Blinken y Netanyahu hacen frente común ante la amenaza de Irán

El secretario de Estado de Estados Unidos y el primer ministro de Israel se reunieron para analizar la situación en Oriente Medio y el transcurso de la guerra de Gaza
<p>El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se reúne con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la oficina del primer ministro en Jerusalén - PHOTO/ @IsraeliPM</p>
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se reúne con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la oficina del primer ministro en Jerusalén - PHOTO/ @IsraeliPM

Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, visitó Jerusalén para reunirse con Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, de cara a analizar la convulsa situación en Oriente Medio.

La guerra de Gaza que enfrenta a Israel y Hamás sigue su curso, tras decenas de miles de víctimas mortales, y es urgente llegar a un acuerdo de paz para frenar la escalada de tensión en el territorio y en toda la región.

Los objetivos tratados en el encuentro de dos horas y media entre Blinken y Netanyahu en la oficina del presidente eran claros: reanudar las negociaciones para la tregua tras la muerte del último líder de Hamás, Yahya Sinwar, mejorar la situación humanitaria al norte del territorio palestino, devolver a los rehenes israelíes secuestrados por Hamás, detener la escalada bélica entre Israel y Hezbolá en la zona fronteriza con el Líbano, evitar otros nuevos ataques armados entre Israel e Irán y reducir la amenaza iraní. 

“En la reunión, se habló de la amenaza iraní y la necesidad de los dos países de unir fuerzas frente a ella”, según se señaló en el comunicado de la oficina del jefe de Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu. 

Blinken, por su parte, pidió aprovechar la oportunidad creada con la muerte de Yahya Sinwar, líder de Hamás, para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra en Gaza y garantice la vuelta de los rehenes al tiempo que reiteró la necesidad de aumentar la ayuda humanitaria al castigadísimo territorio palestino. 

Palestinos desplazados a quienes el Ejército israelí ordenó evacuar la parte norte de Gaza huyen en medio de una operación militar israelí, en Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, el 22 de octubre de 2024 - REUTERS/ DAWOUD ABU ALKAS
Palestinos desplazados a quienes el Ejército israelí ordenó evacuar la parte norte de Gaza huyen en medio de una operación militar israelí, en Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, el 22 de octubre de 2024 - REUTERS/ DAWOUD ABU ALKAS

Antony Blinken también se reunió también con el presidente de Israel, Isaac Herzog. Blinken aludió a que “hay cosas por hacer: traer a los rehenes a casa y poner fin a la guerra sabiendo lo que vendrá después”. El secretario de Estado estadounidense dijo que se habían dado “progresos” en el aumento de la ayuda entregada a Gaza, “lo cual es bueno, pero es necesario lograr más avances y, lo que es más importante, sostenerlos”.

El secretario de Estado norteamericano también mostró nuevamente el “férreo compromiso” de Estados Unidos con Israel dentro de la vorágine existente en Oriente Medio. 

El objetivo claro es reducir la influencia de Irán, principal estandarte de la rama chií del islam en la región que utiliza sus grupos afines como Hamás en Palestina, Hezbolá en el Líbano o los hutíes en Yemen para entrometerse en los asuntos internos de otros Estados y generar inestabilidad, como han señalado diversos analistas. 

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el presidente de Israel, Isaac Herzog, hablan con los medios en Tel Aviv, Israel, el 22 de octubre de 2024 - REUTERS/NATHAN HOWARD
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el presidente de Israel, Isaac Herzog, hablan con los medios en Tel Aviv, Israel, el 22 de octubre de 2024 - REUTERS/NATHAN HOWARD

Gravedad del conflicto

La guerra de Gaza sigue desarrollándose desde la operación militar iniciada por Israel en respuesta a los terribles atentados terroristas que llevó a cabo Hamás el 7 de octubre de 2023 en territorio israelí que dejaron en torno a 1.200 muertos y 250 personas secuestradas. 

