El dinero móvil, una revolución financiera liderada por África

Mario Muñoz Fernández/ viveafrica.es

Kenia, Somalia, Uganda y Tanzania son algunos de los países donde con mayor profundidad y decisión se está desarrollando el dinero móvil, un sistema mediante el cual se realizan pagos y transferencias con un teléfono móvil, sin necesidad de cuentas bancarias y en tiempo real. Cada vez más extendido en África Subsahariana, los monederos móviles suplen la falta de infraestructuras bancarias al mismo tiempo que actúan como un motor de inclusión financiera para la población. Airtel Money es el segundo servicio más utilizado en Kenia. Hablamos con su directora, Topyster Muga –una de las jóvenes promesas del sector tecnológico y de la innovación keniata– durante su reciente visita a Gran Canaria con motivo del International Women Entrepreneurs Summit e invitada por KenTech.

¿En qué consiste el sistema del dinero móvil?

El dinero móvil es un servicio que ofrecemos en Kenia y que está presente en 93 países. Básicamente es cuando tu número de móvil se convierte en una cuenta móvil. Tenemos una red de distribución con puntos de venta por todo el país. Los clientes pueden ir a alguno de ellos, registrarse y abrir una cuenta móvil con su número. Una vez registrado, puedes ingresar dinero en efectivo –a través de estos puntos de venta– que se convierte en el mismo valor electrónico.

¿Cuáles son los usos más comunes y cuáles son las razones del éxito de este sistema en Kenia, en particular, y en África Subsahariana, en general?

Uno de los servicios más básicos es el envío de dinero: vas a un punto de venta, depositas dinero en la cuenta móvil y decides enviarlo a otra persona que puede estar en la otra parte del país, quien recibirá un SMS informándole de que ha recibido una transferencia. Con ese mensaje se puede retirar la cantidad en un punto de venta, comprar tarjetas de recarga o paquetes de datos para el móvil, pagar facturas o simplemente mantenerlo como si fuera una cuenta de ahorros.

Antes de que apareciera el dinero móvil en Kenia, la gente solía enviar dinero a través de los conductores de autobuses. En esa época había que poner el dinero en un sobre, dárselo a un conductor, pagar unos diez dólares por la gestión y esperar hasta ocho horas para que el autobús llegara al destino y que el receptor lo recogiera. Pero con la revolución del dinero móvil, solo necesitas un teléfono móvil, una cuenta de móvil, enviarlo y, en cuestión de segundos, la otra persona puede sacar el dinero y usarlo para lo que quiera. Esto ha generado una mayor actividad económica, incluso en las zonas rurales. Recuerdo que hace poco mi madre quería plantar maíz y me llamó para apoyarla económicamente. Mediante este sistema, le envié dinero a su teléfono, ella pudo retirarlo al instante y así comprar las semillas y el fertilizante.

África Subsahariana alberga el 52% de los servicios de dinero móvil de todo el mundo, según la GSM Association. ¿Permite este uso intensivo formalizar una mayor parte de la economía?

Una de las cosas que ha mejorado es la inclusión financiera. Debido a la baja penetración de los bancos en Kenia, la gente necesita viajar bastante para acceder a uno. Además, la burocracia a la hora de abrir una cuenta bancaria es muy alta. Con el dinero móvil es sencillo: solo hay que registrarse con un teléfono móvil y se obtiene el servicio. Y esto ha permitido que más personas tengan acceso a las finanzas. Hace poco ampliamos los servicios permitiendo a la gente ahorrar, pedir préstamos e incluso pagar las primas de sus seguros usando el teléfono móvil. El dinero móvil ha transformado profundamente la manera en que se hacen las cosas en la actualidad. Y lo bueno de esto es que se ha pasado gran parte de la economía informal a la formal. Hay una gran cantidad de transacciones informales, en el mercado negro y en efectivo. El dinero móvil es visible para el gobierno porque todo queda registrado y se pueden conocer los flujos de dinero. La policía incluso ha podido identificar casos de corrupción al enviarse sobornos a través del teléfono. Desde luego es un cambio muy grande en la economía.

¿Hacia dónde se va a dirigir el sector en los próximos años?

Cada día se producen 33 millones de transacciones con el móvil. A pesar de eso, todavía hay un gran número de transacciones realizadas en efectivo. En Kenia, por ejemplo, alcanza el 90%. A pesar de tener un móvil, la gente todavía retira el dinero y comprar con él. Por tanto sí que vemos una gran oportunidad en los próximos años para cambiar este sistema y pasar de una economía con efectivo a una economía sin efectivo.

El desarrollo del dinero móvil, el nacimiento de otras iniciativas y proyectos sociales y democráticos como iHub o Ushaidi y la apuesta del gobierno keniata por el sector tecnológico son algunos ejemplos del auge del sector tecnológico en el país. ¿Es la innovación tecnológica un motor de desarrollo?

Los keniatas somos muy emprendedores. En los últimos 10 años, todo el mundo se ha convertido en emprendedor. Cuando comenzó el auge en el sector de la tecnología, todos pensamos que sería una oportunidad para resolver los problemas del país. Hay una gran apoyo a los emprendedores tecnológicos: tenemos muchos laboratorios y las 40 universidades del país tienen centros de incubación de ideas. Y todo esto está respaldado tanto por el sector privado como por el público, lo que permite a los emprendedores incubar sus productos tecnológicos y lanzarlos al mercado. Hay muchos proyectos en las áreas de agricultura, sanidad y energía que están mejorando la vida de los keniatas. Todos los días conozco a personas con grandes ideas que quieren llevar a cabo.

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