El actual presidente revalida nuevamente su mandato por cinco años más tras obtener el 52% de los votos frente al 48% del opositor Kemal Kiliçdaroglu

Erdogan vuelve a ganar las elecciones en Turquía con su discurso islamista y nacionalista

PHOTO/MURAT CETINMUHURDAR/PRESIDENTIAL PRESS OFFICE/HANDOUT VIA REUTERS – Recep Tayyip Erdogan
PHOTO/MURAT CETINMUHURDAR/PRESIDENTIAL PRESS OFFICE/HANDOUT VIA REUTERS – Recep Tayyip Erdogan

20 años en el poder, primero como primer ministro y luego como presidente, y Recep Tayyip Erdogan ha vuelto a revalidar su mandato presidencial en Turquía, esta vez de manera más ajustada, ante el opositor Kemal Kiliçdaroglu. El máximo dirigente turco obtuvo el 52% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales frente al 48% del líder socialdemócrata del Partido Republicano del Pueblo (CHP).

Los datos del escrutinio electoral se dieron por definitivos tras el anuncio de la agencio oficial de noticias turca Anadolu y de la agencia de noticias Anka, más cercana a la oposición, reconociendo así una nueva victoria electoral de Recep Tayyip Erdogan, el líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).

PHOTO/AFP/YASIN AKGUL – Una mujer sostiene una papeleta de voto
PHOTO/AFP/YASIN AKGUL – Una mujer sostiene una papeleta de voto

El duelo era muy importante para saber el próximo rumbo político de Turquía, que ha elegido finalmente continuar en la senda de las políticas islamistas conservadoras y nacionalistas de Recep Tayyip Erdogan. La campaña política turca estaba muy polarizada entre el bando de los seguidores de Erdogan y el de los opositores, que se concentraron en una única candidatura prácticamente encabezada por Kemal Kiliçdaroglu, que estuvo cerca de dar la sorpresa y que peleó hasta el final por el triunfo electoral. 

La participación fue alta en la primera y en esta segunda vuelta electoral. Una segunda vuelta electoral que se preveía con resultado positivo para Erdogan a tenor de las encuestas y de que el tercer candidato en discordia, el derechista Sinan Ogan, tras quedarse fuera de la carrera por la presidencia pidió el voto para el presidente turco de cara a esta segunda vuelta electoral, por clara afinidad política conservadora, de cara al último duelo entre los dos candidatos finales. “Para los próximos cinco años nos han entregado la responsabilidad de gestionar este país. Doy las gracias a todo miembro de la nación que nos haya dado este encargo”, dijo Erdogan tras el triunfo en los comicios durante un discurso público en Estambul, ciudad en la que nació en 1954, de la que fue alcalde entre 1994-1998 y donde ha ejercido su derecho al voto. 

PHOTO/REUTERS/KEMAL ASLAN – Ciudadanos turcos durante la jornada electoral
PHOTO/REUTERS/KEMAL ASLAN – Ciudadanos turcos durante la jornada electoral

Esta era la primera vez que se celebraba una segunda vuelta electoral en Turquía desde que en 2017 Recep Tayyip Erdogan cambió el sistema parlamentario anterior por uno totalmente presidencialista en el que el presidente acapara prácticamente todo el poder. 

La oposición se había movilizado esta vez de manera uniforme para echar del poder al conocido como “sultán”, debido a la persecución política y judicial llevada a cabo por el Gobierno turco contra los opositores y a la dura crisis económica que atraviesa la nación otomana, afectada por una alta inflación y por una importante depreciación de la lira turca. Precisamente, además en esta segunda vuelta electoral el partido CHP denunció numerosas supuestas irregularidades en el proceso electoral como casos de votos a nombres de personas que no estaban presentes en las papeletas, el registro de personas fallecidas como electores o la entrega de papeletas de voto ya selladas previamente. 

PHOTO/AFP/BULENT KILIC – Kemal Kiliçdaroglu
PHOTO/AFP/BULENT KILIC – Kemal Kiliçdaroglu

Ante los acuciantes problemas padecidos por el Ejecutivo turco, Recep Tayyip Erdogan abrazó en los últimos años una política islamista conservadora y de fuertes tintes nacionalistas, para acercar a su bando los votos de determinados sectores de la sociedad otomana. En cuanto a política exterior, el presidente turco lleva años practicando una política expansionista y de protagonismo turco en el panorama internacional. De hecho, Turquía participa activamente en conflictos como el de las guerras civiles de Siria y de Libia, además de intervenir también de manera importante como mediador entre Rusia y Ucrania para promover el comercio del grano ucraniano, paralizado en su momento por la guerra en territorio ucraniano, utilizando en este caso sus buenas relaciones tanto con el presidente ruso, Vladimir Putin, como con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. 

PHOTO/REUTERS/YVES HERMAN – Elecciones en Turquía
PHOTO/REUTERS/YVES HERMAN – Elecciones en Turquía

Diversos analistas políticos han visto estos diferentes frentes abiertos como una forma de posicionar a Turquía como un actor importante en el tablero político internacional y también como una manera de desviar la atención de la ciudadanía turca de los problemas internos de la nación. Uno de esos problemas, junto a la crisis económica y el duro choque con la oposición, es el enfrentamiento enquistado con la población kurda, perseguida por el Estado turco, que acusa a diversos sectores kurdos de actos terroristas al sur del territorio nacional. De hecho, uno de los pretextos utilizados por Turquía para su incursión al norte de Siria tomando parte en la guerra civil siria era el de establecer una zona de control en la frontera turco-siria de cara a perseguir a elementos kurdos, además de que al comienzo del conflicto en el país vecino Erdogan se posicionó en contra del presidente Bachar al-Asad por la represión ejercida por el Estado sirio contra la oposición. Una postura del país euroasiático que cambió en los últimos tiempos para perseguir un acercamiento con el Gobierno sirio, posiblemente por la buena sintonía que mantiene el presidente turco con Vladimir Putin, gran aliado de Al-Asad.

En el plano interno, tras ganar estas elecciones, ahora Recep Tayyip Erdogan se marca para su partido político el objetivo de recuperar el control local en Estambul, corazón financiero de Turquía, y en la capital Ankara, urbes de gran relevancia que perdió en las últimas elecciones locales a manos del opositor Partido Republicano del Pueblo.