Por Rachid Elalamy
Foto: La joven española de origen saharaui Mahyuba Mohamed Handidaf.
El caso de Mahyuba Mohamed Handidaf, la española de 23 años de origen saharaui que fue retenida este verano en los campamentos de refugiados y deportados saharauis de Tinduf (Sáhara argelino) por sus padres biológicos, ha colocado al Frente Polisario contra las cuerdas. Los dirigentes de este movimiento independentista apoyado por Argelia ya no podrán decir sin que se les caiga la cara de vergüenza que las mujeres saharauis en Tinduf disfrutan de los mismos derechos que los hombres. La propaganda oficial independentista ha engañado a mucha gente honrada y de buena voluntad, sobre todo en España, que se ha creído que el Polisario es un movimiento progresista y de izquierda que combate un “Esta feudal y colonial” llamado Marruecos. La propaganda es una cosa y la realidad es otra. Como denuncian ONGs y asociaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW), los aparatos de seguridad del Polisario violan los derechos humanos de los saharauis que malviven de la ayuda internacional en los campamentos de Tinduf. Las mujeres sufren opresión, carecen de derechos y no tienen ni voz ni voto, excepto las dirigentes del Polisario. El machismo y el tribalismo patriarcal, además de la esclavitud, son normas vigentes en Tinduf y el Polisario no ha hecho nada para acabar con esas miserias. Al revés, se aprovecha de la situación para dividir a los saharauis en función de sus orígenes tribales y dirigir con mano de hierro los asuntos de decenas de miles de personas que carecen de libertades públicas y no pueden expresarse libremente. La joven Mahyuba Mohamed Handidaf, que a efectos legales es tan española como el rey Felipe VI o el presdiente Mariano Rajoy, fue retenida en contra de su voluntad por sus padres biológicos durante una visita que realizó a Tinduf el pasado verano.
“Un asunto familiar”
El Polisario, a pesar de las presiones de España y de diversos colectivos en muchos países, no hizo nada para conseguir la liberación de Mahyuba Mohamed Handidaf y se justificó diciendo que lo que le ocurría a esta joven era “un asunto familiar”. Cabe pensar que la cúpula del Polisario no quiso enfrentarse a las normas ancestrales y patriarcales que rigen la vida social en los campamentos de Tinduf. Un exdirigente del Polisario es mucho más severo con este movimiento político y asegura que “la cúpula del grupo teledirigido por Argelia, en gran medida, piensa y actúa como los saharauis más tradicionales y conservadores”. La joven Mahyuba finalmente pudo escapar de Tinduf y se encuentra sana y salva en España, en el domicilio de sus padres adoptivos, en la Comunidad Valenciana. Su historia acabó bien y nadie la obligará a contraer matrimonio a la fuerza, pero para miles de mujeres saharauis en Tinduf, la vida seguirá siendo un calvario. Y la mayoría de la población de los campamentos seguirá soportando un sistema político autoritario que es incluso rechazado por una parte de los saharauis independentistas, que acusan a Mohamed Abdelaziz y los dirigentes y cuadros del Polisario que lo apoyan de “dictadores” y “corruptos”. El pasado 1 de noviembre, según fuentes consultadas por Atalayar, un numeroso grupo de saharauis protestó delante del cuartel general del Polisario en Tinduf. La protesta fue disuelta violentamente por las fuerzas de seguridad, y varios heridos fueron detenidos. Según cuenta a Atalayar un saharaui, “la gente en Tinduf está cansada, está harta, ya no se cree las mentiras de los dirigentes, que viven estupendamente y reciben dinero y apoyo de Argelia. Nosotros vivimos de la ayuda internacional, que muchas veces es desviada por corruptos y sinvergüenzas. Parecemos mendigos. Además, no tenemos libertad, no podemos criticar al Polisario ni votar por el partido que más nos guste, porque los partidos están prohibidos”.
Una única opción
En la misma línea, este saharaui descontento agrega: “La única opción que se acepta es la independentista. Muchos saharauis quieren acabar con tanto sufrimiento y les daría igual ser marroquíes, españoles o simplemente saharauis. El cuento de que somos un pueblo unido se lo ha inventado el Polisario y lo repiten como periquitos sus amigos políticos en España y otros países”. Nadie sabe si Mahyuba Mohamed Handidaf se convertirá en un emblema de la lucha contra el autoritarismo en Tinduf. En la actualidad, este combate democrático reúne a partidarios de la independencia, sobre todo entre los jóvenes, y a saharauis que no ven con malos ojos vivir bajo soberanía marroquí. Los testimonios sobre violaciones de derechos humanos de antiguos dirigentes y miembros del Polisario se amontonan y ya se han presentado varias denuncias en la Audiencia Nacional. La complicidad de los servicios secretos argelinos con los aparatos de seguridad del Polisario también es denunciada por disidentes y víctimas. Hace unos días, la Asociación de Mujeres Saharauis para la Democracia y los Derechos Humanos, dirigida por Aïcha Rehal, denunció en Madrid el terror que vive la población en los campamentos de Tinduf y pidió ayuda a la comunidad internacional. Esta asociación culpó al Polisario del secuestro y desaparición de seis jóvenes saharauis. Por otra parte, Mahyuba Mohamed Handidaf se encuentra desde hace varios días en su domicilio familiar en el pueblo valenciano de Genovés. Según confirmó el alcalde de este municipio, Emilio Llopis, la joven está “bien, tranquila y serena”, y ha llegado “cansada” y “muy delgada”. En otro orden de cosas, la Policía marroquí desarticuló una red criminal en Tánger dirigida por un excombatiente de organizaciones yihadistas en Siria. Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado, esta red estaba compuesta por cuatro personas y se dedicaba a cometer “agresiones contra los ciudadanos para robar sus bienes”. Interior subrayó que los miembros de esta red están implicados en varios actos criminales cometidos en diferentes barrios de la ciudad de Tánger. Los detenidos serán presentados ante un juez una vez finalizadas las investigaciones, concluyó el comunicado. Cabe destacar que Marruecos, en el marco de la lucha contra el yihadismo, ha creado un dispositivo policial de alerta llamado ‘Hadar’ (Precaución) con el fin de reforzar la protección de los lugares estratégicos del país, así como el turismo.