Los analistas que descifran las imágenes de los satélites espía y drones han fallado, al igual que los agentes secretos infiltrados

Estos son los ojos y los oídos electrónicos de Israel que no han servido para alertar del ataque de Hamás

PHOTO/Israel Defense Ministry - Pasada la sorpresa, los analistas que descifran las imágenes de los satélites espía Ofek se vuelcan en identificar en formato 3D los objetivos para el gran ataque que las Fuerzas de Defensa de Israel van a desencadenar
photo_camera PHOTO/Israel Defense Ministry - Pasada la sorpresa, los analistas que descifran las imágenes de los satélites espía Ofek se vuelcan en identificar en formato 3D los objetivos para el gran ataque que las Fuerzas de Defensa de Israel van a desencadenar

Es de sobra conocida la fama del Mosad, el principal servicio de Inteligencia del Estado de Israel, e incluso el enorme potencial militar terrestre y aéreo de sus Fuerzas de Defensa. Pero mucho más en la penumbra está su importante poderío espacial, una amplia flota de satélites espía equipados con diferentes tecnologías de observación y escucha, volcada en preservar la seguridad nacional del país de la Estrella de David. 

Pero ¿qué ha ocurrido para qué los abundantes y ultra secretos ojos y oídos electrónicos que Israel tiene emplazados en el espacio y a bordo de sus incontables sistemas aéreos pilotados por control remoto, los drones, hayan fallado estrepitosamente? ¿Qué ha impedido que sus expertos analistas de imágenes no hayan identificado y alertado a su cadena de mando del criminal asalto perpetrado y ejecutado por los terroristas de Hamás, que ha costado centenares de vidas y pone en alto riesgo otras muchas?

¿Qué ha podido confundir a los sofisticados algoritmos que usan las herramientas de inteligencia artificial dedicadas a descifrar los rocambolescos códigos de los mensajes que se entrecruzan los enemigos declarados de Israel? Entra dentro de lo posible “un exceso de confianza”, señalan técnicos españoles consultados, que los sistemas de control de los satélites o sus comunicaciones con tierra hayan sido objeto de ciberataques por hackers de Hamás o sus aliados, sufrieran interferencias, o quedaran cegados e inhabilitados durante horas. Si ha sido así, unos y otros lo callan.

PHOTO/IAI - Representación artística de un Ofek con tecnología radar SAR. Posicionados en órbitas medias de 500 kilómetros, su antena parabólica escruta día y noche cuanto ocurre bajo su área de acción
PHOTO/IAI - Representación artística de un Ofek con tecnología radar SAR. Posicionados en órbitas medias de 500 kilómetros, su antena parabólica escruta día y noche cuanto ocurre bajo su área de acción

El jefe de las Fuerzas Armadas de Israel desde enero del presente año, el general Herzl Halevi, de 56 años, tiene a disposición nada menos que siete satélites espía. Sus potentes ojos electrónicos activos y pasivos se supone que vigilan cuanto ocurre, se mueve y se considera una amenaza para la seguridad de la nación, la protección de sus fronteras y la estabilidad de los países de Oriente Medio.

Para darnos una idea de si los siete ingenios de Israel dedicados a prestar la máxima atención a sus intereses vitales desde allá arriba son muchos o pocos, baste decir que son tantos como los que suman juntos los Ministerios de Defensa de Alemania, Francia, el Reino Unido y España. 

PHOTO/Israel Defense Ministry - La resolución de los Ofek en servicio está estimada entre 1 y 0,5 metros, precisión que debiera haber permitido a los analistas detectar algunos de los movimientos de los terroristas de Hamás
PHOTO/Israel Defense Ministry - La resolución de los Ofek en servicio está estimada entre 1 y 0,5 metros, precisión que debiera haber permitido a los analistas detectar algunos de los movimientos de los terroristas de Hamás

Los satélites espía Ofek

Los espías electrónicos del primer ministro Netanyahu que navegan por el espacio mirando hacia abajo se llaman Ofek ‒Horizonte, en español‒, de los que el más nuevo es el Ofek-13, en órbita desde el pasado 28 de marzo y que ya debe estar en servicio, aunque no hay confirmación oficial.

Están bajo el control de la Administración Espacial y de Satélites de la dirección de Investigación y Desarrollo de Defensa que dirige el general del Aire en la reserva Daniel Gold, de 61 años, especialista en guerra electrónica y el cerebro de la Cúpula de Hierro, el eficiente paraguas antimisiles de Israel.

Situado entre los 400 y 600 kilómetros de altura y con un peso algo inferior a los 300 kilos, el Ofek-13 está equipado con tecnología radar de apertura sintética (SAR). Su antena parabólica irradia emisiones electromagnéticas que escrutan día y noche cuanto ocurre en tierra y proporcionan datos e imágenes a los técnicos de la inteligencia militar, con independencia de la existencia de nubes.

PHOTO/Israel Defense Ministry - El control sobre los Ofek está en poder de la Administración Espacial y de Satélites de la Dirección de Investigación y Desarrollo de Defensa que dirige el general del Aire en la reserva Daniel Gold
PHOTO/Israel Defense Ministry - El control sobre los Ofek está en poder de la Administración Espacial y de Satélites de la Dirección de Investigación y Desarrollo de Defensa que dirige el general del Aire en la reserva Daniel Gold

Dotado con un sistema de apuntamiento electrónico, el Ofek-13 tiene prestaciones mejoradas respecto a sus hermanos mayores, el Ofek-10 ‒lanzado en abril de 2014‒ y el Ofek-8, disparado en enero de 2008, que está en el límite de su vida operativa. La resolución estimada de los citados Ofek está comprendida entre 1 y 0,5 metros, la distancia más pequeña que sus sensores pueden discriminar. 

