Rabat quiere seguir dando pasos hacia una relación cada vez más estrecha con Europa. Con el liderazgo regional cada vez más asentado ante la crisis argelina, el país presidido por Aziz Akhanouch quiere avanzar hacia un futuro marcado por las energías verdes. Y así lo deja ver la faraónica inversión que está llevando a cabo Marruecos en este tipo de recursos, con la intención de posicionarse como una de las alternativas principales para el Viejo Continente en términos de suministro.
Desde el medio Cinco Días, se apunta que “con una inversión acumulada de cerca de 16.400 millones de euros (...) el Reino de Marruecos podría convertirse en un gran proveedor” de hidrógeno para el continente europeo. Es más, la intención del reino alauí es la poder llegar a abastecer un 5% de toda la demanda continental. Con España e Italia dispuestos a facilitar el suministro de hidrógeno marroquí, el Reino se ha fijado el objetivo de generar 160 teravatios-hora de aquí al año 2050.

Este trasvase de energía requeriría una infraestructura con la que aún no se cuenta, pero en la que ya está trabajando. Marruecos viene mejorando sus esfuerzos en este sector desde 2021, y ya en 2022, Cepsa anunció la construcción de un hidroductor que permitiría la importación de hidrógeno desde Marruecos y cuyo destino sería San Roque, en Cádiz. Y es que este punto es clave ya que, como apuntan desde el mismo medio, la explotación del potencial marroquí requiere “una infraestructura que conecte físicamente la Península Ibérica con el Norte de África y el resto de Europa”.
La magnitud de la inversión por la que está apostando Marruecos se aprecia gracias a estudios como el encargado por la Comisión Europea. Este asegura que Rabat podría superar la producción española en hasta un 30% para esa fecha límite marcada en 2050. Para ello, se necesitan más proyectos, además del ya mencionado de Cepsa. Uno de los planes más importantes apunta a ser el de España y Francia con el H2Med y la red troncal que proyecta Enagas para el año 2040, que incorpora ya interconexiones físicas del Reino con centro en Tarifa.

Cabe destacar las ventajas que trae consigo este avance, y por lo que Marruecos ha decidido poner el foco en esta energía. El transporte de hidrógeno vía tubo, como se hará gracias a este proyecto, reduce las pérdidas de energía, además de sobredimensionar la infraestructura eléctrica con el objetivo de hacer llegar la misma cantidad de hidrógeno al destino. Esto supone un importante paso adelante en lo que hace poco era una utopía, pero ya aparece como una realidad: “La descarbonización de la industria europea es posible”, según el citado informe de Bruselas.