altos niveles de inflación, el gasto asociado en subsidios para contener las alzas de los precios acabará por vaciar del todo las arcas públicas”, sentencia Amorós.

La deriva hacia el autoritarismo de Erdogan, con el reemplazo de la democracia parlamentaria por una presidencia que acumula más poder, el control estatal de los medios de comunicación, el encarcelamiento de líderes políticos de la oposición o su equidistancia con Occidente y acercamiento a Rusia marcan también la decisión de los inversores extranjeros. La pieza clave que necesita Turquía para fortalecer de nuevo su moneda.

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PHOTO/AP - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan

“Con la continuación de las políticas anteriores, la lira seguirá perdiendo valor”, señala en unas declaraciones a EFE el economista Mustafa Sonmez. Las últimas políticas tomadas antes de las elecciones, lejos de seguir los preceptos taxativos de la economía, han ido orientados al puro interés electoral. Erdogan ha aumentado el gasto público aumentando el salario de los funcionarios públicos y cambiando las políticas respecto a la edad de jubilación.

El terremoto, el talón de Aquiles de la economía turca

El devastador seísmo que sacudió Turquía el pasado 6 de febrero fue el más mortífero en la historia reciente del país. Cerca de 50.000 personas perdieron la vida y millones de personas se quedaron sin hogar. Pero detrás de los problemas humanos, las consecuencias del terremoto y la recuperación son devastadoras para la economía turca.

El Banco Mundial estima los daños en más de 34.000 millones de dólares las más de 300.000 viviendas destruidas, casi un 4% de la producción económica anual del país. Una cifra menor a la que estima la Confederación Turca de Empresas y Negocios, que estima un valor total de 84.100 millones de dólares. Costos indirectos aparte.

REUTERS/UMIT BEKTASAR - Una mujer mira mientras los equipos de rescate buscan supervivientes bajo los escombros tras un terremoto en Hatay, Turquía, 7 de febrero de 2023
REUTERS/UMIT BEKTASAR - Una mujer mira mientras los equipos de rescate buscan supervivientes bajo los escombros tras un terremoto en Hatay, Turquía, 7 de febrero de 2023

El componente antiinmigración, la primera consecuencia de la crisis política

Los refugiados ya no son bienvenidos en Turquía. Esos casi cuatro millones de sirios que pasaron la frontera de la devastada Siria tras su larga guerra civil son ahora un problema después de que el terremoto terminara con todas las infraestructuras en las que habitaban. Además del costo de reconstruir barrios y ciudades enteras, se une la demanda por buscar un trabajo en medio de una recesión ahogante.

El sentimiento antiinmigración es cada vez más palpable, especialmente tras las semanas de campaña electoral en las que tanto Erdogan como Kiliçdaroglu han prometido soluciones prácticas. El, ya vencedor, del Partido de la Justicia y el Desarrollo ha comenzado a construir escuelas, hospitales y viviendas en Siria para animar al retorno de sus ciudadanos, en clara sintonía para la recuperación de las relaciones con Bashar al Assad. Su opositor Kiliçdaroglu no sólo animó a la vuelta de los refugiados a Siria, sino que pactó a última hora la condición con el ultraderechista Umit Ozdag de Partido Victoria. 

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