Burkina Faso consigue un Gobierno de transición hacia la democracia

Por Lorenzo Medina
Foto: Líderes africanos y de Burkina Faso reunidos en Ouagadougou.
 
Una relativa normalidad política ha vuelto a Burkina Faso, un país donde el pueblo y los militares derrocaron hace una semana al presidente Blaise Compaoré, un exgolpista amigo de Occidente que llevaba 27 años en el poder y pretendía reformar la Constitución para seguir dirigiendo el país. Compaoré tuvo que abandonar Burkina Faso y refugiarse en Costa de Marfil, pero la victoria popular fue confiscada por la cúpula de las Fuerzas Armadas, que eligió al teniente coronel Isaac Zida  nuevo presidente. El militar anunció que el Ejército pilotaría la transición hasta la celebración de elecciones generales, pero esta opción fue rechazada por la mayoría de la población, los partidos opositores, la Unión Africana (UA) y otros organismos regionales, Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Los militares aseguraron que su objetivo no era quedarse en el poder sino entregarlo a una personalidad civil. En la madrugada del  jueves, los líderes de los partidos políticos llegaron a un acuerdo sobre la formación de un Gobierno de transición y la celebración de elecciones generales en noviembre de 2015, según un comunicado emitido al término de la reunión. Sin embargo, la reunión celebrada en Ouagadougou, la capital, concluyó sin que nadie fuera nombrado para encabezar el Ejecutivo, que, según el acuerdo alcanzado, no debe permanecer en el poder más de un año. El pacto fue promovido por tres mediadores, los presidentes de Ghana, John Dramani Mahama, de Senegal, Macky Sall, y de Nigeria, Goodluck Jonathan. Los tres mandatarios actúan  como mediadores de la CEDEAO (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental). En el pacto, también figura el “levantamiento inmediato de la suspensión” de la Constitución -que fue anulada por el Ejército- y el nombramiento “inmediato” de una personalidad civil para liderar la transición. “Es el pueblo de Burkina Faso quien asignará a esta persona”, aseguró   el presidente de Ghana. Por su parte, el líder opositor Zephirin Diabré señaló que estaba satisfecho con el acuerdo y la presión ejercida por líderes africanos sobre la cúpula militar. Antes del acuerdo, los tres presidentes habían mantenido una ronda de negociaciones con  el teniente coronel Isaac Zida, para sentar las bases de un Gobierno civil de transición. Finalmente, los militares tuvieron que dar el brazo a torcer y aceptar una solución política civil a la crisis del país. Los mandatarios africanos tienen que informar a la CEDEAO, que se reúne en Accra (capital de Ghana), de los acuerdos suscritos en Burkina Faso. 
 
Seguir negociando
Una vez logrado este acuerdo, la ONU, la CEDEAO y la Unión Africana (UA) volverán a Burkina Faso después de la cumbre de Accra para trabajar “hasta que hayamos logrado los pasos que se indican en el acuerdo”. El pasado  lunes, la UA dio un plazo de dos semanas a los militares para entregar el poder a un Gobierno civil. De lo contrario,  la UA advirtió al poder militar burkinabé que tendría que hacer frente a sanciones. “Estoy seguro de que no vamos a llegar a ese momento en el que la comunidad internacional tendrá que imponer sanciones”, manifestó Mahama. A partir de ahora, los protagonistas políticos de Burkina Faso tendrán que seguir negociando entre ellos para elegir la composición de los órganos de transición. Los partidarios de Compaoré, como Zacharia Tiemtoré y Alain Yoda, también tendrán que participar en este proceso, para que sea inclusivo y no deje a ninguna fuerza política fuera del sistema democrático. Esto último lo propusieron los tres mediadores africanos, pero no está claro que la oposición lo acepte. Según una fuente diplomática europea, “una cosa ha quedado clara: Zida se ha visto en la obligación de hacer marcha atrás, pero esta renuncia de los militares tendrá alguna contrapartida”. Es bastante probable que en el nuevo Gobierno los militares asuman alguna cartera clave, como Defensa, Seguridad o Administración territorial. Pocos se creen en Burkina Faso que se retiren a los cuarteles y no pidan nada a cambio. Después de varios días de confusión, la situación se va clarificando poco a poco, pero todavía hay muchas incertidumbres. Roch Marc Christian Kaboré, presidente del opositor Movimiento del Pueblo para el Progreso (MPP), cree que no hay otra alternativa que el poder civil en Burkina Faso. En una entrevista con el semanario ‘Jeune Afrique’, deja claro que “esta transición tiene que ser civil y democrática”, pero pone en duda que los líderes políticos tengan que participar en los órganos de transición.
 

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