El presidente de la Cámara de Representantes libia, Aguila Saleh Issa, ha llegado a Moscú para reunirse, entre otros, con el ministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Lavrov. La visita tiene el objetivo de discutir los últimos avances respecto a la solución del conflicto libio. La Cámara de Representantes es el órgano legislativo con sede en Tobruk y que, a través del Ejército Nacional Libio (LNA) y el liderazgo de Jalifa Haftar, ejerce el control sobre la parte este de Libia. Aguila Saleh tuvo que hacer frente el pasado septiembre a la dimisión del Gobierno encabezado por el primer ministro Al-Thani, en medio de una oleada de protestas sociales y en el marco de una serie de reuniones y encuentros para lograr una resolución de la situación que atraviesa el país desde hace casi una década. Durante los últimos tres meses, se han producido, tanto dentro como fuera de Libia, encuentros que han alimentado el optimismo de la comunidad internacional respecto al conflicto libio.
Marruecos, Suiza y Egipto son algunos de los países que han acogido diferentes formatos de reuniones para ir tendiendo puentes entre las dos partes enfrentadas. A finales de octubre, tuvo lugar en Ginebra la Comisión Militar para Libia 5+5 donde representantes del GNA y el LNA firmaron un alto el fuego permanente que ha permitido estabilizar la situación en el país a la espera de nuevos avances en el ámbito político y diplomático, siempre bajo la atenta mirada de Rusia y Turquía, dos de los actores que más están influenciando los enfrentamientos de los últimos años del conflicto.

Tras el encuentro en Ginebra para tratar el contexto militar, Túnez acogió hace apenas un par de semanas el Foro de Diálogo Político Libio, auspiciado por la UNSMIL y la representante especial de Naciones Unidas para Libia Stephane Williams. El éxito de las conversaciones, que han planteado una transición política que derive en un proceso electoral en diciembre del año que viene, donde se elegiría un nuevo presidente y Parlamento para el país, debe ser tomado con cautela. La falta de representación de algunos actores importantes en la resolución del conflicto libio, además de la presencia en este encuentro de un importante número de personas vinculadas a los Hermanos Musulmanes y, por tanto, de cierta forma, a los intereses de Turquía en la región, genera dudas.
Estos aspectos son algunos de los que serán tratados en Rusia entre Aguila Saleh y Lavrov durante esta visita – hay que recordar que ya tuvieron un encuentro a principios de julio –, pues entienden que esta presencia de representantes vinculados a los Hermanos Musulmanes iría en detrimento de los intereses rusos, de Tobruk y del LNA en esa futura Libia que pueda surgir, de certificarse la transición política acordada.
Mientras la diplomacia avanza para tratar de solucionar el enquistado conflicto en Libia, el hombre al frente del Ejército Nacional Libio, Jalifa Haftar, ha comenzado a movilizar tropas en el este de Libia. El portavoz de las operaciones del GNA en el área de Sirte y Jufra, en el centro del país, ha declarado que la presencia del LNA en el frente se está fortaleciendo con efectivos enviados desde Bengasi y otras ciudades bajo control de Haftar. Algo que, según el GNA, estaría violando el alto el fuego acordado en Ginebra y las conversaciones posteriores en el citado foro de Túnez. La visita de Saleh a Rusia junto a los movimientos Haftar, ejemplifican las dudas que se mantienen respecto a ese aplaudido avance en la resolución del conflicto en el este de Libia.

El movimiento de tropas no es lo único que preocupa al GNA, además de la presencia de mercenarios sudaneses y de la Compañía Wagner rusa, recientemente se ha advertido la presencia de sistemas antiaéreos LRSVM Morava, de construcción serbia y origen emiratí, en maniobras llevadas a cabo por las milicias dependientes de Haftar. Emiratos Árabes Unidos es otro de los valedores del LNA, que además de apoyar ahora con este sistema antiaéreo, ha proporcionado capacidades aéreas al LNA a través de drones.
Ninguna de las partes militares en el conflicto da por finalizados los enfrentamientos, si bien respetan el acuerdo de alto el fuego firmado en Ginebra, ambas partes se mantienen en una situación de calma tensa que pueda estallar en cuanto la vía diplomática vuelva a fracasar. En cualquier caso, el acuerdo para llevar a cabo un proceso electoral en diciembre de 2021 arroja algo de esperanza a la resolución de la crisis libia, pues supone un hito el haber alcanzado una concreción de estas características, con los elementos que deben garantizar esa transición política aún por decidir.