Considerado “un pionero de la energía verde en África” según el medio alemán Tagesschau, Marruecos encara los próximos años con el conocimiento de que su infraestructura energética será un actor clave a nivel global. La cercanía a Europa es una de las principales razones que están llevando a la Administración marroquí a impulsar todos los proyectos posibles en materia energética. Los datos del informe Deloitte así lo corroboran.
Según el último informe “Hidrógeno verde: Energizando el camino hacia el cero neto. Perspectiva global de hidrógeno verde de Deloitte para 2023”, el reino alauí estaría situado entre las futuras potencias a nivel mundial para “descarbonizar” la dependencia económica de los hidrocarburos. Entre los principales activos de la economía del Reino de Marruecos el informe destaca la alta capacidad y competitividad los “recursos solares y eólicos”. Además, la cercanía a Europa hace de la posición marroquí una de las mejores posicionadas.
La importancia del norte de África en la descarbonización se ve reflejada en los números. En 2050 se espera que los ingresos por hidrógeno limpio superen los 280.000 millones de dólares de los cuales los países de la región recibirían el 39,2% (110.000 millones). Para aumentar su capacidad de energía renovable, Marruecos se ha fijado objetivos ambiciosos. Asimismo, el informe situó a la nación alauí junto a Chile, Arabia Saudí, España, Reino Unido y Japón como los países con mayor potencial de crecimiento.

Para 2030, la nación espera tener una participación del 52% de energía renovable en su capacidad total. Marruecos también tiene la intención de aumentar aún más la proporción de energía renovable en su combinación de electricidad, del 60% para 2040 al 70% para 2050, centrándose tanto en la capacidad como en la generación de energía.
El Gobierno tiene la intención de reducir significativamente su dependencia de las centrales térmicas convencionales, como las que funcionan con carbón, gas natural y petróleo, para el año 2050. La nación quiere implementar tecnologías de redes inteligentes para gestionar la demanda y almacenar energía para descarbonizar parcialmente su combinación energética en el mismo período.
Entre los objetivos principales del hidrógeno limpio está superar el valor de comercio del GLN (Gas Natural Licuado) para llegar a 1,4 billones de dólares en 2050, frente a los menos de 500 millones de la actualidad. Según este análisis, los líderes públicos y privados tienen una gran oportunidad de acelerar el cambio a la energía verde, según Joe Ucuzoglu, CEO global de Deloitte.

“La investigación de Deloitte muestra cómo el hidrógeno limpio puede ayudar a abordar la descarbonización en algunos de los sectores más intensivos en emisiones, a pesar de que la energía eólica, solar y otras fuentes de energía renovable más convencionales son necesarias para un futuro con cero emisiones netas y, más aún, el más difícil de reducir en todo el mundo el impacto del cambio climático mientras acelera el crecimiento económico, especialmente en las naciones en desarrollo”, aclaró.
La labor de descarbonizar el sector energético a nivel global se encuentra en los programas políticos de la gran mayoría de países. A la par que ambiciosa y beneficiosa, es una tarea de difícil consumación. Si bien los proyectos globales siempre tienen un fin común, cada país se debe a su pueblo y no todos los Gobiernos estarán dispuestos a realizar sacrificios económicos que perjudiquen a proyectos nacionales. El problema de los países en desarrollo es que, según el informe de Deloitte alrededor de un 35% (3,1 billones de dólares) de las inversiones acumuladas en la cadena de suministro a nivel mundial deberían proceder de países considerados “en desarrollo”.
Como consecuencia de ello se prevé que para el 2030 solo se pueda cubrir una cuarta parte de lo previsto ya que las economías de los países se encuentran la mayoría de ellas en una situación inflacionaria debido a la situación post pandémica que se ha visto agravada por la guerra de Rusia y Ucrania.
El Centro de Excelencia Global de Hidrógeno de Deloitte (GHCE) se estableció para ayudar a los tomadores de decisiones en el Gobierno y las empresas en la planificación e implementación de un futuro de hidrógeno limpio. El GHCE se compromete a ayudar a los clientes a aumentar el hidrógeno limpio y promover la descarbonización generalizada.
“Nuestro esfuerzo más reciente para ayudar mejor a los clientes durante esta transición energética crucial es la expansión de las ofertas relacionadas con el hidrógeno de Deloitte a organizaciones de todo el mundo a través del Centro de Excelencia, que refleja la inversión y el compromiso de Deloitte con la sostenibilidad y el clima”, dijo Tarek Helmi, líder global de hidrógeno en Deloitte.
El centro tiene la intención de trabajar con clientes en todas las etapas de desarrollo del mercado a través de profesionales de las firmas Deloitte, desde asesorar y compartir ideas para ayudar a abordar algunas de las preguntas más difíciles hasta implementar soluciones y ayudar en la ejecución de proyectos proporcionando cadenas de suministro resilientes e infraestructura en el terreno para respaldar las operaciones.