La Asamblea General de la ONU ha comenzado en medio de un contexto mundial marcado por la fragmentación, la división y las amenazas. La invasión de Rusia sobre Ucrania, la amenaza yihadista en el Sahel, la crisis alimentaria en el continente africano y la recesión económica son solo algunos ejemplos de los desafíos diplomáticos que los líderes de todas las naciones debatirán y tendrán que hacer frente durante estas reuniones.
Son varios los líderes internacionales que ya se han pronunciado en el marco de la Asamblea. Desde Marruecos, el jefe del Gobierno marroquí, Aziz Akhannouch, señaló que el reino alauí ha conseguido realizar “un gran progreso” en el proceso de mejorar las infraestructuras del país, así como en el sistema educativo, con el objetivo de lograr “un verdadero renacimiento educativo en consonancia con las ambiciones de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU y los objetivos estratégicos del nuevo modelo de desarrollo”.
De acuerdo con Akhannouch, estas reformas en el sistema educativo, planteadas para realizarse entre el 2022 y el 2026, están basadas en consultas nacionales que se habrían realizado a través de una metodología participativa que favorecería el amplio sector de la educación incluyendo a “los profesores, los alumnos y sus familias”.

Asimismo, ha explicado que esta hoja de ruta se ha estructurado en torno a tres ejes principales: que los estudiantes consigan adquirir las competencias básicas, mejorar el rendimiento del profesorado y optimizar el nivel de las escuelas a través de la creación de instituciones “modernas y abiertas”.
Junto a esto, el plan pretende alcanzar tres principales objetivos antes del 2026, siendo estos la reducción de la tasa de abandono escolar en un tercio, aumentar en un 70% los alumnos que obtengan competencias básicas y duplicar el número de estudiantes que se beneficien de técnicas de evaluación basadas en la observación de las actividades realizadas por los alumnos, así como en los trabajos y ejercicios que los alumnos realizan en clase.
Además de la educación, el jefe de Gobierno marroquí reiteró en que la propuesta de autonomía es la solución más justa y realista para encontrar una solución política definitiva a la cuestión del Sáhara Occidental. Además pidió "fortalecer la cooperación internacional" para permitir hacer frente a los actuales desafíos que está atravesando el continente africano y reiteró en la postura de Marruecos en apoyo a la causa palestina así como su defensa en la creación de dos Estados.
Por otro lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha lanzado un mensaje de condena hacia Rusia por su invasión sobre Ucrania. Para Macron, las ofensivas rusas constituyen una “violación a la carta de las Naciones Unidas y a la estabilidad global”. Además, se ha posicionado muy en contra de las políticas rusas, llegando a tildarlas de “imperialistas” y “colonialistas”.
Por ello, Macron ha lanzado una serie de advertencias a aquellos países que han decidido no posicionarse en el conflicto tras afirmar que, en un futuro, “cualquiera podría ser el que sufra una guerra”. Además, ha tratado de convencer a estos países de que “Rusia ha pavimentado el camino para otras guerras en todos los continentes”.

A pesar de esto, Macron se ha mostrado abierto a “seguir dialogando con Moscú para buscar la paz” siempre que sean diálogos en los que se respete la soberanía y la voluntad de Ucrania y argumentó que estos no podrían llevarse a cabo con el anuncio de nuevos referéndums en las regiones prorrusas.
Así, en su defensa por preservar la paz mundial, Macron se ha mostrado contrario a las divisiones globales que “solamente pueden conducir hacia una nueva Guerra Fría”, algo que no sería beneficioso para encarar los desafíos comunes como la pobreza, el cambio climático o las hambrunas.
Asimismo, se ha mostrado a favor de realizar reformas en el Consejo de Seguridad, entre las que se incluyan incluir a más naciones como miembros permanentes en el Consejo de Seguridad o eliminar el derecho de veto a quienes cometan crímenes contra la humanidad o de guerra.
Al igual que Macron y otros líderes internacionales, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha criticado la invasión rusa y ha declarado que Putin solo renunciará a sus “ambiciones imperialistas” si reconoce que no puede vencer en esta guerra.

Junto a esto, declaró que “el retorno del imperialismo, con la guerra de Putin contra Ucrania, no sólo es un desastre para Europa, sino para el orden de paz mundial” por lo que defiende que es mejor cooperar para que “el mundo multipolar del siglo XXI siga siendo un mundo multilateral”.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, continúa abogando por el papel de Turquía como mediador internacional. Durante su discurso ha destacado la necesidad de que el conflicto en Ucrania llegue a su fin a través de “la diplomacia” ya que, de no ser así, “no habrá ningún vencedor”.

Además, Erdogan ha destacado como Turquía ha tratado de estudiar todas las vías posibles para conseguir llegar a un acuerdo de paz y ha criticado organismos como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al que ha pedido “más implicación” y cambios, ya que, en la actualidad con el desarrollo del conflicto en Ucrania, la membresía permanente de Rusia hace que muchas resoluciones de paz no se puedan llevar a cabo.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha realizado su primera participación en la Asamblea General de la ONU haciendo repaso extenso sobre la situación política de Chile desde hace años.
En esta línea, Boric ha asumido la derrota del nuevo proyecto constitucional, aunque sigue defendiendo buscar una alternativa en la que estén de acuerdo una gran mayoría de los chilenos.

Además, el mandatario chileno ha asegurado que el rechazo no implica “una derrota” para su Gobierno y asegura que el pueblo de Chile “quiere cambios, pero tampoco quiere perder lo que ya ha ganado”.
Junto a esto, el líder chileno ha reiterado el riesgo que corre en Chile ante el cambio climático y los desafíos que enfrenta el mundo en general donde están en juego la supervivencia de las democracias, una problemática a la que ha responsabilizado a los “grandes países industrializados”.