Inutilizado desde la rescisión del contrato por parte de Argelia, la infraestructura gasista servirá al Reino alauí para abastecer sus necesidades energéticas

España permite a Marruecos la utilización del gasoducto Magreb-Europa en un nuevo signo de acercamiento

photo_camera PHOTO/ARCHIVO - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una comparecencia en Moncloa

Argelia decidió en agosto romper sus relaciones bilaterales con Marruecos. La enconada rivalidad por la hegemonía regional y la divisiva cuestión del Sáhara Occidental provocaron la fractura, que se saldó con el cierre del gasoducto Magreb-Europa en noviembre. La infraestructura, que conectaba Argelia con la península Ibérica atravesando Marruecos, surtía desde hace 25 años una gran parte de las reservas energéticas de ambos países.

Argel rescindió el contrato con Rabat, asestando un duro revés al Reino alauí del que aún trata de recomponerse. Y es que Marruecos percibía de forma anual unos 100 millones de euros en concepto de “derechos de paso”, variables en función al volumen de tránsito, y permitía la producción del 10% de su electricidad nacional a través de las centrales eléctricas de Tahaddart y Ain Beni Mathar. Las fuertes pérdidas hicieron saltar las alarmas.

A pesar de asegurar que no habría problemas de suministro, Marruecos comenzó entonces a negociar con España un posible acuerdo paralelo que pudiera cubrir sus necesidades energéticas. La propuesta presentada por Rabat pasaba por adquirir gas natural licuado (GNL) en el mercado internacional para enviarlo después a España, un paso necesario para su regasificación, y utilizar el gasoducto Magreb-Europa para trasladarlo hasta Marruecos, beneficiario de la energía.

Magreb-Europa

Este miércoles, tras más dos meses de negociaciones, el Gobierno de España ha dado luz verde al proyecto. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, encabezado por Teresa Ribera, ha asegurado en declaraciones a Bloomberg que Marruecos podrá utilizar las terminales españolas de gas natural licuado. Una versión confirmada por fuentes del Ministerio a Europa Press. De esta forma, España se ha comprometido con Marruecos para garantizar el suministro.

Con la aprobación del Gobierno no es suficiente. Para que los planes avancen, el operador de red español Enagas SA –en la que el Estado cuenta con una participación del 5%– deberá alcanzar un acuerdo de interconexión con Marruecos.

El Gobierno ha asegurado, además, que el Reino alauí podrá llevar a cabo el proceso “con total transparencia”, sin actuar de espaldas a Argelia. Unas palabras de las que se deduce que el Gobierno del argelino Abdelmadjid Tebboune conocería los términos del acuerdo. Este implica la reapertura en sentido inverso del gasoducto Magreb-Europa, inutilizado desde la rescisión del contrato en noviembre.

Argelia no se ha pronunciado al respecto. Su reacción será determinante, ya que el país norteafricano es el mayor proveedor de gas de España y mantiene el gasoducto submarino de Medgaz, conectado con la playa almeriense del Perdigal, ampliada recientemente después del acuerdo entre Naturgy y su aliada argelina Sonatrach. Por esta vía llegan a España 10.000 millones de metros cúbicos de gas al año.

A pesar del deterioro en sus relaciones, rotas desde mayo por el ingreso del líder del Frente Polisario en un hospital de Logroño sin el conocimiento de Marruecos, este necesita de España la capacidad de devolver el gas natural licuado a su estado gaseoso. Un proceso que el Ministerio de Transición Ecológica ha garantizado en base a sus relaciones comerciales, de la misma forma que “con cualquier otro socio o vecino”. Pero esta ayuda parece significar algo más.

Sánchez Mohamed VI

Rabat preveía una respuesta positiva de Madrid. Por eso busca desde enero un proveedor. El Gobierno marroquí pretende firmar un acuerdo de compra por un mínimo de cinco años, según la ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali. Benali ha revelado además que el gabinete escuchó varias ofertas de un reducido grupo de comerciales, a los que avanzó que podrían enviar los cargamentos directamente a Marruecos una vez que este disponga de una terminal flotante para importar GNL.

Pedro Sánchez, en Emiratos

La noticia ha coincidido con la visita del presidente del Gobierno a Emiratos Árabes Unidos. Desde la Expo Dubái, Pedro Sánchez ha mandado un nuevo mensaje de entendimiento con Rabat. “Siempre hemos considerado a Marruecos un aliado estratégico en muchos campos, como la inmigración, el desarrollo económico y la seguridad. Estamos deseando fortalecer esa colaboración bilateral”, expresó al ser preguntado por la situación de sus relaciones.

A pesar del acuerdo en materia energética, estas siguen rotas. La embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, no ha vuelto a Madrid desde el estallido de la crisis diplomática en mayo, agravada por la entrada irregular de 10.000 personas en Ceuta. Las señales de distensión impulsadas desde Moncloa y Zarzuela no parecen haber surtido efecto y el reencuentro definitivo se antoja complicado, porque para Marruecos la solución pasa por el reconocimiento por parte de España de su soberanía sobre el Sáhara Occidental, algo que no entra en su agenda.

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