En una declaración conjunta los bandos rivales en la guerra libia llegaron a "compromisos importantes", aunque no trascendieron más detalles

Acuerdo de compromisos entre las partes enfrentadas en Libia en las conversaciones auspiciadas por Marruecos

AFP/ FADEL SENNA - Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Marruecos, preside una reunión de representantes de las administraciones rivales de Libia en la ciudad costera de Bouznika, al sur de Rabat, el 6 de septiembre de 2020

Los contactos entre el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), dirigido por el primer ministro Fayez Sarraj, y el otro Ejecutivo oriental de Tobruk asociado al Ejército Nacional de Libia (LNA, por sus siglas en inglés) comandado por el mariscal Jalifa Haftar, han conducido a un acuerdo sobre la necesidad de llegar a un “compromiso” para el final del conflicto en el país norteafricano. 

Las conversaciones se han dado bajo la importantísima mediación de Marruecos, como detalló la agencia de noticias marroquí MAP, que cita una declaración conjunta efectuada al final de las reuniones llevadas a cabo esta jornada pasada de martes en territorio marroquí. Las partes acordaron trabajar para acabar con la corrupción y el mal uso de fondos públicos en un país como Libia, asolado por el conflicto bélico que se desarrolla desde 2014 a raíz de la caída del régimen de Muamar El Gadafi en 2011.

La declaración conjunta recoge el hecho de que se han acordado "compromisos importantes", aunque sin aportar más detalles. "Las dos partes esperan lograr resultados positivos y concretos que allanarán el camino para lograr el proceso de un arreglo político integral", ha añadido la nota oficial. 

Este último encuentro se materializó por iniciativa de Rabat, que había sido sede de las conversaciones de paz de 2015, que llevaron a la creación de un Gobierno reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Naciones Unidas reconoce desde 2016 al GNA, que en la guerra de Libia está apoyado fuertemente por Turquía (con su soporte militar) y Qatar (con su apoyo financiero). La nación euroasiática presidida por Recep Tayyip Erdogan llegó a un acuerdo en noviembre de 2019 con Fayez Sarraj para dar soporte militar al GNA en la batalla y para repartir zonas económicas en el Mediterráneo oriental, importantes por sus recursos de gas y petróleo. Un pacto que levantó las protestas de Grecia y la Unión Europea por invadir supuestamente las fronteras marítimas de las islas griegas. 

La guerra de Libia se ha convertido en un conflicto en el que participan diversas potencias extranjeras con intereses sobre la nación norteafricana, las cuales intervienen con el envío de mercenarios a sueldo que apoyan a las milicias en combate sobre el terreno. Diversos medios han publicado informaciones sobre el envío por parte de Turquía de milicianos procedentes de Siria, adscritos supuestamente a grupos ligados en el pasado con entidades terroristas como Daesh y Al-Qaeda. 

Por su parte, el LNA de Jalifa Haftar cuenta con el soporte de Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (estas tres naciones rivales regionales de Qatar), Rusia y Francia. Las fuerzas de Haftar lanzaron una gran ofensiva en abril del año pasado sobre la capital de Trípoli, bastión del GNA, y dominaban la situación, pero la intervención turca varió el curso de los acontecimientos y las milicias de Sarraj recuperaron terreno y enclaves importantes hasta el punto de amenazar ciudades como Sirte y Jufra, marcadas como líneas rojas por el vecino Egipto, que amenazó con utilizar su potente Ejército si se atacaban esos núcleos. 

Las últimas conversaciones llevadas a cabo en Marruecos se produjeron después de que las dos partes enfrentadas en Libia anunciaran un alto el fuego sorpresa el mes pasado, sellado por Fayez Sarraj y Aguila Saleh, presidente del Parlamento de Tobruk, poder oriental en Libia que está asociado al LNA de Haftar, quien no se pronunció sobre el cese de hostilidades.  

Abdessalam al-Safraoui, que encabeza el equipo negociador del GNA, dijo el lunes que el diálogo en la ciudad costera de Bouznika, al sur de Rabat, se centró en nombramientos en autoridades en instituciones clave de Libia. La designación de los encargados del Banco Central de Libia, su Corporación Nacional de Petróleo y las Fuerzas Armadas han sido los principales puntos de disputa, según los medios libios.

Desde la ONU se han referido positivamente al avance de las negociaciones. "Confiamos en que la última iniciativa de Marruecos tendrá un impacto positivo en la facilitación de Naciones Unidas del diálogo político de propiedad libia y liderado por Libia", dijo el lunes el portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.

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