Doscientos yihadistas están preparados para atentar en la UE

Javier J. Forero. Bruselas

Los recientes atentados terroristas de Paris han dejado una vez más en evidencia las lagunas de seguridad y cooperación que afectan a los miembros de la Unión Europea.
 
Según un estudio del EPRS (European Parlamentary Research Service), hay actualmente unos 3000 combatientes europeos en Siria, de los cuales dos centenares están altamente radicalizados y entrenados para cometer atentados en territorio europeo.
 
En el debate de la Comisión de Interior del PE se reveló que los terroristas de Paris, nacidos en Europa y radicalizados en algún momento de sus vidas, no fueron detectados a tiempo pese a la mejora en las medidas de vigilancia en Europa. Eso subraya la necesidad de una mayor cooperación entre Estados miembros.
 
El coordinador de la UE de la lucha contra el terrorismo, Gilles de Kerchove, reconoció que hay lagunas y que ello exige medidas legislativas para ser más eficaces en la lucha contra la delincuencia.
 
De Kerchove enumeró un catálogo de varios puntos: mejorar los medios contraterroristas en las redes, contrarrestar los discursos yihadistas en internet; mejorar la encriptación y eliminación de páginas web terroristas; compartir más información sensible entre Estados miembros; una mayor colaboración judicial; involucrarse más en el Mediterráneo y trabajar estrechamente con la Alta Representante de la Política Exterior de la UE.
 
La libertad de movimientos de personas en el espacio Schengen ha funcionado bien, dijo, aunque ahora se impone trabajar para dificultar los movimientos de quienes viajan al extranjero, principalmente a Siria, para volver radicalizados.
 
En los próximos meses se espera que Bruselas adopte una nueva Agenda de Seguridad
 
De Kerchove identificó otras amenazas: la diversificación de la delincuencia organizada internacional y el aumento del riesgo de un ciberataque a gran escala. En el caso del Registro de Nombres de Pasajeros (PNR) sería bueno reconocer su eficacia, señaló, pese a la oposición del Parlamento, que considera que vulnera la directiva sobre protección de datos.
 
Los últimos ataques imponen una reevaluación de los objetivos estratégicos de la UE. Será necesaria más cooperación policial, a través de Europol, Eurojust e Interpol, además de la cooperación ya existente con EEUU y Canadá.
 
En los próximos meses se espera que la Comisión Europea adopte una nueva Agenda de Seguridad con la que hacer frente a los retos del crimen organizado, la ciberdelincuencia, la delincuencia transfronteriza y los desastres naturales.
 
Los informes muestran cómo están evolucionando los desafíos a la seguridad y que la nueva Estrategia de Seguridad Interna, que ayer discutieron los ministros de Justicia e Interior en Riga, debe tenerlas en cuenta, pero sin olvidar el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.

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