En respuesta a esta cruel ofensiva, el Ejército israelí lanzó una campaña militar contra la Franja de Gaza con el objetivo de acabar con el grupo extremista palestino, que tiene el poder absoluto en el enclave. 

Tras la incursión en Gaza, se produjeron respuestas en contra de los ataques israelíes, sobre todo por parte de enemigos como la República Islámica de Irán y otros grupos chiíes aliados del régimen de los ayatolás, como la milicia de Hezbolá en el Líbano o los hutíes en Yemen. 

Israel ha estado soportando ataques con misiles y drones contra su territorio, que, en gran parte, ha podido repeler gracias a su imponente sistema defensivo, representado principalmente por la Cúpula de Hierro. 

Pero sigue notando la amenaza latente de cualquier ataque por parte Hamás, Hezbolá o incluso Irán. 

Estados Unidos ha desarrollado contactos durante todos estos meses para propiciar una tregua con la mediación de otras naciones como Egipto o Qatar. Pero, de momento, no se ha alcanzado el acuerdo deseado entre Israel y Hamás para poner fin a la guerra, por divergencias importantes en asuntos como el de la liberación de rehenes por parte de ambas partes, los asentamientos de colonos judíos en el reclamado territorio palestino o qué hacer con puntos clave como el corredor Filadelfia, situado a lo largo de la frontera de la Franja de Gaza y Egipto, una zona esencial para que el Ejército israelí logre sus objetivos militares. 

Soldados israelíes patrullan en un tanque a lo largo de la zona fronteriza entre Israel y Gaza el 21 de octubre de 2024, en medio de la guerra en curso entre Israel y el grupo militante Hamás - AFP/JACK GUEZ
Soldados israelíes patrullan en un tanque a lo largo de la zona fronteriza entre Israel y Gaza el 21 de octubre de 2024, en medio de la guerra en curso entre Israel y el grupo militante Hamás - AFP/JACK GUEZ

Israel tiene la misión clara de responder de manera dura a las amenazas bélicas de Hamás y Hezbolá ante las agresiones sufridas y está descabezando continuamente las cúpulas de estas milicias. Ya cayeron recientemente el histórico dirigente de Hamás Ismail Haniyeh, en una operación fomentada por los servicios de inteligencia israelíes, que acabó con su muerte mientras estaba en Irán en la toma de posesión del presidente Masoud Pezeshkian; el también histórico dirigente de Hezbolá Hassan Nasrallah, que murió en un ataque de las Fuerzas Aéreas israelíes contra el cuartel general de la milicia chií en Beirut; Yahya Sinwar, también fallecido en una operación militar en Gaza; o Hashem Safieddine, sucesor de Nasrallah, eliminado también en otro ataque orquestado por la inteligencia israelí contra el cuartel general de la milicia libanesa en el barrio de Dahieh en Beirut. 

Según diversos analistas, dentro de la compleja maraña de conflictos en Oriente Medio, se espera que pueda ponerse fin antes al conflicto entre Israel y Hezbolá en la frontera con el Líbano que al de Hamás, porque las negociaciones para poner fin a la guerra de Gaza son complejas y no han llegado a buen puerto de momento. 

Más allá de estos dos choques se sitúa un enfrentamiento más en profundidad con Irán, enemigo histórico de Israel, cuyos dirigentes han apuntado en diversas ocasiones que el objetivo vital de la República Islámica es acabar con el Estado israelí. 

De fondo, está el grave problema de permitir la coexistencia de Palestina e Israel en un mismo territorio. Que es el conflicto de fondo existente desde hace décadas. Muchos analistas y personalidades importantes de la política internacional abogan por la solución de dos Estados, el palestino y el israelí, cohabitando en el mismo territorio. Pero todavía no se ha encontrado la fórmula para materializar esta propuesta por divergencias como la de dónde situar la capitalidad de cada Estado.