España y Marruecos afianzan su hoja de ruta
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha renovado el fuerte apoyo a la hoja de ruta establecida entre España y Marruecos, fijada durante la pasada recepción del rey Mohamed VI al dirigente español en Rabat en abril de 2022, que tuvo lugar tras el último acercamiento diplomático protagonizado por ambos países.
Pedro Sánchez presidió la VII Conferencia de Embajadores de España acreditados en el exterior celebrada en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, con la participación de casi 130 embajadores, y el presidente español reivindicó el “papel fundamental” que está llamado a desempeñar España como país de cara a la Presidencia de la UE durante el segundo semestre de este año. Y como referente europeo, la nación española está marcando importantes líneas de acción internacional, en este caso muy centrada, como no podía ser de otra manera, en el Magreb, y más concretamente en Marruecos.
El presidente del Ejecutivo español señaló que la nueva hoja de ruta que se estableció entre los dos países vecinos sitúa “la cooperación bilateral sobre pilares más sólidos”. La nueva etapa abierta desde el restablecimiento de relaciones plenas entre España y Marruecos reforzará la “confianza mutua”, como indicó el propio Pedro Sánchez.
Nuestra acción exterior es continuación de nuestra convicción interior. Nuestros embajadores proyectan al mundo los valores que compartimos: paz y solidaridad, sostenibilidad y feminismo.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) January 9, 2023
Gracias por vuestra labor, sois imagen y emblema de un país extraordinario llamado España. pic.twitter.com/RDX3ykb0JI
El presidente del Gobierno español destacó la importancia de la “estabilidad” del norte de África para “avanzar hacia una cooperación más próspera”. Precisamente, la “estabilidad y la seguridad” en el sur es una “prioridad” como reafirmó el máximo dirigente español.
“Dije antes que durante la Presidencia española de la Unión Europea organizaremos una cumbre con la vecindad del sur a nivel europeo para implementar y desarrollar esta agenda positiva que debemos tener con nuestros vecinos del sur”, señaló el propio Sánchez, como recogieron diversos medios como The North Africa Post.
Con la nueva hoja de ruta, Marruecos y España están comprometidos a trabajar sobre la base de un “espíritu de confianza y consulta”, al tiempo que reactivan las mesas de trabajo creadas entre ambos países para potenciar la cooperación multisectorial bilateral. Y es que hay varios asuntos que son de vital importancia para los dos países, como el control de la migración irregular, la lucha antiterrorista o temas de cariz económico como la pesca y las exportaciones. Todos ellos son temas sobre los que Marruecos y España trabajan estrechamente y con un espíritu de cooperación total marcado por la buena sintonía existente en la actualidad reforzada desde que se restablecieron las relaciones diplomáticas normales y plenas entre ambos.
En esta línea, Pedro Sánchez abogó por una “agenda positiva” con el norte de África en general. Además de la hoja de ruta con Marruecos que beneficia a los interese mutuos, también existe la intención de “tener las mejores relaciones” con Argelia, otro actor importante del Magreb, pero rival político del reino marroquí.
El mensaje lanzado por Pedro Sánchez sobre Marruecos supone un paso más en el afianzamiento de las relaciones diplomáticas que se retomaron después de la crisis diplomática sufrida y que tuvo como detonante la acogida en territorio español de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, para ser tratado de una importante afección respiratoria en un hospital de Logroño en abril de 2021. El Reino criticó la falta de cooperación e información por parte de un país considerado aliado y vecino y llegaron posteriormente otros episodios que tensaron más la situación, como la entrada de miles de migrantes irregulares a través de la frontera de Ceuta, los problemas con dispositivos importantes como la Operación Paso del Estrecho, de la que se excluyó a España, o la retirada de la embajadora marroquí de Madrid.
España trató de volver a encauzar la situación con las intervenciones del rey Felipe VI, que lanzó mensajes de acercamiento político a Marruecos, y con el nombramiento de José Manuel Albares como ministro de Asuntos Exteriores, en sustitución de Arancha González Laya, que quedó marcada por la entrada de Brahim Ghali en España y la investigación judicial posterior para esclarecer las condiciones bajo las que el líder polisario accedió a territorio español.
Finalmente, llegó el gran paso dado por España con el reconocimiento por parte del Gobierno de Pedro Sánchez de la propuesta de Marruecos para la resolución del conflicto del Sáhara Occidental como la más “seria, creíble y realista” para solventar el conflicto saharaui que dura ya más de cuatro décadas. Una propuesta que pasa por una amplia autonomía del Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas. Esta fórmula ha recibido importantes apoyos internacionales como los de Estados Unidos, Alemania, Emiratos Árabes Unidos o la propia España. A diferencia de la opuesta iniciativa del Frente Polisario, que aboga por la celebración de un referéndum de independencia de la población saharaui. Esta opción cuenta con menor respaldos, entre los que se encuentra el de Argelia, país enfrentado de manera enconada a Marruecos, sobre todo desde que el Estado argelino tomó la determinación de romper relaciones diplomáticas con el reino alauí en agosto de 2021 por las profundas diferencias políticas existentes.