Es una precisión que debiera haberles permitido detectar algunos de los preparativos y movimientos de los terroristas de Hamás, por ejemplo, de los vehículos utilizados para romper las vallas y obstáculos que encierran la franja de Gaza y asaltar a sangre y fuego el territorio israelí. Pero no ha sido así. Según especialistas españoles consultados, “ofrecen menos calidad de imágenes que el satélite radar SAR español Paz”.

Las tres plataformas radar ‒también conocidas como TecSAR‒ se complementan con otras cuatro de observación electro-óptica emplazadas entre los 350 y los 600 kilómetros. Son los avanzados Ofek-16 y Ofek-11, en órbita desde julio de 2020 y septiembre de 2016, respectivamente. Les acompañan el Ofek-9 y el Ofek-7, colocados en el espacio en junio de 2010 y 2007, respectivamente. Todos son obra de Israel Aircraft Industries (IAI), la principal corporación industrial aeroespacial y de defensa del país, con una gran capacidad de exportación de sus numerosos sistemas de armas.

PHOTO/IAI - Imagen oficial de un satélite Ofek (TecSAR) de tecnología radar en proceso de fabricación por IAI, en el que se aprecia sus dimensiones reales y su antena desplegada
PHOTO/IAI - Imagen oficial de un satélite Ofek (TecSAR) de tecnología radar en proceso de fabricación por IAI, en el que se aprecia sus dimensiones reales y su antena desplegada

Sistemas de escucha espaciales y aéreos

Mucho más difícil de poder rasgar es la espesa cortina que envuelve a los satélites capacitados para la escucha de las comunicaciones de los potenciales antagonistas del Gobierno de Jerusalén. Oficialmente los militares israelíes no disponen de ninguna plataforma posicionada en el espacio para tales cometidos, pero no es creíble.

Parece razonable pensar que algunos satélites comerciales de la familia Amos ‒por ejemplo, el Amos-17, de 6,5 toneladas, lanzado en agosto de 2019‒, llevan a bordo equipos para detectar mensajes selectivos por Internet, conversaciones de teléfonos fijos y móviles, etc. O bien los numerosos micro o nano satélites colocados en órbitas bajas y desarrollados por centros de investigación y universidades de Israel. Es uno de los secretos mejor guardados por las Fuerzas de Defensa, conocidas en hebreo como Tzahal.

PHOTO/Israel Defense Ministry -  Los jóvenes de la selecta Unidad 9900 son los responsables de analizar las centenares de imágenes que a diario proporcionan la flota de satélites espía y las decenas de drones de reconocimiento militar
PHOTO/Israel Defense Ministry - Los jóvenes de la selecta Unidad 9900 son los responsables de analizar las centenares de imágenes que a diario proporcionan la flota de satélites espía y las decenas de drones de reconocimiento militar

¿A qué se ha podido deber la lenta reacción de las unidades militares y de seguridad de Israel ante el rápido y brutal ataque de los terroristas de Hamas del 7 de octubre? El primer ministro Netanyahu no ha dado explicaciones, pero el jefe de la Inteligencia Militar, el general Aaron Haliva ‒paracaidista de 56 años, con 38 de servicio‒, ha cargado sobre sus espaldas el no haber sabido evitar las masacres y ha dimitido.

Asume la responsabilidad que ha dejado en entredicho la eficacia de las dos organizaciones de élite y súper secretas del Cuerpo de Inteligencia Militar, la Unidad 9900 y la 8200. Los jóvenes analistas de la Unidad 9900 son los responsables de analizar las centenares de imágenes que día tras día les proporcionan la flota de satélites espía y las decenas de drones de reconocimiento militar que surcan los cielos de Israel y sus vecinos. Hacen realidad la conocida como inteligencia visual o VISINT, acrónimo en inglés VISual INTelligence.

PHOTO/IAI - La industria de defensa de Israel es pionera en la concepción, desarrollo y fabricación de drones de reconocimiento y ataque. IAI fabrica diferentes familias de ellos, una de las cuales es la Herón, en imagen
PHOTO/IAI - La industria de defensa de Israel es pionera en la concepción, desarrollo y fabricación de drones de reconocimiento y ataque. IAI fabrica diferentes familias de ellos, una de las cuales es la Herón, en imagen

En cambio, la Unidad 8200 está dedicada a la inteligencia de señales o SIGINT (SIGnal INTelligence), cuya labor es descifrar los cambiantes códigos que emplean los enemigos del Estado de Israel. Ambas organizaciones reclutan a centenares de jóvenes en edad de cumplir el servicio militar obligatorio (18-21 años), en su mayoría mujeres, y los someten a un arduo proceso de selección.

Los centenares de analistas bajo las nomenclaturas 9900 y 8200 también son los encargados de analizar las imágenes y audios digitales que les retransmiten los drones estratégicos y tácticos de reconocimiento, en especial los Herón y Searcher. También fabricados por IAI, van cargados de diferentes sistemas optrónicos de alta resolución, radares y equipos de interceptación de señales. Una vez recuperados del ataque sorpresa, satélites espía, drones y analistas militares de Israel se dedican a identificar los objetivos para el previsible gran ataque que está a punto de desencadenarse.

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