Marruecos impulsa su inversión energética con 2.600 millones de dírhams destinados a minería e hidrocarburos

Marruecos continúa enfocando buena parte de sus inversiones en el sector energético. A pesar de su gran apuesta por la evolución a través de las energías renovables, el reino alauí no deja de lado la minería que, como ha dejado saber el nuevo informe publicado por el Ministerio de Economía y Finanzas, contará con una importante partida que hagan seguir avanzando en este campo.
La intención es que la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas se beneficie de una inversión de 2.600 millones de dírhams – algo menos de 240 millones de euros –. Así lo indica el informe sobre los establecimientos y empresas públicas (EEP) que acompaña al proyecto de ley de finanzas del próximo año (PLF 2024). Este mismo documento eleva aún más la inversión para el 2025 que, de cumplir con lo previsto, contaría con una inversión de más de 3.500 millones de dírhams – más de 320 millones de euros –.

Se pretende destinar buena parte de la inversión a proyectos como el de “desarrollo de la concesión de explotación de Tendrara, al mantenimiento del gasoducto Magreb-Europa (GME), a la participación de la Oficina en el Gasoducto Nigeria-Marruecos y el desarrollo del pozo de gas MKL-110 (Meskala)”.
En términos de facturación, los datos publicados también suponen una gran noticia para Rabat. En comparación a los números del pasado 2022, ha crecido un 42%, una subida impulsada también por el aumento de la demanda energética en todo el mundo. De ahí que se vea como una oportunidad la posibilidad de continuar evolucionando en este sector y poder continuar sacando partido de la infraestructura que ya existe en el país, y que se pretende ampliar durante los próximos años.

La Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas también asegura tener intención de “continuar desplegando esfuerzos considerables para apoyar a sus socios estratégicos en la realización de sus programas de inversión”. Además, uno de los objetivos es atraer inversores extranjeros al país e impulsar la “explotación de las cuencas sedimentarias de Marruecos”. Gracias a ello, el Reino podría seguir potenciando tanto la inversión en este campo, como el mencionado de las energías verdes.
Es de importante mención este aspecto ya que, lejos de considerarlas incompatibles, desde Rabat ven el futuro impulsado en buena parte por el hidrógeno, pero sin dejar otras fuentes de lado. De ahí que se vea con tan buenos ojos la compatibilidad de ambas, y así poder contar con un margen de crecimiento mucho más amplio.