La compañía estatal de productos químicos de Marruecos OCP invertirá 7.000 millones de dólares en una fábrica de amoníaco que utiliza hidrógeno verde procedente de combustibles renovables para lograr una mayor eficiencia productiva y lograr un nivel muy bajo de emisiones de carbono, de cara a un mayor compromiso con el medio ambiente.
Marruecos tiene un posicionamiento muy relevante en cuanto a productos químicos y fertilizantes en el mercado global. De hecho, el reino marroquí está entre los cinco mayores exportadores mundiales de fertilizantes debido a que posee unas importantes minas de fosfato, el principal mineral con el que se crean. La guerra de Ucrania está afectando bastante a este sector y se ha buscado una mayor diversificación de las fuentes de exportación ante la falta de fertilizantes debido a la crisis actual de productos y materias primas, a lo que se suma la fuerte subida de precios que está habiendo a nivel mundial. Rusia ha venido dominando el mercado de los fertilizantes, pero, ante la situación originada por la invasión del país ucraniano, había que buscar otras opciones, teniendo en cuenta que China es el mayor exportador y está dejando gran parte de su producción para el mercado local.
En este escenario irrumpió con fuerza Marruecos como un importante productor y la empresa estatal OCP es su gran baluarte. Esta compañía de fabricación de productos químicos y fertilizantes para el campo gastó 2.000 millones de dólares en materias primas el año pasado debido al aumento de costos generados por la guerra de Ucrania. La importancia marroquí ha ganado enteros debido a los efectos devastadores de la guerra de Ucrania y la presencia marroquí en el mercado es muy importante. Además, OCP es el gran referente en este sentido, destacando también por su promoción de la energía renovable, respetuosa con el medio ambiente, algo que queda patente con la inversión en la nueva fábrica de amoníaco basada en hidrógeno verde procedente de combustibles renovables.

OCP anunció un acuerdo para comprar amoníaco de Estados Unidos este año para potenciar su industria y poder cumplir con un mayor nivel de suministro mundial. Como informó el medio Business Insider, OCP tiene el objetivo más a largo plazo de potenciar su cadena de suministro local, en parte mediante la construcción de una instalación en Tarfaya, al sur del territorio marroquí. La intención de la compañía de usar hidrógeno creado por electrólisis impulsada por energía solar y eólica como materia prima para crear amoníaco, como parte de una estrategia de 13.000 millones de dólares que anunció en diciembre de cara a evolucionar en el ámbito de las energías renovables y respetuosas con el medio ambiente, como señaló Business Insider.
La apuesta de Marruecos por las energías renovables es clara, el Gobierno planea para 2030 aumentar el peso de la energía renovable al 52% del total de la capacidad de energía instalada desde el 38%. El Reino va a dedicar una cuota de energías renovables del 70% para el año 2040 y en 2050 llegará al 80%. En este sentido, las características del reino marroquí son muy beneficiosas para el desarrollo de esta industria gracias a la gran fuente de luz solar de la que disfruta, a los fuertes vientos en determinadas partes del territorio y a la larga longitud de costa que posee.
Por otro lado, también se está buscando mejores recursos en cuanto a la gestión hídrica a través de la desalinización de agua del mar, de cara a paliar los graves efectos de la sequía que sufre la nación desde hace ya bastante tiempo. A principios del próximo año se comenzará un proceso de licitación para aumentar la capacidad de desalinización en Safi y Jorf Lasfar en el Atlántico, según la empresa estatal OCP, que ha manifestado su intención de utilizar solo agua desalada para actividades industriales para 2027.
Su proyecto en Tarfaya comprende una planta desaladora alimentada con energía renovable con una capacidad anual de 60 millones de metros cúbicos para dar servicio a los complejos industriales.

Sector de hidrocarburos
Aunque Marruecos apuesta fuerte por las energías renovables, el Estado marroquí también está evolucionando su sector gasista y petrolero ya que se descubrieron varios yacimientos en el país con buenas perspectivas productivas que están siendo operados por compañías de relieve como las británicas Sound Energy y Chariot.
El reino marroquí prosigue con sus prospecciones de gas natural para tener un mayor abastecimiento y para llegar a ser un productor importante en la región, ya que hasta ahora ha estado a la sombra del vecino y rival político Argelia, gran gigante productor de gas del Magreb. Los estudios llevados a cabo desde hace años mostraron que el subsuelo marroquí es rico en gas y se trata de aprovechar esta circunstancia para el desarrollo económico nacional. “Marruecos tiene varias cuencas sedimentarias en tierra y mar adentro cuya geología ha permitido la génesis de diferentes sistemas petroleros que potencialmente podrían ser favorables a la acumulación de depósito de gas”, explicó Abdellah Mouttaqi, secretario general de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHTM). Las áreas de Tendrara, Larache, Gharb, Kenitra, Essaouira, Guersif, Zag, Boudnib y Missour son ejemplos dentro del plan de desarrollo de la industria gasista marroquí.

Este salto exponencial en la producción gasista marroquí permitiría cubrir el 40% del consumo doméstico, según señaló la ministra marroquí de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali. El reto es que para el año 2050 el consumo energético del país pase de un 90% de energía importada del extranjero a un 80% de producción local y los nuevos hallazgos gasistas contribuyen a ello, evitando así la situación de dependencia energética que ha sufrido durante años el país norteafricano.