Ningún candidato logra alcanzar el 50% de los votos en las elecciones del pasado domingo y todo apunta a una segunda vuelta con un Bolsonaro reforzado

Bolsonaro y Lula se disputarán la presidencia de Brasil en segunda vuelta

photo_camera PHOTO/FILE - Luiz Inacio Lula Da Silva

El 30 de octubre ya está marcado en rojo en la agenda de todos los brasileños. Será entonces cuando los cariocas acudan a las urnas por segunda vez este mes con el objetivo de elegir el nuevo presidente que la primera vuelta de las elecciones no ha sido capaz de elegir. La victoria de Lula da Silva que vaticinaban las encuestas no ha sido tan contundente como se esperaba, y Jair Bolsonaro sale reforzado tras unos comicios que venían marcados por la polarización de la política brasileña. Buena prueba de ello es que los dos principales candidatos han sumado el 91,62% de los votos, dejando menos de 10 puntos al resto de alternativas a la presidencia.

La derrota del líder de la derecha dura brasileña, Jair Bolsonaro, parecía clara. Al menos así lo decían las encuestas que anunciaban una cómoda victoria del partido encabezado por Lula, el Partido de los Trabajadores. El que ya fuese presidente de Brasil entre 2003 y 2011 ha obtenido el 48,34% de los votos, lo que no ha sido suficiente para volver a liderar a su país. Por su parte, el Partido Liberal de Bolsonaro ha logrado un 43,28%, forzando de esta manera una segunda vuelta que sabe a victoria.

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La otra cara de las elecciones es la poca fuerza que han mostrado las terceras opciones. La derecha más moderada del Movimiento Democrático Brasileño (MDB) liderada por Simone Tebet ha rozado los cinco millones de votos, lo que se traduce en algo más del 4%. Por otro lado, el socialdemócrata Ciro Gomes no pasó del 3% en su cuarto intento por hacerse con la presidencia, lo que representa un fracaso de su propuesta. Estos datos reafirman la polarización que se presumía durante las últimas semanas de campaña, y dejan todo abierto para una segunda vuelta que tendrá lugar dentro de cuatro semanas.

El 30 de octubre los brasileños tendrán la segunda oportunidad para elegir al nuevo presidente, aunque la llegada a esa cita será bien diferente a la de los comicios del domingo pasado. Para este último, la victoria de Lula parecía una garantía, y el no haberse consumado ese regreso a la presidencia hace perder fuerza al izquierdista que deberá vencer en las urnas a un Bolsonaro que, tras verse derrotado en las encuestas, ha conseguido la cantidad suficiente de votos como para verse las caras en una segunda ronda para renovar su cargo el frente de Brasil. Lo hará, además, reforzado por el apoyo mostrado por la ciudadanía, mayor del que los sondeos indicaban.

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A pesar de que las encuestas daban la victoria a Lula da Silva, el expresidente, aunque se mostró optimista, nunca la quiso dar por hecha. “No voy a comentar las encuestas, solo los resultados a las cinco de la tarde. Hay que esperar a que la gallina ponga el huevo”, decía el líder del Partido de los Trabajadores. No obstante, ya adelantaba que “los bolsonaristas más fanáticos tendrán que adaptarse a la mayoría de la sociedad”, algo que, de momento deberá esperar, al menos, hasta el próximo 30 de octubre.

El Palacio de Planalto tendrá que esperar a su nuevo líder. Y es que, aun siendo muy difícil alzarse con la victoria, el todavía presidente brasileño aseguraba que “la expectativa es de victoria”. Y la conclusión que se puede sacar de este primer asalto, es que las encuestas – que apostaban por una diferencia de hasta 14 puntos entre Lula y Bolsonaro – no son garantía de nada, y en vistas de lo sucedido, ni siquiera están cerca de serlo.

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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