Cuatro aviones de combate españoles calientan motores para dar la vuelta al mundo en 50 días

- Flota combinada de cazas y aviones de transporte
- Un reto logístico de proyección de gran envergadura
Es la primera vez en la historia de la aeronáutica militar española que una formación de aviones de combate va a asumir el desafío de sobrevolar tres océanos, atravesar cuatro continentes y completar una vuelta al globo terráqueo para participar en muy diferentes ejercicios tácticos aéreos internacionales en el Ártico y en varios países del Indo-Pacífico.
Es el reto que tiene ante sí la Agrupación Aérea Táctica “Plus Ultra”, compuesta por cuatro cazas Eurofighter, dos aviones de transporte logístico turbohélice A400M ‒con equipos, material y repuestos para el mantenimiento de las aeronaves‒, y otro de transporte estratégico polivalente A330. Este último es el responsable de llevar y traer de regreso a 240 aviadores, entre pilotos de refresco, mecánicos, armeros, especialistas de software, personal médico y sanitario y del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo.

El proyecto se llama Pacific Skies y es una demandante iniciativa que va a servir para “demostrar y demostrarnos nuestro alto adiestramiento y capacidad de proyección, para llegar rápida y eficazmente a cualquier parte del mundo en defensa de nuestros intereses geoestratégicos”, asegura el teniente general Francisco González-Espresati, jefe del Mando Aéreo de Combate.
La formación aérea del Ejército del Aire y del Espacio constituida “exprofeso” va a cubrir nada menos que 58.400 kilómetros, pero no lo va a hacer en solitario. Al mando del general Pedro Belmonte, la Agrupación Plus Ultra va a participar en Pacific Skies en cooperación con agrupaciones semejantes de Francia y Alemania.

Entre los tres países constituyen una flota trinacional que, salvo modificaciones de última hora, totaliza alrededor de 1.800 militares y 49 aviones de combate, transporte táctico, reabastecimiento en vuelo y helicópteros. La mayor parte ‒28 aeronaves‒ son cazas, de los que 12 son Eurofighter ‒ocho alemanes y cuatro españoles del Ala 14‒, 12 Tornados ‒todos alemanes‒ y cuatro Rafale franceses. Nueve son transportes tácticos A400M: cuatro alemanes, tres franceses y dos españoles del Ala 31 de Zaragoza.
Flota combinada de cazas y aviones de transporte
El gran despliegue se completa con ocho aviones de transporte estratégico polivalente y de reabastecimiento: cuatro alemanes, tres franceses y uno español del Grupo 45 localizado en Torrejón. La Luftwaffe alemana, para cubrir sus propias necesidades, embarca en sus transportes cuatro helicópteros utilitarios H145M LUH.
Todas las máquinas se concentrarán el 26 de junio en la base aérea alemana de Nörvenich, cerca de la ciudad de Colonia, y una tras otra despegarán al día siguiente de forma escalonada para seguir una ruta que les debe llevar hasta Canadá, Alaska, Japón, Australia, Malasia e India.

Será una especie de embajada tecnológica volante de las capacidades que la industria aeronáutica militar del Viejo Continente ha sabido desarrollar. Porque los aviones del carrusel aéreo son obra de la corporación industrial europea Airbus ‒Eurofighter, A400M, A330, H145M LUH y parcialmente el Tornado‒ o del fabricante francés Dassault Aviation, como es el caza Rafale.
Airbus en España y Alemania, al igual que Dassault en Francia, están asociados en el desarrollo del futuro sistema europeo de combate aéreo NGWS/FCAS, programa común en el que están embarcadas las tres fuerzas aéreas. Así es que el corolario de Pacific Skies es “contribuir a abrir nuevos mercados a la industria aeronáutica europea, cuyos directivos acudirán a eventos concretos organizados en algunos países”, recalca el general Espresati.

El coronel Rafael Maurín, jefe de la Sección de Adiestramiento y Evaluación del Mando de Combate y responsable del proyecto Pacific Skies en España concreta las etapas del despliegue aéreo hispano-franco-alemán: “La primera parada es Canadá, para luego saltar a Alaska” y aterrizar en la base Elmendorf-Richardson, donde cada una de las formaciones aéreas debe participar del 8 al 17 de julio en Arctic Defender. “Se trata de un ejercicio multinacional con participación de Estados Unidos centrado en entrenar procedimientos operativos OTAN”.
Un reto logístico de proyección de gran envergadura
Concluida la operación en el Polo Norte, la flota trinacional pondrá rumbo a Japón, escala previa a su llegada a Australia, sobre cuyas principales bases aéreas intervendrán en el ejercicio Pitch Black, que se desarrollará del 22 de julio al 4 de agosto. En el país de los canguros, el 20 de julio, se producirá el relevo del general jefe de la Agrupación Plus Ultra, de los pilotos de los cazas y del personal de tierra del Ala 14 por sus homólogos del Ala 11 de Albacete, cuyo coronel jefe es el coronel Cesar Pérez Moriano.
Además de las aeronaves de la nación anfitriona y los cazas de Alemania, Francia y España ‒que participa por vez primera‒, en Pitch Black intervienen un centenar de aviones de combate, transporte, reabastecimiento en vuelo, reconocimiento, inteligencia y alerta temprana de casi una veintena de naciones.

Acuden desde Canadá, Corea, Estados Unidos, Filipinas, India, Indonesia, Italia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, Reino Unido, Singapur y Tailandia. En total serán cerca de 4.500 aviadores y técnicos militares, incluso personal cualificado de Brunei y Fiji.
Concluida la intensa operación australiana, el siguiente salto es Malasia, etapa previa a la llegada a la base aérea de Sulur, en India, para intervenir en el ejercicio Tarang Shakti, organizado por la Fuerza Aérea India y programado del 7 al 13 de agosto. Los pilotos del país volaran cazas de origen ruso pero de fabricación domestica Sukhoi Su-30MKI Flanker, que los españoles no conocen. Pacific Skies concluirá de manera oficial el 13 de agosto, pero los aviones españoles no estarán de vuelta en la base aérea de Morón (Sevilla) hasta el 16 del citado mes, tras hacer escala en Abu Dabi, en Emiratos.

La Agrupación Aérea Táctica ha sido bautizada “Plus Ultra” para honrar la hazaña del hidroavión del mismo nombre y de su tripulación militar que el 22 de enero de 1926 despegaron de Palos de la Frontera, atravesaron el Atlántico a riesgo de sus y alcanzaron Buenos Aires el 10 de febrero tras cubrir 10.270 kilómetros. Ahora se trata de proyectar una fuerza aérea y demostrar que aviadores y maquinas son capaces de mantener un esfuerzo logístico continuada a muchos miles de kilómetros.