Rusia ha anunciado el inicio de unas maniobras navales en el mar Báltico bajo el nombre en clave de “Ocean Shield-2023”, aumentando las tensiones con sus vecinos europeos por el actual conflicto en Ucrania. Los ejercicios, en los que participarán más de 30 buques de combate y lanchas cañoneras, 20 buques de apoyo, 30 aviones de la aviación naval y aproximadamente 6.000 militares, tienen por objeto mejorar la preparación del país para proteger sus intereses nacionales en la región de importancia estratégica.
En respuesta a las maniobras de la OTAN en la zona, el Ministerio de Defensa ruso declaró el inicio de los ejercicios “Ocean Shield-2023” bajo la dirección del comandante jefe de la Armada, almirante Nikolay Yevmenov.

“Desde el 2 de agosto se está llevando a cabo en el mar Báltico el ejercicio naval Ocean Shield-2023, bajo el mando del comandante en jefe de la Armada, Nikolay Yevmenov. El ejercicio comprobará la preparación de las fuerzas navales para proteger los intereses nacionales de la Federación Rusa en una zona de importancia operativa y la interoperabilidad de los cuarteles generales a varios niveles en el mando y control de las fuerzas”, dijo el Ministerio en un comunicado compartido por la agencia rusa TASS.
Las maniobras se centrarán en la protección de las rutas marítimas, el transporte de tropas y carga militar y la defensa de la costa, con más de 200 ejercicios de combate previstos, incluidos despliegues de armamento real.

Como informa el medio Barron’s, la Armada rusa ha desempeñado un papel crucial en el conflicto de Ucrania, empleando misiles de crucero lanzados desde buques y submarinos, entre otras armas, para golpear al país respaldado por Occidente. Las maniobras “Ocean Shield-2023" son una demostración de la capacidad militar de Rusia y de su determinación de proteger su integridad territorial y sus intereses en el mar Báltico.
Tras la finalización de las maniobras, los buques de combate regresarán a sus bases navales permanentes, mientras que las aeronaves participantes serán reasignadas a sus aeródromos de origen.
La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de los acontecimientos en la región, dado el delicado equilibrio entre Rusia y sus vecinos europeos, especialmente en el contexto de las actuales tensiones en torno a Ucrania.