La Armada española traza el rumbo para 2050

- Ser referente internacional en el ámbito marítimo
- Reforzar la formación tecnológica y en valores del personal
La Armada española acaba de definir los ejes estratégicos que van a delimitar su evolución progresiva en el medio y largo plazo para convertirse dentro de 25 años, en el horizonte de la mitad del siglo XXI, en un instrumento fundamental de la acción exterior del Estado.
Lo ha hecho por boca de sus dos máximos responsables, el jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Antonio Piñeiro, en el cargo desde el 27 de abril de 2023, y de su segundo de a bordo ‒2º AJEMA‒ desde abril del presente año, el almirante Gonzalo Sanz.

Ante un expectante auditorio congregado el 4 de diciembre en el Cuartel General de la Armada en Madrid, ambos jefes militares han desgranado ante las más importantes autoridades del ministerio de Defensa, los altos mandos de la Institución y representantes de los Ejércitos de Tierra, Aire y Espacio y Guardia Civil, así como de los principales directivos de la industria nacional de defensa, del mundo académico y los agregados de defensa de países amigos, las directrices principales y los pormenores del documento denominado “Armada 2050”.
El AJEMA ha expuesto las líneas generales que trazan el rumbo de una Armada en condiciones de enfrentarse a los retos y desafíos del futuro, para lo que contempla la necesidad de contar con “capacidades mejoradas” que le permitan “seguir siendo decisivos y relevantes” en sus tres funciones esenciales y exclusivas que contribuyen a la acción conjunta: la proyección del poder naval sobre tierra, el control del mar y la acción marítima.
El jefe de la Marina de Guerra ha querido hacer público el documento porque es consciente que “los retos a los que nos enfrentamos debemos compartirlos con la sociedad civil a la que servimos”, y porque el proceso de alineación estratégica “que ahora iniciamos va a servir de impulso y guía para construir una Armada moderna y preparada (…) y ser “el motor del cambio a corto plazo”.

Ser referente internacional en el ámbito marítimo
El almirante Gonzalo Sanz ha precisado que el paso que la Institución acaba de dar inicia un proceso de “a todos los niveles”, que también supone un “cambio cultural”, dado que “la Armada que hoy tenemos es un diseño de los años 90, que ha sido afectado por la falta de recursos a partir del año 2008”. Sin embargo, “el cambio de escenario estratégico y financiero a partir del año 2022 ha permitido iniciar una secuencia de avance en las capacidades en tres fases: recuperación, modernización y evolución”.
Con la finalidad de disponer en el futuro de una Flota “equilibrada, eficaz, capaz de cumplir su misión con garantías y de aportar a la estructura conjunta las capacidades específicas de la Armada”, el almirante Sanz ha desvelado que el estudio de prospectiva que se ha materializado en el documento “Armada 2050” es el fruto del trabajo de dos años.

Diferentes equipos de almirantes, generales y altos oficiales de Estado Mayor de la Institución con experiencia de mando en destinos y operaciones a flote y en tierra, a escala nacional e internacional, han volcado sus conocimientos antes de que el AJEMA lo refrendase. El contenido de “Armada 2050” es una hoja de ruta que establece una “revisión de la misión y funciones de la Armada”, que ha contado con el asesoramiento final de la filial española de Mckinsey & Company, una de las tres consultoras estratégica internacional más importantes y prestigiosas del mundo.
En esencia, el 2º AJEMA ha puntualizado que la voluntad del documento es constituir una Armada “con capacidad para anticiparse a los acontecimientos, que sea referente internacional en el ámbito marítimo y que impulse la innovación tecnológica y la industria nacional”. Lo anterior lo resume en cuatro pilares que califica como “fundamentales”.
En primer lugar, la Armada en el horizonte de la mitad de siglo XXI aspira a “ser decisiva y relevante en y desde la mar”. Ello le condiciona a ser operativa y eficiente, con capacidad de vencer en los escenarios más demandantes y de operar con socios y aliados, perfectamente integrada en el mutidominio”.

Reforzar la formación tecnológica y en valores del personal
El segundo pilar incide en el deseo de que su personal “sea ejemplar”, para lo que se le quiere proporcionar una excelente formación, tanto tecnológica como en valores. El tercer cimiento sobre el que se asienta “Armada 2050” es conseguir estar a la vanguardia de la tecnología, para lo que se quiere “adaptar las novedades a las unidades de la Flota y contar con sistemas resilientes que garanticen la operatividad de la fuerza en entornos complejos”.
El cuarto y último pilar fundamental pasa por ser “eficientes en la gestión de recursos y contar con un modelo de sostenimiento innovador”: Por supuesto, la estrategia subraya que todo lo anterior requiere de “obtener los recursos necesarios, consolidar nuestra industria de defensa y contar con un fuerte respaldo social e institucional”.

“Armada 2050” deja constancia del entorno estratégico y operativo en el que están sumidas las naciones, envueltas en una “competición sistémica” que ha producido el desplazamiento del centro de gravedad global hacia el Indo Pacifico, a la vez que “la guerra convencional ha vuelto a Europa”, reforzando las alianzas de defensa y una evolución muy rápida de las tecnologías y procedimientos utilizados en el campo de batalla.
En este sentido, el almirante Sanz ha puntualizado que hay una “tendencia creciente a la fusión de los tradicionales espacios de batalla, terrestre, marítimo y aéreo en un espacio de batalla único, multidominio, en el entorno de la nube de combate”. Respecto a un cabio de organización interna en la Armada, ha referido la intención de “simplificar procesos rutinarios, dar fluidez a la relación entre mandos, eliminar duplicidades, favorecer la toma ágil de decisiones, todo ello pensando en que la organización tenga una mayor mentalidad de combate”.

La presentación del documento “Armada 2050” en el auditorio del Cuartel general de la Armada ha estado presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles, acompañado por la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, la subsecretaria, Adoración Mateos, y el secretario general de Política de Defensa, almirante Juan Francisco Martínez Núñez. El acto ha sido cerrado por la titular del departamento, quien ha expresado que “no quepa la más mínima duda de que el objetivo de seguir trabajando para que una Armada 2050 tenga todo lo mejor, es el compromiso claro e inequívoco en el que estamos trabajando”.