Marruecos anuncia la reactivación de dos plantas eléctricas con gas licuado que se regasificará en España

Marruecos anunció la reactivación de dos plantas eléctricas que se encontraban paradas desde hace nueve meses debido al cierre del Gasoducto Magreb-Europa (GME), pero que gracias a la nueva fórmula de explotación del gas entre Rabat y España han abierto sus puertas de nuevo.
El anuncio de la reapertura de las plantas de Ain Beni Mathar y de Tahaddart lo ha efectuado la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable junto a la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas, en lo que supone una gran noticia para el sector energético del Reino.
"Marruecos garantiza sus suministros en gas natural a través de contratos de compra de gas licuado en los mercados internacionales y a través del uso de las infraestructuras gasísticas de los operadores españoles y el GME", dice el comunicado que publicaron para anunciarlo.

Esta situación es fruto de lo ocurrido el pasado noviembre, cuando la escalada de tensión entre Marruecos y Argelia desencadenó en la negativa del Gobierno argelino de la renovación del contrato de explotación del GME, a través del cual se transportaba gas producido en Argelia hasta España, pasando por Marruecos.
"Teniendo en cuenta las prácticas de carácter agresivo del Reino de Marruecos hacia Argelia (...), el presidente de la República (Abdelmadjid Tebboune) ordenó a la empresa nacional Sonatrach cesar la relación comercial con la empresa marroquí y la no renovación del contrato", afirmó la Presidencia argelina en un comunicado.
La reapertura de ambas centrales contribuirá con un aumento de alrededor del 10% en la producción de electricidad marroquí, lo que, unido a la nueva fórmula de explotación en la que España regasifica el gas líquido que Marruecos obtiene en mercados extranjeros, aumenta el potencial energético marroquí enormemente.

Tras la ruptura de las relaciones entre Marruecos y Argelia, desde el Reino buscaron diferentes opciones que les asegurasen el suministro de gas necesario, algo que Leila Benali, ministra marroquí de Transición Ecológica, expresó cuando dijo que Marruecos había solicitado ayuda a España para garantizar su “seguridad energética”.
“Marruecos podrá adquirir el gas natural licuado en los mercados internacionales, descargar en una planta de regasificación en España y utilizar el gasoducto del Magreb para enviarlo a su territorio”, añadió.
Estos envíos de gas ya se están llevando a cabo, según fuentes del Ministerio de Transición Ecológica español, desde el que se ha remarcado que el origen del gas no es argelino.
Esta situación complica aún más la relación española y argelina, y es que desde que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, defendiese públicamente la autonomía del Sáhara, esta se ha visto seriamente dañada.

Sánchez reconocía en esa misiva que la propuesta marroquí para la autonomía del Sáhara era la "más seria, realista y creíble" para resolver el conflicto. Palabras que dañaron enormemente la relación con Argelia y que derivaron en un bloqueo temporal a España.
Esta escalada de tensiones había mantenido su intensidad si cabe a la baja, pero tras el anuncio del uso del GME para enviar gas regasificado desde territorio español a Marruecos, Argelia, que se siente traicionada, puede llegar a romper de forma total las relaciones con España.
“Lo que más duele a los argelinos es que, una vez que el Gobierno español obtuvo las garantías sobre el gas, le dio la espalda y se fue a negociar sobre el Sáhara con Marruecos. Ahí es donde está la verdadera traición”, dijo Yahia Zoubir, analista de raíces argelinas bien conectado con el poder político y militar que gobierna en Argel.
España ya ha buscado y encontrado nuevas vías de abastecimiento y desarrollo energético, y uno de sus grandes socios en esa nueva lucha parece ser Marruecos, que se destapa como aliado español ante las dificultades y negativas argelinas.