Bolsonaro enfrenta la mayor crisis militar de la historia de Brasil

El jefe de la Aviación, el de la Marina y el del Ejército de Tierra de Brasil renunciaron tras el cambio del ministro de Defensa realizado por el presidente Jair Bolsonaro. Esta renuncia de los tres jefes militares marca un precedente dentro de las Fuerzas Armadas brasileñas, que coincide con la grave situación política que enfrenta el país. El exministro de Defensa, Fernando Azevedo, fue cesado de su cargo junto a seis ministros más y ha sido sustituido por Walter Souza Braga Netto, una persona que ya formaba para del Ejecutivo como ministro para la Presidencia. La renuncia de estos tres generales de la cúpula militar fue considerada no solo como un gesto de solidaridad con Azevedo, sino como una consecuencia del malestar que existe dentro de la Fuerzas Armadas por la mala gestión que ha tenido Jair Bolsonaro a raíz de la pandemia.
El presidente de Brasil siempre ha considerado, la opinión de los militares, como una parte fundamental para tomar decisiones, pero en los últimos meses ha habido mucha fricción, con algunos integrantes del Gobierno de Bolsonaro al ser negacionisitas de la COVID-19. El Ministerio de Defensa, en un comunicado oficial, publica la carta de despedida de Azevedo de la cartera de Defensa: “Agradezco al presidente de la República, a quien durante un año después de más de dos dediqué mi total lealtad a la oportunidad de servir al país, como Ministro de Estado de Defensa. Durante este período, preservaremos a las Fuerzas Armadas como instituciones estatales. Agradezco a los comandantes de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea, y sus respectivas fuerzas, que nunca escatimarán ningún esfuerzo para atender las necesidades y emergencias de la población brasileña. Dejo con la certeza de la misión cumplida".

Su remplazo Walter Souza Braga Netto, dentro de su experiencia militar, fue nombrado jefe personal del Comando Militar del Oeste en 2009, dos años después fue designado como agregado militar del Ejército en la Embajada de Brasil en los Estados Unidos de América y en Canadá. En el 2013 fue ascendido como general de división, y se encargó de la seguridad y coordinar general de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en el 2016. Durante el Gobierno de Michael Temer sirvió como agente federal de la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro, cargo que ocupó hasta principios del 2019, cuando fue designado como jefe del Estado Mayor, para luego terminar dentro del Ejecutivo de Bolsonaro como jefe de Gabinete de la Presidencia de la República.
Esta renuncia en bloque hace sonar las alarmas dentro del Gobierno, ya que temen que se pueda repetir en otros sectores institucionales. Ellos son Edson Pujol, jefe del Ejército, Ilques Barbosa Junior, de la Marina, y Antonio Carlos Morett, de Aviación; ellos pertenecieron al alto mando militar durante todo el Gobierno de Bolsonaro. El Ministerio de Defensa, informó en un comunicado oficial que los tres militares “serán sustituidos “, y remarco que supuestamente fue una “decisión comunicada“ después de la reunión que tuvieron con el nuevo ministro de Defensa. Los medios de comunicación militares aseguraban que los tres jefes de las Fuerzas Armadas se encontraban dispuestos a “poner sus cargos a disposición“ tras la salida de Azevedo. De los 28 ministros solo reemplazaron a seis, entre los cuales destacaba el ministro de la Defensa, el ministro de Justicia, Sergio Moro, y el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo.

Varios medios de comunicación indican que ambos ministros renunciaron y otros indican que fueron despedidos. Ernesto Araújo, como canciller se encontraba en la misma línea que su presidente, esta decisión sorprendió a la opinión pública, será sustituido por Carlos Alberto Franco Franca, un diplomático que no tiene mucha experiencia y tiene un estilo más moderado que Bolsonaro. El nuevo ministro de Justicia será Anderson Gustavo Torres, una persona que ha trabajado en la Policía como Comisario, y que ha estado a favor de la flexibilización de la venta de armas a civiles. Torres tiene experiencia dentro de la Investigación Criminal e Inteligencia Estratégica, dentro de la Superintendencia de la Policía Federal; y se encargó de la lucha contra el crimen organizado, en el distrito de Roraima. En el 2008 perteneció a la Policía Federal, encargado de las investigaciones de narcotráfico e internacional y lavado de activos.
Coordinador América Latina: José Antonio Sierra.