El emperador japonés Akihito abdica tras 30 años de reinado

Henar Hernández

Pie de foto: El emperador Akihito pronuncia su discurso mientras el príncipe heredero Naruhito está a su lado durante la ceremonia de abdicación en el salón estatal Matsu-no-Ma del Palacio Imperial en Tokio el 30 de abril de 2019. PHOTO STR/JAPAN POOL/AFP 

El emperador japonés Akihito ha abdicado este martes tras 30 años de reinado en favor de su hijo mayor, Naruhito. El monarca saliente y su esposa Michiko han recibido los títulos de ‘Emperadores Eméritos’, por la “acumulación de experiencias y logros” obtenidos durante su era imperial, según ha informado la Agencia de la Casa Imperial japonesa.

A efectos prácticos, la abdicación entrará en vigor mañana día 1 de mayo con la celebración del ‘Kenji-to-Shokei-no-gi’ o ceremonia para heredar los sellos imperiales y el Tesoro de Japón, compuesto por una espada, un espejo y una joya llamada magatama, que simbolizan los tres valores nipones, el valor, la sabiduría y la benevolencia, respectivamente. También este miércoles tendrá lugar el ‘Sokui-go-Choken-no-gi’, descrita como la primera audiencia que ofrecerá el nuevo emperador Naruhito tras su ascensión al Trono Imperial, conocido como Trono de Crisantemo. Por su parte, la ceremonia de entronización, a la que estarán invitados otros jefes de Estado, se celebrará el próximo 22 de octubre.

Pie de foto: Fotografía del 22 de noviembre de 1987, el emperador Hirohito, en el centro, el príncipe heredero Akihito, a la derecha, y el príncipe Naruhito, a la izquierda, pasean juntos por el jardín del Palacio Imperial en Tokio. KYODO NEWS via AP

Akihito se convierte, así, en el primer emperador que abdica en más de 200 años de historia de Japón. El monarca solicitó en 2016 de forma excepcional un permiso legal para renunciar al trono imperial, pues alegó que su edad – 85 años – y su deteriorada salud le impedían cumplir su función representativa del país asiático con efectividad. Cabe recordar que el emperador nipón es una figura que se erige como el símbolo del Estado, pero que no ostenta poder político. Esta petición imperial fue aprobada por el Ejecutivo y el Parlamento nipón un año más tarde, en 2017.

El proceso de abdicación

El proceso de abdicación comenzó el pasado 12 de marzo, cuando Akihito participó en una serie de rituales denominados ‘Kashikodokoro-ni-Taii-oyobi-sono-Kijitu-Hokoku-no-gi’, que consistieron en que el emperador saliente informase de la abdicación a los dioses sintoístas, en concreto, a la diosa del Sol Amaterasu Okami, considerada la principal antepasada de la familia imperial japonesa, y también al resto de sus ancestros, a través de la lectura de una proclama conocida como ‘Otsugebumi’. Esta ceremonia previa, que se celebró en el Santuario Imperial consagrado a la diosa del Sol, ubicado en el centro de los Tres Santuarios del Palacio Imperial de Tokio, persigue el objetivo de que Akihito exprese su voluntad formal de renunciar al reinado.

Pie de foto: El emperador Akihito abandona el santuario imperial de Kashikodokoro dentro del Palacio Imperial después de un ritual para informar sobre la celebración de su ceremonia de abdicación en Tokio el 30 de abril de 2019. AFP PHOTO/THE IMPERIAL HOUSEHOLD AGENCY OF JAPAN

Los rituales siguieron el pasado 26 de marzo con la visita del emperador Akihito y su mujer, la emperatriz Michiko al mausoleo del emperador Jimmu, situado en la prefectura de Nara. Jimmu se configura como el primer emperador legendario que fundó Japón en la llanura de Yamato en el año 660 antes de Cristo, es decir, hace 2.600 años. Asimismo, de acuerdo con la tradición nipona, era el bisnieto de la diosa del Sol Amaterasu Okami.

