Mariúpol resiste. De poco ha servido el ultimátum lanzado por el Ejército ruso, así como los incesantes ataques de las tropas rusas, la ciudad asediada de Mariúpol continúa erigiéndose como un foco clave de la resistencia ucraniana. Tanto es así que la resistencia está demostrando la poca eficacia del Ejército ruso en sus intentos de hacerse con la región.
A pesar de la violencia y los ataques, Moscú no consigue hacerse con el control de ninguna ciudad ucraniana, a excepción de Jarkov. Lo que si que prevalece de manera asidua son los continuos ataques de Rusia, tanto a objetivos militares como civiles.
Ucrania está quedando reducida a escombros. Analistas internacionales son críticos con la acción de Rusia en su intento con hacerse con el control ya que la estrategia que estarían empleando sería la destrucción total. Periodistas como Felipe Sahagún señalan que “un Ejército que no es capaz de conquistar un país o una parte de él sin reducirlo a escombros no merece ser llamado ejército, sino banda criminal o terrorista. Hay muchos ejemplos en la historia. El de Rusia hoy en Ucrania es otro más”.

Por más que los ataques siguen prolongándose, el Ejército ucraniano ha sido claro en su mensaje: “no nos vamos a rendir. Ucrania resistirá hasta el final”, y por el momento así está siendo. Así lo ha reiterado el primer ministro de Ucrania, Denys Shmygal quien ha indicado en una entrevista que “la ciudad no ha caído. Nuestras fuerzas militares, nuestros soldados todavía están allí. Lucharán hasta el final”.
De acuerdo con la alcaldía de la ciudad, se estima que, desde el principio de la invasión rusa, solamente en Marúpol han muerto 21.000 personas mientras que 100.000 ciudadanos siguen asediados en la ciudad sin poder salir. Por otra parte, los militares ucranianos se encuentran refugiados en la planta siderúrgica de Azovstal, en medio de una ciudad que ha quedado reducida a la nada.

Azovstal es el punto clave de la resistencia. Es aquí donde Rusia ha vuelto a lanzar durante esta mañana un nuevo ultimátum en el que ha pedido a las fuerzas ucranianas y a los combatientes extranjeros que se encuentran en la planta “que se rindan” antes del mediodía, hora de Moscú.
A map of the approximate situation on the ground in Ukraine as of 00:00 UTC 20/04/22. pic.twitter.com/sRrEmKERIe
— Ukraine War Map (@War_Mapper) April 20, 2022
“Todos los que depongan las armas tienen la garantía de salir con vida”, informaban en el comunicado. Sin embargo, Ucrania no cede y así lo han demostrado después de que con este último aviso ningún militar ucraniano haya abandonado su posición.
Por otro lado, en un mensaje televisado, el presidente de Ucrania, Volodomir Zelensky, ha indicado que “la situación de Mariúpol sigue siendo de lo más difícil posible y sin ningún cambio (…) Esta es tal mezquindad, que durante generaciones marcará al Estado ruso como una fuente de maldad absoluta”.

Desde las autoridades ucranianas señalan que existen más de mil personas escondidas en los búnkeres y en los túneles debajo de la ciudad. Según indican, las fuerzas rusas estarían lanzando bombas pesadas sobre la fábrica, en ese intento de destrozar el enclave.
Mariúpol es visto como uno de los puntos estratégicos más importantes para Rusia. La ciudad dispone de una posición clave al poseer un importante puerto en el mar de Azov y ese control por parte de Moscú significaría dominar un corredor que uniría la región del Donbás con la península de Crimea, territorio anexionado a Rusia en el año 2014.
La importancia estratégica de Mariúpol para Moscú es el punto clave que explica el empeño de Rusia por hacerse con la zona, a cualquier coste. El pasado 18 de abril, la inteligencia británica señalaba en un informe que “los comandantes rusos estarán preocupados por el tiempo que les está llevando vencer en Mariúpol. La resistencia concertada de los ucranianos está probando con dureza a las fuerzas rusas y obligándolas a que desvíen hombres y material, haciendo lento su avance en otros lugares”.

Es por este motivo por el que Rusia decidió cambiar su estrategia militar para centrarse únicamente en la región del este de Ucrania. Aun así, parece que esta nueva estrategia tampoco está resultando favorable para que el Kremlin logre su principal objetivo: controlar el este de Ucrania, dividir el país y anexionarse esta última zona al igual que hizo con Crimea.
Ucrania ha exigido a Rusia la creación de corredores humanitarios que sirvan de vía escape para los civiles. Hasta este momento, no se ha conseguido llevar a cabo una evacuación a gran escala y la mayoría de la población no ha podido salir.
Más de 120 civiles abandonaron Azovstal. Aprovechando una pausa, los civiles de Mariupol, que se convirtieron en rehenes de los militantes neonazis, finalmente pudieron salir de los sótanos de las casas que se encuentran directamente en el puesto de control principal de Azovstal. pic.twitter.com/t3xPHzpX50
— Ucrania. Noticias del otro lado. (@UcraniaOtro) April 19, 2022
Sin embargo, debido a los fuertes ataques que se esperan, la viceprimera ministra ucraniana Iryna Vereshchuk ha indicado que “dada la catastrófica situación humanitaria en Mariúpol, es en esta dirección en la que centraremos nuestros esfuerzos hoy”. De esta forma indica que “logramos acordar de antemano un corredor humanitario para mujeres, niños y ancianos. Reunión en Mariúpol hoy, 20 de abril, a partir de las 14:00 [2:00 pm hora local] en la esquina de Taganrog Street y 130th Taganrog Division”.

A la imposibilidad de poder escapar se le une la escasez de recursos, comida y agua. Según afirmó Zelensky “Ucrania y su gente lo tienen claro. No tenemos derecho a los territorios de nadie más, pero no vamos a renunciar a los nuestros”. El Ejército ucraniano seguirá “resistiendo” y esto señala que será “decisivo para la guerra”. Además, indica que es imposible saber si Rusia decidirá reanudar la ofensiva sobre Kiev en el caso de que consiguiese tomar el control del Donbás
La decisión de Rusia de concentrarse en la región del este de Ucrania ha propiciado el aumento del envío militar y económico por parte de Estados Unidos y la Unión Europea. En este sentido, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habría acordado con los países de la OTAN y de la UE, así como del G7, el aumento en el apoyo económico a Kiev.
Países como Alemania han prometido el pleno “apoyo financiero y familiar” a Kiev y ha anunciado que seguirá permitiendo el suministro de armas. De acuerdo con el canciller, Olaf Scholz, la actuación de Vladimir Putin sobre Ucrania es “inaceptable” y añade que “Rusia no puede ganar esta guerra”.

Asimismo, los líderes internacionales siguen condenando el sufrimiento que habría causado la invasión rusa “no provocada” e “injustificada”, por lo que han acordado seguir coordinando los esfuerzos de forma conjunta a través de la OTAN y el G7.
En esta línea, se espera que el presidente de España, Pedro Sánchez, viaje hasta Kiev para mantener un encuentro con Zelensky. Todo esto se produce dos meses antes de que Madrid sea el escenario donde se celebre una nueva cumbre de la OTAN, en un contexto marcado por las tensiones internacionales y la insólita configuración de un nuevo orden mundial.