El Reino de Marruecos continúa adelante con el fortalecimiento de sus relaciones diplomáticas, económicas y turísticas con los países de Oriente Próximo. Así, a partir del próximo mes de diciembre, la aerolínea nacional, Royal Air Maroc, ha anunciado el lanzamiento de dos nuevas conexiones directas; Casablanca – Tel Aviv (Israel) y Casablanca – Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Los vuelos comenzarán a efectuarse a partir del 12 y 16 de diciembre, respectivamente.
Por un lado, el restablecimiento por parte de Royal Air Maroc de una línea directa que conecte Marruecos con la monarquía emiratí supone un paso más en el desarrollo de las relaciones entre ambos países. La decisión de Emiratos Árabes Unidos de abrir un consulado en El Aaiún, convirtiéndose en el primer país árabe en hacerlo, no hizo más que estrechar estos vínculos entre “dos países hermanos”, según afirmó hace unos días el secretario general del Consejo Internacional de Inversores de los Emiratos Árabes, Jamal Seif Al-Jarwan. De este modo, tras más de 6 años tratando de reactivar el enlace aéreo que se interrumpió en 2003 a causa de la guerra de Irak, el trayecto directo vuelve a estar disponible.

Las implicaciones de estos lanzamientos son, sin embargo, mucho mayores en el caso de Israel. El anuncio de una conexión directa entre los aeropuertos Mohammed V, en Casablanca, y Ben Gurion de Tel Aviv, se ha hecho público unos meses después de que Yair Lapid, ministro de Exteriores de Israel, inaugurase su misión diplomática en Rabat con una visita oficial al país. Asimismo, el establecimiento de esta ruta solo ha sido posible gracias al acuerdo aéreo firmado por ambas potencias el pasado mes de enero, por el cual se permite a las aerolíneas nacionales dar servicio en los dos países.
Todo ello sucede en el marco de la normalización de las relaciones entre Israel y Marruecos, un proceso que lleva en marcha desde diciembre del año pasado y en el que el papel de Estados Unidos ha tenido mucho que ver. A través de los ‘Acuerdos de Abraham’, el Estado israelí se ha visto oficialmente reconocido por varios países árabes. Entre ellos se encuentra el Reino de Marruecos que, a cambio de ver reconocida la marroquinidad del Sáhara Occidental por parte del exmandatario Donald Trump, accedió a aceptar a la nación israelí.

Así, en medio de este proceso de activación de las relaciones diplomáticas y comerciales, un comunicado de prensa de la compañía Royal Air Maroc ha sostenido que la apertura de este enlace también "responde a las expectativas de la comunidad marroquí establecida en Israel, que mantiene fuertes vínculos con su país de origen". Marruecos calcula que cerca de 70 000 ciudadanos israelíes son de origen alauí, y se espera que, durante el primer año que se realice este trayecto, 200 000 habitantes de Israel visiten Marruecos –según afirmó la entonces ministra de Turismo, Nadia Fettah Alaoui.
Por el momento, las salidas hacia Israel se realizarán los martes jueves y domingos, mientras que los regresos serán lunes, miércoles y viernes, con un precio medio de 330 euros por un viaje con retorno. Sin embargo, pese a que por el momento serán 3 los vuelos por semana, se espera que "en poco tiempo asciendan a cinco vuelos semanales”, ha sostenido el comunicado.
Gracias a estas dos nuevas incorporaciones, la aerolínea marroquí amplía su catálogo de destinos entre los que ya se incluyen más de 170 países. No obstante, a esto se suma la entrada de la compañía marroquí en la alianza Oneworld el pasado año 2020, convirtiéndose así en la primera aerolínea africana en ingresar en ella. Esta alianza, creada en 1999, reúne entre sus socios a varias de las mejores aerolíneas del mundo, entre las que se encuentran British Airways, Iberia, Japan Airlines, S7 Airlines, Malaysia Airlines, Qatar Airways, o SriLankan Airlines.

En este sentido, a través de compañías aéreas de gran reputación como Royal Air Maroc, o las iniciativas de empresas navieras como GNV, Marruecos pretende reactivar su turismo, un sector que supone una de las mayores fuentes de ingresos para el país y que, a raíz de la crisis de la COVID-19, se ha visto enormemente perjudicada. De hecho, desde comienzos de la pandemia el pasado 2020, los ingresos derivados del turismo han caído más de un 50% en el país alauí.