Del mismo modo, para cumplir con la tradición sintoísta, el pasado 18 de abril, los monarcas visitaron el Santuario de Ise, el templo más sagrado de la religión localizado en la prefectura de Mie. Este recinto, que engloba dos santuarios, uno de ellos consagrado a la diosa del Sol, se demuele y se reconstruye cada 20 años. Una semana más tarde, el 23 de abril, Akihito se desplazó con el mismo propósito hasta el mausoleo de Tokio de su padre, el emperador Showa, nombre póstumo que recibió Hirohito, recordado por las atrocidades que se cometieron durante su reinado en el nombre del Imperio Japonés en la Segunda Guerra Chino-japonesa (1937-1945) y en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Los actos de la jornada de este martes han comenzado con la repetición del ritual sintoísta previo y privado que tuvo lugar el 12 de marzo, denominado ‘Taiirei-Tojitsu-Kashikodokoro-Omae-no-gi’. Cabe destacar las impresionantes medidas de seguridad que se han desplegado en Tokio para proteger todo el proceso ceremonial, pues hace dos semanas, aparecieron dos cuchillos sobre el pupitre del príncipe Hisahito de 12 años, sobrino de Naruhito y tercero en la línea sucesoria.

Pie de foto: El emperador japonés Akihito, acompañado por la emperatriz Michiko, a la derecha, durante la ceremonia de su abdicación ante otros miembros de las familias reales y altos funcionarios del gobierno en el Palacio Imperial de Tokio, el martes 30 de abril de 2019. JAPAN POOL via AP 

No obstante, el acto fundamental de la abdicación – Taiirei-Seiden-no-gi – ha tenido lugar a las 17:00 hora local en la Sala del Estado Seiden-Matsu-no-Ma del Palacio Imperial. Los documentos oficiales del Gobierno de Japón describen este evento como la “ceremonia para anunciar al pueblo la abdicación y para que el Emperador reciba a los representantes del pueblo en una audiencia por última vez antes de la abdicación”. Así, han estado presentes en el Palacio Imperial más de 300 personas, entre miembros de la familia real, como la emperatriz Michiko y la princesa Masako, esposa del que será el nuevo monarca nipón, y una serie de autoridades políticas y judiciales del país, como el primer ministro Shinzo Abe y el gabinete de ministros.

En un discurso que ha durado 10 minutos, Akihito ha mostrado su “sincera gratitud” con el pueblo japonés, que le aceptó “como símbolo del Estado” y le “apoyó” y ha reconocido que estos 30 años han sido “una gran bendición”. También ha manifestado sus deseos de que el futuro del país sea “estable y fructífero” y ha orado “por la paz y por la felicidad de las personas de Japón y en todo el mundo”.

La celebración de esta última ceremonia con Akihito como emperador marca el final de la era Heisei, que comenzó con su reinado en 1989 con el significado de “lograr la paz”, y el inicio de la nueva era nipona, Reiwa, que se traduce como “hermosa armonía”.

Pie de foto: El árbol genealógico de la familia real japonesa. AFP/AFP

El Japón que deja Akihito

Japón siempre se ha configurado como uno de los motores del crecimiento económico en la región asiática. En 1989, con la llegada al Trono del emperador Akihito, la economía nipona representaba el 15% del total mundial. En estos momentos, la participación de Japón en el PIB global se limita a un 6%. En esta línea, desde la explosión de la burbuja financiera en 2009, la economía se ha estacando en los últimos años con un crecimiento por debajo del 1%, que se mantendrá como mínimo hasta el año 2020.

En materia social, los japoneses cuentan con la segunda esperanza de vida más alta del mundo, situada en los 83,9 años, solo por detrás de Hong-Kong, según datos de Naciones Unidas. Sin embargo, uno de los principales desafíos que debe afrontar el país nipón es la reseñable discriminación que se mantiene hacia la mujer, ejemplificada en que la princesa Aiko, única hija de Naruhito, no podrá ser entronizada, pues las leyes japones restringen este título a los varones.

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