A bordo de un avión de Air China, Al-Assad llegó a la ciudad de Hangzhou, en el este de China, en medio de una espesa niebla que, según los medios estatales chinos, “aumentó la atmósfera de misterio”. Desde que se establecieron las relaciones diplomáticas entre las dos naciones en 1956, este ha sido el primer viaje de un jefe de Estado de Siria a China.
Este es su esfuerzo más reciente para poner fin a más de una década de aislamiento diplomático como resultado de las sanciones occidentales. Antes de encabezar una delegación a reuniones en varias ciudades chinas, Al-Assad asistirá a la ceremonia de apertura de los Juegos Asiáticos el sábado.
En 2004, Assad hizo su último viaje a China para hablar con el entonces presidente Hu Jintao. A pesar del aislamiento internacional de Assad tras su represión de las protestas antigubernamentales que comenzaron en 2011, que resultaron en una guerra civil que mató a más de 500.000 personas, desplazó a millones más y dañó la infraestructura y la industria de Siria, China y aliados de Siria como Rusia e Irán mantuvieron esos vínculos.

En mayo de 2022, Siria fue bienvenida nuevamente a la Liga Árabe y se unió a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. Assad prevé recibir ayuda financiera para solventar los problemas de su paralizada economía y la falta de resultados hasta ahora de sus intentos de mejorar las relaciones con los países árabes. Pero cualquier inversión china o de otro tipo en Siria corre el riesgo de verse enredada con las sanciones de la Ley César de 2020 de Estados Unidos que pueden congelar los activos de cualquiera que haga negocios con Siria.
Un líder como Assad no sorprendió a Alfred Wu, profesor asociado de la Escuela Lee de Políticas Públicas, quien señaló en ArabNews que Xi Jinping busca desafiar abiertamente a Estados Unidos en su tercer mandato.

No le importa que esto margine aún más a China en la comunidad global. China está ampliando su participación en Medio Oriente a la vez que la visita. Las relaciones chino-iraníes se repararon este año gracias a un acuerdo negociado por Pekín. En una cumbre celebrada en Arabia Saudí en mayo, Siria tuvo acceso a la reincorporación a la comunidad árabe, poniendo fin a más de diez años de aislamiento en la región.
Los analistas predicen que la financiación para la reconstrucción será un tema importante de discusión durante la visita de Assad a China. Como afirmó Lina Khatib, directora del Instituto de Oriente Medio de la Universidad SOAS de Londres, “Assad pretende con su viaje a China transmitir un sentido de legitimidad internacional para su régimen y pintar una imagen del inminente apoyo chino a la reconstrucción de Siria”.

En enero de 2022, Siria se unió a la enorme iniciativa comercial y de infraestructura de la Franja y la Ruta de China. Según Haid, del grupo de expertos Chatham House en Londres, se espera que la reunión de Assad con Xi Jinping “gire en torno a persuadir a China para que ayude a la recuperación económica de Siria”. En 2017, China prometió invertir 2.000 millones de dólares en Siria, pero, según Haid, el dinero “aún no se ha materializado”.